Literatura
Ecuador: La Generación de Los decapitados
y la vanguardia poética
(Parte 1)
Para Tulio Mora, a quien sólo conocí en sus antologías y estudios sobre el Movimiento Hora Zero de Perú.
Desde México: César Espinosa
Plantea Agustín Cueva (1967) que, para el Ecuador, el siglo XX sólo se inició en 1922… sería entonces cuando los ecuatorianos ingresan a la modernidad política, social y cultural, una vez que el 15 de noviembre de ese año fue masacrado el movimiento popular insurreccional de Guayaquil, con un saldo de centenares de víctimas. De esta manera, es lamentable cuando se condensan y estallan todas las contradicciones acumuladas por el desarrollo de un capitalismo a la vez contemporáneo y primitivo, asegura.
Jorge Carrera Andrade
Ese mismo año 22, Quito saludaba el primer libro del primero de los principales poetas ecuatorianos del siglo XX, Jorge Carrera Andrade (1903-1979), cuyos versos «señalaban ya la voluntad de marchar fuera de las influencias que reconocían los jóvenes procedentes del modernismo».
“Susana Romano Sued y un verdadero experimento fono y morfosintáctico”
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
Susana Romano Sued nació el 27 de mayo de 1947 en Córdoba, capital de la provincia homónima, donde reside, la Argentina. Es Licenciada en Letras Modernas (1971) y Licenciada en Psicología (1988) por la Universidad Nacional de Córdoba, así como Doktor der Philosophie (1986) por la Universidad de Mannheim, República Federal de Alemania. Desde 1990 es profesora titular de Estética y Crítica Literaria Moderna en la Facultad de Artes de la UNC. Pertenece desde 1997 a la carrera de investigador de CONICET Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, en la que ha obtenido la categoría de Investigadora Superior. Participó en congresos nacionales e internacionales y dictó conferencias, cursos y seminarios en universidades de Sudamérica, Estados Unidos, Canadá, países europeos y Japón, además de formar parte de cuerpos académicos y científicos de numerosas universidades de su país. Fundó y dirigió entre 1989 y 1999 la revista “E. T. C.”, de ensayo, teoría, crítica, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, recibiendo en 1992 y 1994 la Distinción Máxima de Docencia e Investigación de dicha universidad. En el género ensayo publicó tres libros que recibieran el Premio Fondo Estímulo Editorial de la Municipalidad de Córdoba: “La diáspora de la escritura. Una poética de la traducción poética” (1995), “La escritura en la diáspora. Poéticas de traducción” (1998) y “La traducción poética” (2000); además, “Travesías, estética, poética, traducción” (2003), “Consuelo de lenguaje” (dos ediciones: 2005 y 2007). Fueron editados sus poemarios “Verdades como criptas” (1981; Primer Premio en el Certamen Nacional de Poesía “Luis José de Tejeda”, de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Córdoba), “El corazón constante” (1989), “Decantar” (1990; Premio Publicación Antología Ediciones del Dock),“Escriturienta” (1994; Premio Fondo Estímulo Editorial Municipal), “Nomenclaturas / Muros” (1997), “Algesia” (2000), “El meridiano” (2004), “Journal” (2009), “Parque temático” (2011), “Algo inaudito pasa. Antología personal” (2014). Poemas suyos, algunos traducidos a varias lenguas, fueron incluidos en volúmenes colectivos: entre otros, “Lyrik aus lateinamerika”, 1988, Frankfurt; “Ireland poetry”, 2003;“En el país de los sueños posibles”, México DF, 2008. En 2007 se publicó su novela “Procedimiento. Memoria de la Perla y la Ribera” en la Editorial El Emporio, que la reeditó en 2010; en 2012 la Editorial Milena Caserola / El Asunto, publicó una edición crítica provista de prólogo y posfacio, la cual obtuvo la subvención Prosur para su publicación en alemán, editada por Abrazos Ediciones, de Stuttgart. Prosur seleccionó también “Algo inaudito pasa”, volumen publicado bilingüe en francés y castellano a través de la editorial Reflet de Lettres. Fue la cordobesa Editorial Babel la que en 2012 publicó su libro de relatos “Rouge”, y en 2013 “Amazonia Central”, antología con estudio crítico de cuentos de escritoras de Córdoba, distinguida con el auspicio del Premio Universidad de Córdoba 400 Años, de la que ha sido compiladora.
Fotografía por Rosa Matilde Jiménez Cortés / Serie "Rosa, agua y fuego" © 2016
“La hora se despierta temprano y el día se engalana al momento, sin prisa ni contratiempo, sin demora ni retraso. El reloj es puntual y está en marcha girando en redondo buscando un punto fijo para no caer al suelo. Afuera la vida se atavía de rojo y posa con su mejor sonrisa sobre blanco y negro. El manejo de luces contrasta con el reflejo de sombras proyectadas sobre el pavimento, cruzándose unas con otras. La lente de la cámara contrae la pupila y hace un guiño ajustando el gran angular. El desayuno está hambriento y se devora solo. Sobre el mantel quedan migajas de gazuza para la mosca que no ha sido invitada. La lente nuevamente se abre y frunce el entrecejo, el ojo derecho se mueve nervioso tratando de enfocar su objetivo sin mayor éxito. El día avanza y la vida se alumbra sola expulsándose de lleno, abandonando el vientre de la madre sin temor a sentir miedo. La fotografía al fin toma sentido y muestra una imagen difusa… es una niña en edad madura, pintando su mejor momento”. [Fragmento / El Laberinto de Rosa].
LA DIASPORA CHILENA...
El hilo invisible de la Diáspora chilena/un homenaje crìtico a Roberto Bolaño
Por Rolando Gabrielli©2017
La Mistral solo volvió finalmente al valle de su infancia, Huidobro y Neruda iban y venían, De Rokha y Parra permanecieron prácticamente con sus vidas en Chile, Gonzalo Rojas vivió su exilio y regresó a la provincia. Casi todos partieron y regresaron. Raúl Ruíz, un poeta del celuloide, volvió entre fados y amigos a su última morada desde Parìs, tras una larga estadía de película en la ciudad luz y Europa. Claudio Arrauz, el pianista chillanejo, virtuoso, residente en Europa y Estados Unidos, también retornó a su patria chica al final de sus días. Rosamel del Valle regresó de Nueva York y Dìaz Casanueva, exiliado y diplomático, lo hizo después de un largo tiempo. Las listas nunca están completas y siempre son odiosas, pero el poeta Waldo Rojas lleva varias décadas en París, al igual que Oliver Welden en Estados Unidos y ahora España por más de 40 años. Esa cantidad de años pueden ser toda una vida y más. (Conozco que significa ese tiempo y esos años). Omar Lara volvió de la tierra de Drácula y España, el novelista Germán Marín de Barcelona, los poetas Armando Uribe y Efraín Barquero, están en casa, venidos de Francia. Sé que hay más revoloteando por el mundo o en Francia como el pintor Raúl Sotomayor, Sotelo. Dorfman se ha quedado en Estados Unidos con visitas prolongadas al patio y Skármeta regresó de distintos lugares. Gonzalo Millán dejó Canadá y volvió a Santiago. Los exilios de los artistas chilenos, músicos, entre otros, son escalonados en el tiempo de vida republicana y tiránica. Esta es una lista arbitraria, trunca, coja, mutilada como todas, odiosa y no faltaba más, la bests seller Isabel Allende, en California, zona gemela a Chile, pero muy distante. Algunos se quedaron sin aire en la noche del exilio, el calendario, ni la nostalgia les perdonó. Hubo flores quizás, lágrimas, recuerdos, himnos, el gran testigo de la memoria, amigos, la bandera tal vez, deudos, esas palabras de lo irrecuperable como una pieza de museo que nos fue robada. Oscar Hahn se jubiló en Iowa City y volvió. Hubo un momento en que casi todos nos fuimos. Jorge Teillier, Rolando Cárdenas y su banda de sobrevivientes, se quedaron en el bar Unión Chica, esperando el tren a Lautaro o un falucho hacia Punta Arenas. Murieron en Chile con la bandera y las copas al tope. Dos pasajeros inmóviles después del Golpe de Estado, y otros se sumaron también a la diáspora alimentada por una República asesinada, barranco abajo. Los poetas no son santos de devoción de ninguna dictadura, su palabra inquietante irrita sus sensibles oídos. Hernán Valdés, poeta y narrador, fue torturado en la parrilla de Tejas Verdes, un campo de concentración militar, ubicado en el puerto de San Antonio. (Hablé con su novia sueca en un pasaje de Santiago y le dije: me voy. Por Dios, no va a quedar nadie, respondió). Después, Valdés, se convirtió en diáspora en Europa hasta el día de hoy, como el poeta Hernán Lavín Cerda, pero en Mèxico. El Paco Lira Massi murió en extrañas circunstancias en su exilio en París, a los 41 años de edad. No se lo cargó la vida, sino la muerte asesina.
Cien años de soledad. Cincuenta años de gloria
Por Antonio Landauro
A la manera de Los Buddenbrook, la primera novela importante de Thomas Mann, Cien años de soledad ofrece la historia de una familia en el transcurso de varias generaciones. Comienza con el recuerdo que el coronel Aureliano Buendía hace de los momentos en que estuvo frente al pelotón de fusilamiento, cuando “Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras… como huevos prehistóricos”, y termina con el frustrado amor de Aureliano y Amaranta Úrsula, descendientes suyos.
Esta novela publicada en 1967, que simboliza la cumbre del boom latinoamericano, logra que Macondo cautive con su hechizo los ojos del mundo, y los Buendía guíen los pasos de la narrativa del siglo XX de la mano del realismo mágico. Vargas Llosa la compara con el Amadís de Gaula, por la aureola de misterio y mitificación de la realidad que ella presenta.
Aracataca y Macondo donde no existe el tiempo
La pequeña aldea de Aracataca, donde nace Gabriel García Márquez en 1927 –localidad situada al pie de la sierra de Santa Marta, en los Andes colombianos, sobre la costa del Caribe– le sirve para crear el mítico Macondo, en cuyas calles se entrecruzan espíritus benévolos y malévolos con los que se puede hacer negocio; varones más que centenarios que procrean eternamente; tías absurdas que tejen sus propias mortajas; guerras civiles y fiebres extrañas, como la del banano, que deja enormes secuelas de desgracias como cicatrices y llanto de cataratas.
El tiempo no existe en Macondo, está congelado. Es un lugar ardiente, cenagoso, lleno de episodios donde el encantamiento seduce como un choapino mágico y transporta más allá de la verosimilitud. Aquí todo es posible, hasta lo imposible: mito y realidad, magia e historia, brutalidad y la poesía. El autor, que transforma este pueblo en clave de ficción, logra una fascinante alegoría de la sociología latinoamericana e invita a descubrir la laberíntica fisonomía de la condición humana.
POLÍTICA Y ESTÉTICA DEL HORROR EN MÉXICO
César H. Espinosa V.
En México, la más grave pérdida que enfrenta el gobierno ha sido en la guerra civil que sostiene contra la violencia y el crimen organizado. En este punto, heredó de la administración calderonista la calificación de Estado fallido al fracasar en la guerra contra el narco, cuando los cárteles compiten con capacidad de fuego, movilización y control de territorios frente a las fuerzas armadas gubernamentales.
En el libro que Miguel Ángel Granados Chapa dejó inconcluso, Buendía, el primer asesinato de la narcopolítica en México, en torno al homicidio del reconocido periodista el 30 de mayo de 1985, quedó evidenciada la red de complicidades entre personeros de la política del país y los aún incipientes cárteles de aquella época. Era el comienzo de la gran escalada bajo la cual zozobra el país con los dólares y las armas gringas que nutren al “ejército” sicario, la docilidad ante la política antidrogas de EE.UU. y el “negocio del siglo” (el XX y el XXI) para toda suerte de políticos, empresarios, dueños de medios y los propios cárteles en expansión.
En la hegemonía presenciamos también un despliegue de la cultura y la ideología surgido a partir del narco; los grupos en el poder generan demanda e influencia hacia la producción de opiáceos, la cual también se derrama hacia todas las capas sociales. Desde el año 2000 para acá surgió una plétora de novelas, canciones y corridos, películas, series televisivas, instalaciones artísticas y performances que son consumidos con tanta profusión como las mismas drogas.
El baile de las cabezas
PARA QUIÉN SE ESCRIBE
Amílcar Bernal Calderón
Colombia
La asociación de ideas resultante de la coincidencia entre un libro de la biblioteca rayado por un vándalo lector y el recuerdo de la imposible lectura de la novela Ulises, de don James Joyce, posibilitó que en esta madrugada de sábado insomne, tratando de leer a don Julio Cortázar, me haya dado por escribir este exabrupto, que seguramente no será publicado por nadie que respete los monumentos y se incline ante los mitos que la inercia erige. Me refiero a la inercia, porque estoy acostumbrado a que en el ámbito literario se convierte en norma lo que cualquier crítico proclama, aunque el pobre se haya equivocado o esté loquito o le hayan pagado (alguna editorial necesitada de vender un ladrillo disfrazado de novela) para que afirme lo que afirma. Agradezco recordar que al pobre gerundio le cayó la roya desde cuando un crítico dijo que estaba mal usarlo en literatura, o el caso del cuento chino de que en los cuentos es más valioso lo que se oculta que lo que se dice, la teoría del iceberg, que sirvió para vender muchas veces los tontos cuentos de don Ernest Heminway. Ojalá se despierten los polemistas y la emprendan contra mí, lo que me hará sentir vivo a pesar de lo mortuorio de mi edad.
NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XXIV
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
CONSUELO DEL ARTE
Una instalación. Mi inicial contacto con esa clase de demostración “artística” ocurrió cuando en una rectilínea galería situada en el centro de la ciudad, a la que asistí acompañado por Ramiro, gran amigo pintor de acusado perfil renacentista, al que veo de tanto en tanto, tropecé -casi me caigo-, con la esquina de una gigantesca alfombra y le propiné par de patadas intentando sacarla del camino. Cáustico, me alertó Ramiro: ¡Que no te crean un saboteador! ¿Por qué? Hombre, estás pisando la "obra de arte", y conteniendo la carcajada destacó una etiqueta rectangular con los datos de la pieza bajo mi zapato. El comentaba y comentaba, mientras yo vagaba y vagaba alrededor: Nada nuevo; un concepto canonizado apología por los dadaístas, el arte conceptual y el pop art. Se impone una hermenéutica visual fulminante, para que yo pueda gustar del arte contemporáneo.
Lo paradójico del asunto es que la mayoría de los "artistas" del momento son más descuidados que los espectadores. Superior escrupulosidad y respeto muestro apreciando una pieza de arte que muchos de ellos para elaborar las propias. Consideran inútil el oficio, pero lo cierto es que incluso un maestro que termine enviando la preparación a paseo sabe reciclar la técnica en su beneficio. Para mí un pintor que no sepa dibujar es una soberana mierda. Es requisito mínimo. Me detuve en el surrealismo, pero estos imbéciles intentan comenzar en el aire. ¿Qué opinas? La pereza me enmudeció hasta alcanzar un recodo del segundo cubículo: Bueno, mi visión del arte tiende a emparejarse con la tuya: me placen mucho más los tradicionales; sin embargo, tengo dudas acerca de la vehemencia con que opinamos y es precisamente ahí donde irrumpen en manada los cuestionamientos.
NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XXIII
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
EL LIBRO
Permanezco aterrado ante el destino de las bibliotecas. Recién he arribado con datos escalofriantes. Sabido que los tradicionales tarjeteros han desaparecido bajo avasalladoras computadoras -Rosario me ha enseñado a usar la Internet para que no me tome desprevenido-, pero es ¡peor!: planean borrar el libro de la estantería. ¡La desaparición del libro cual artefacto físico! Horror, las bibliotecas digitales son su némesis. ¿Una variante de Ray Bradbury en su Fahrenheit 451? Habrá libros, sí, pero reducidos a piezas de museos. La Internet se apodera de todo.
Parece que accederemos a los libros con achacosos propósitos investigativos, no por placer intelectual o estético. ¿Y qué de lo sensorial? ¿Olvidar el manto de polillas agujereando túneles en murallas de acechantes letras, el seco desplazar de codiciosos dedos por superficies de áspero océano, el hedor de páginas manchadas inseparable de su yugular de tinta cortada por seco golpe eléctrico? Pronto olvidaste las varias infecciones adquiridas por libros contaminados con bacterias. Hasta me ha gustado lamer libros... ¿No te digo? Estás jodido. ¿Se extinguirá la fibra vegetal para regocijo de los que propugnan la inmediatez del "planeta verde", la manida conservación natural? Aterra balbucear la espantosa frase: EL LIBRO HA MUERTO. Urdimbre muda. Desconcierto ante la tecnología informática. ¿No se dice que todo pasa? Sí, pero asusta su rapidez.
Como le diría el lirón a la maravillada Alicia durante el juicio de las tartas, “no hay derecho a crecer a tal velocidad”. No puedo desapegarme... Lo individual... Con mis libros estoy solo, y mejor. No te apegues... ¿No existe apego cuando se busca el desapego? Lo que vendrá es contigo y sin ti... Joseph K. ante escritorios similares a ataúdes del espíritu… si existe el espíritu. Latón universal donde desembocar miserias. Alineadas formaciones de computadoras sustituyendo anaqueles, barridas toneladas y toneladas de volúmenes de espacio destinado a millones de frases que han erigido en crónica la historia humana recordándonos peregrinaje resistente contra la catástrofe de la especie. Información reducida, empaquetada, tapiada en circuitos en los que filosas teclas, armadas con la furia resentida del milenio, descargan su señorial poderío electromagnético para deslumbre de nuestra portentosa ceguera. Lo que ahora digo lleva el estigma de computadora sostenida en lo invisible. Bien, de sucumbir el libro debería comprometerme a escribir a mano; sería mi solitario acto de protesta. Pero no depende de mí; además, estoy medio reumático.
Siguen cayendo bombas mientras el petróleo genera plástico para las tarjetas de crédito, refinado estrato de la usura moderna. Una espada de petróleo abarcando puntos cardinales; hexágono diamantino apuntando a las galaxias. El libro tecnológico: el artilugio denominado Kindle, similar a un cuaderno o pizarrita. Especial ventaja de las bibliotecas digitales supondría traer de vuelta a autores en desuso, e incluso favorecer a aquéllos no publicados, compelidos a amontonar su labor en armarios decorados con retorcidos hongos. Grotesco andar cargando del cuello esos diminutos termómetros conteniendo millones de libros y películas. Los DVD, que prometían nitidez incomparable, desplazaron a los videos, que a su vez hicieron desaparecer a los Betas hace décadas, pero ya comienzan a ser arrinconados por la superior definición que ofrece el Blu-Ray.
ESTO NO ES FICCIÓN
Episodio TRES: [Entre BURUNDANGAS te veas]
By Copyright©José Agustín Orozco Messa.
All rights reserved.
Acto I
“Songo le dio a Borondongo
Borondongo le dio a Bernabé
Bernabé le pegó a Muchilanga
le echó a Burundanga
Les hinchan los pies…”
Canción Burundanga, Celia Cruz
Burundanga ha sido una bestia toda su vida. Lo fue de niño y lo sigue siendo de grande. Aunque el apodo se lo ganó de pequeño, porque parecía un animal rabioso que repartía manotazos y patadas contra sus compañeros de primaria, sin importar si eran grandes o chicos, siempre que alguno de ellos no quería seguir sus órdenes. Resultó que, ya adulto, le seguían llamando Burundanga, aunque por otras razones que ya veremos. Pero no se piense que había diferencia entre el Burundanga niño y el adulto, porque invariablemente, todo lo quería arreglar a manotazos siempre. De allí que le pusieran Burundanga porque, en el imaginario de sus compañeros de primaria: esa palabra era sinónimo de “niño salvaje”, “bestia salvaje” o “una especie de Tarzán bestial y animalesco”.
NOVELA: YO BIPOLAR.
Capítulo XX
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados,
sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Nicolás Boileau
Por Jesús I. Callejas
EVALUACION
Hoy dormí tres siestas. ¿Por qué no morir de placidez? ¿Mejor matarse con lentitud desmemoriada? La muerte o el olvido de ser... o del Ser. Sigue comiendo mierda encaramado en la nube con el arpa desflecada. Al ir a una burocrática gestión del seguro social, la empleada se mostró grosera porque no entendí sus indicaciones. En ocasiones puedo ser bocón, impertinente, por lo que he tenido que aprender a controlar mi virulencia, más por conveniencia que por humildad, así que, en vez de responder a su desplante la miré compasivo discurriendo: Esconde la amargura, oh, carne infeliz, bajo tu culo gordo, defenestrado en la silla donde se mantendrá por treinta años en espera del retiro que tampoco le dará contento: No tendrás energía para disfrutarlo. Continentes apócrifos. Toda sociedad dual genera orates: Mastúrbate sin cohabitar; bebe licor sin emborracharte; haz vida social desconfiando del prójimo.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y EL ARTE LATINOAMERICANO
Por Mario Alejandro Vergara Leiva (1)
A los 17 años leí por primera vez Cien años de soledad. Con ella aprendí a mirar la realidad más allá del espejo de la cotidianidad. Y en el ir y venir de esos años mozos, con cada página de ese libro maravilloso, fui abriendo las ventanas de la percepción. Aisthetiké la nombraron los antiguos griegos, para definir a esa rama de la filosofía, que se encarga del problema del arte, la belleza y la naturaleza; de cómo percibimos los seres humanos el mundo a través de los sentidos, de cómo intuimos la verdad antes de hacerla racional en el proceso cognitivo, lógico y científico. Ciencia que estudia el origen del sentimiento puro y su manifestación: el Arte, en palabras de Emanuel Kant en su Crítica del juicio.
Premios Municipales 2015 de la I. Municipalidad de Santiago
La Municipalidad de Santiago invita a participar a los artistas, creadores, escritores y gestores en los Premios Municipales 2015, en las siguientes modalidades:
1.- PREMIO MUNICIPAL DE LITERATURA: para obras publicadas en primera edición durante el año 2014, en los géneros Novela, Cuento, Poesía, Ensayo, Referencial, Investigación periodística, Dramaturgia, Literatura infantil, Literatura juvenil y Edición.
Las obras serán recepcionadas entre los días 24 de julio al 24 de agosto del presente año, de lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 hrs., en el Museo de Santiago Casa Colorada, Merced 860.
2.- PREMIO MUNICIPAL JUEGOS LITERARIOS GABRIELA MISTRAL: para obras inéditas en las siguientes categorías y géneros:
- Categoría Juvenil, para autores entre los 14 y 25 años, en los géneros Cuento y Poesía
- Categoría Adulto, para autores mayores de 25 años, en los géneros Cuento, Poesía y Novela.