Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 27.
12 de Marzo al
12 de Abril de 2001.

LA ALDEA GLOBAL

BILBAO ROMPE CON EL CONFINAMIENTO EN QUESADA DEL MEJOR ZABALETA

Por: Cristina Camargo Ibargaray

Rafael Zabaleta
Sala de exposiciones de la BBK. Bilbao
C/ Gran Vía, 32
Hasta el 16 de abril

Obra de Rafael ZabaletaDesde que a su muerte los herederos del pintor jienense Rafael Zabaleta Fuentes (Quesada , 1907-1960) cedieran, por expreso deseo de éste, el grueso de su producción pictórica al Ayuntamiento de su localidad natal, las obras -114 oleos, 11 acuarelas y más de 500 dibujos- no habían salido de allí.

Ahora, cuando se acaba de cumplir el 40 aniversario de su muerte y se retoma el proyecto de construcción de un nuevo museo que remplace al que desde hace también 40 años contiene en Quesada el legado de Zabaleta, las autoridades han decidido saltarse la cláusula que condicionaba la cesión a la prohibición de que las obras fuesen prestadas, y 33 de ellas -24 oleos, 3 acuarelas y 6 dibujos- colgarán hasta el 23 de abril de las paredes de la bilbaína sala de exposiciones de la BBK.

Se trata de un acontecimiento artístico de gran importancia en cuanto a que contribuye a la difusión de la obra de uno de los artistas más representativos del siglo XX en España. Y aunque son muchos los museos y las colecciones particulares que atesoran entre sus fondos muestras de la genialidad de este embajador de la Andalucía rural, la colección del Museo Zabaleta añade al indiscutible valor individual de cada pieza el interés de contemplar la evolución que experimentó este artista a lo largo de su trayectoria.

El rastro del paso del tiempo, y con él el de las influencias, los amigos, pero sobre todo el del crecimiento de Zabaleta hasta su transformación en un pintor capaz de aportar elementos inéditos al caleidoscópico, en cuanto a repetitivo, panorama artístico de la posguerra española, también se percibe en la exposición de la BBK, que, calificada de "antológica" por el director del Museo Zabaleta, José Luis Chicharro, recoge el desarrollo creativo del artista.

Obra de Rafael ZabaletaConsumado dibujante, entrenado en retratar escenas de la vida cotidiana de su Quesada natal -Retrato de dos niñas, 1933-, su paso por la madrileña Academia de Bellas Artes de San Fernando supone la apertura de su obra a la realidad artística circundante y el abrazo de los lenguajes que adoptaba la vanguardia: surrealismo, fauvismo, cubismo... Zabaleta, que nunca abandonará del todo su pueblo, proyecta la ansiedad de su descubrimiento sobre los mismos paisajes y rostros sobre los que desgastó sus primeros lápices; y de lo local, del pueblo, surgen obras que se inscriben en la vanguardia más universal. A través de fríos contrastes cromáticos y formas curvilíneas, envuelve las obras de esta etapa en una atmósfera sobrenatural: cuerpos traslúcidos, ojos pétreos, cielos amenazando tormenta, figuras redondeadas como ángeles terrenales y sexuados en Familia de titiriteros, 1934; Tres mujeres desnudas, 1934; Dos mujeres sentadas, 1935...

Tras la borrachera estudiantil, Zabaleta se detiene en el paisaje manteniéndose fiel a sus colores y formas, dejándole esta vez que se exprese a través de otros cauces quizás menos artificiales que los anteriores. Entonces, los campos quesadeños hablan de las estaciones, de sus dictados, del esfuerzo de sus campesinos; y las plazas, de la crudeza de los inviernos y del júbilo de las romerías: Paisaje del cortijo en Fique del pintor, 1940; Jardín de Quesada en invierno, 1944...

Obra de Rafael ZabaletaArrastrado por la corriente del expresionismo en la que profundizará hasta su muerte, Zabaleta se acerca con cautela al terreno abonado de los rostros, traicionados por la transparencia de la mirada. Los campesinos se convierten en cómplices de su individualidad que los interpreta enjutos, cenicientos, mimetizados con el paisaje serrano, escépticos ante su mirada, con la suya apaciguada por lo gregario de la tarea. Familia de pastores en Belerda, 1946; Segadores, 1947...

La exaltación de este expresionismo llegará los últimos años de la mano de una paleta exultante, entretenida en acentuar los rasgos que personalizarían sus composiciones atribuyéndoselas al instante: simetría, frontalidad, patrones fisonómicos como el óvalo de los ojos, la recta de las pestañas o la medialuna en el rostro en Familia campesina, 1957; La vieja y la niña, 1957, El sátiro, 1958; Las tres gracias, 1958...

Un código plástico con el que trata de comunicar su sincera y personalísima visión del mundo, que logra contener en una pequeña aldea en las estribaciones de la Sierra de Cazorla


Si quiere comunicarse con Cristina Camargo Ibargaray puede hacerlo al mail criscamargo@latinmail.com
Esperamos Su Opinión.
¿No está suscrito? Suscribase aquí. 

[Portada]·[Artículo]·[Entrevista]·[Mirada Impertinente]·[Cine]·[Arqueo]·[UNIvers(o)]· [Poesía]·[Cuento]·[Música]
[Cine de Animación]
·[Perfiles Culturales]·[Reflexiones]·[Crónicas]·[Poiêsis] ·[Teatro] ·[Imágenes]·[Relatos]
[Columna del Lector]·[Que se Teje]·[Emails]·[Links]·[Números Anteriores]·[A Granel]


Las opiniones vertidas en Escáner Cultural son responsabilidad de quien las emite,
no representando necesariamente el pensar de la revista.