Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 26.
12 de Febrero al
12 de Marzo de 2001.

KRZYSZTOF KIESLOWSKI
LA ETERNA BÚSQUEDA DEL ALMA

Desde Chile, Rubila Andrea Araya Ariztía

Krzysztof Kieslowski

El 2 de noviembre de 1993 le dijo a un periodista "No haré más películas. Tengo 52 años y creo que ya es suficiente con lo que hice. Dirigí muchas películas - ahora basta!. Deseo hacer lo mismo que usted y muchos otros sueñan hacer: Nada!...Y dos años después dejó de existir, luego de rodar la famosa trilogía "Tres colores", quien fuera junto a Polanski, Wajda y Zanussi uno de los máximos exponentes del cine polaco y, por qué no, del europeo, no sin antes dejarnos un hermoso legado que trata no sólo del hombre en su exterioridad sino del intrincado mundo de sensaciones y emociones que conforman su interior.

Y es que así fue Krzysztof Kieslowski, que dedicó su carrera a descubrir lo que él llamó el lado oscuro del ser humano, no el claro, donde se da su desarrollo social, sino el que surge en la soledad interna, donde se manifiestan los estado de ánimo, los sentimientos y los miedos más íntimos. Nunca realizó un trabajo porque sí, sino hasta encontrarle un profundo sentido, razón por la que, cuando consideró que su tarea estaba terminada, se retiró a la tranquilidad de su hogar para descansar, cosa que hizo hasta que en el verano 1995 un ataqué cardiaco puso fin a su vida, a la edad de 54 años, luego de sufrir una larga enfermedad.

Las primeras manifestaciones de un talento no reconocido

Krzysztof Kieslowski

Kieslowski nació en Varsovia, Polonia, el 27 de junio de 1941, su infancia modesta estuvo a menudo acompañada por sentimientos de infelicidad. Porque no era bueno en los estudios, por poco no llega a descubrir el talento como director que pondría más adelante en práctica, ya que terminado su primer ciclo en el colegio, ingresó a la escuela de bomberos, la cual abandonó meses más tarde, con la intención de volver a estudiar.

En 1957 entró a la escuela de técnicas teatrales de Varsovia, donde se diplomó en pintura escenográfica y surgió su interés en convertirse en director teatral, por lo que mientras trabajaba como guardarropía en un teatro, y luego de dos intentos fallidos, logró entrar en la prestigiosa escuela de Cine de Lodz, en donde también se habían licenciado Roman Polanski y Andrzej Wajda, quien además fue su maestro.

Krzysztof Kieslowski

En Lodz se encontró con intelectuales que podían manifestar sus ideas en forma más o menos libre, sin miedo a que su pensamiento fuera contrario o diferente al sistema comunista que imperaba en los países soviéticos; allí no existía el racismo político, aunque la oleada antisemita del 68, hizo a varios profesores dejar la escuela. También se vivía un movido ambiente cultural en el que se tocaba jazz, se veía películas extranjeras, y se leía a escritores latinoamericanos, asiáticos y occidentales.

Fue este el mundo que fue formando y sacando a relucir el talento de Krzysztof Kieslowski, quién alguna vez declaró con modestia que "de tener talento, hubiera preferido ser novelista y no habría dirigido películas". Luego de graduarse en 1969, con el documental "La ciudad de Lodz" (Z miasta Lodzi), se dedicó por casi 10 años a realizar documentales para la WFD (productora estatal de documentales), su primer trabajo profesional fue "La fábrica" (Fabryka), que por mostrar un enfoque demasiado simpatizante con el proletariado, tuvo que esperar bastante tiempo para ser exhibido.

Rojo

Su debut cinematográfico fue en 1976, con la película "La cicatriz" (Blizna), pero antes ya había realizado el cortometraje "El primer amor " (Pierwsza milosc - 1974) y había sido premiado por su telefilm titulado "El personal" (Personnel - 1975).

Con "La cicatriz" obtuvo el primer lugar en el Festival de Cine Moscú y comenzó a darse a conocer como uno de los más destacados de la escuela polaca con un gran número de filmes como "Sin final" (Bez Konca) y "El azar" (Przypadek). Pero con su serie televisiva "Decálogo" (Dekalog - 1987), con capítulos basados en los 10 mandamientos, que para Kieslowski representaban su propia declaración de principios, fue catapultado como una de las joyas más valiosas del cine del eje soviético.

Desde Polonia hacia Europa y el mundo

"La doble vida de Verónica"

Con la caída de la cortina de acero en 1990, se abrieron las ventanas hacia Europa y a partir de esto comenzó a ser conocida su obra en el resto del mundo, que a pesar de no tener un contenido comercial, gozó de gran éxito de taquilla, sobre todo entre la gente joven.

Sus cintas de 1988 y 1989, "Una breve historia sobre el amor" y "No matarás", tuvieron destacada participación en los festivales de Berlín, Cannes y San Sebastián.

Su primer lazo con el continente europeo, lo forjó con la afamada película "La doble vida de Verónica" (La double vie de Veronique - 1991), que plantea la teoría de las vidas paralelas a través de la historia de dos mujeres, que sin conocerse y estando una en Polonia y la otra en Francia, parecen ser dos versiones de la misma persona.

Blanco

Para la mayor parte de los admiradores del trabajo de este director polaco, la contienda acerca de cuál es su mejor película está entre "La doble vida de Verónica", "Blue", "Blanc" y "Rouge"; pero sobre estas tres últimas, hasta hoy no se llega a un consenso respecto a cuál es la más buena y cuál es la peor, ya que, indistintamente, la que para algunos es la máxima exponente de la maestría de este realizador, para otros, perfectamente puede ser considerada lo más malo éste ha hecho en su carrera.

Aún así, las tres películas, basadas en los ideales universales de libertad, igualdad y fraternidad, representados por los colores de la bandera francesa, recibieron distintos premios y nominaciones en casi todos los festivales de cine del mundo.

"Azul" ganó en 1993 el León de oro en Venecia y Juliette Binoche, su protagonista, fue elegida mejor actriz; por "Blanco", Krzysztof Kieslowski fue galardonado con el premio al mejor director en el Festival de Berlín.

Blanco

En 1995 "Rojo" fue nominada en Hollywood a mejor guión original (kieslowski y Piesiewz), mejor fotografía (Sobocinski) y mejor película, pero no ganó en ninguna categoría. Al final la estatuilla del Oscar fue para Robert Zemekis, por la película "Forrest Gump".

El delicado lenguaje de la intimidad del ser

Elemento constante en las realizaciones de Kieslowski, consideradas por muchos verdaderas obras de arte, ya sea por su eterna búsqueda de los misterios del alma o por lo cuidado de la fotografía y la musicalización, es la capacidad de narrar historias, que sin grandes y rebuscados acontecimientos, logran transparentar el particular universo de emociones que lleva cada ser en su fuero interno, de manera sutil pero a la vez clara y definida, que, sin caer en obviedades, permite identificar los propios sentimientos con los de ese ser ficticio y así comprender, a través de nuestro interior, el que esconde pero a la vez rebela, aquél hombre o aquella mujer que vemos sufrir, amar, llorar o, simplemente, vivir en la pantalla.

"La doble vida de Verónica"

Según el mismo Krzysztof Kieslowski "La cualidad con la que será narrada la historia es extremadamente importante, porque creo que todo artista, al igual que todo hombre, en el fondo, cuenta siempre la misma historia. Siempre se habla de amor, de odio o de la muerte; de esas cosas hablamos con pasión, pero es el tono con el que se habla el verdadero punto esencial. Yo creo que el hombre siempre ha necesitado historias: para entenderse mejor a sí mismo y a los demás, para acercarse al misterio de la existencia, al qué supone estar en este mundo"

Además, están todos esos detalles que le van dando belleza a la transición de imágenes o que son casi inadvertidos por su delicadeza, pero que al final, como un rompecabezas, cobran sentido y se transforman en elementos trascendentales para comprender la historia. Cómo olvidar cuando Julie (Juliette Binoche - Blue), hecha a la basura las partituras de su marido muerto en el accidente, al tiempo que con el caer de las hojas se van escuchando las melodías en ellas impregnadas; o ignorar aquella seguidilla de detalles que en "Rouge" unen las vidas del Juez (Jean-Louis Trintignant), Valentín (Irine Jacob) y Auguste (Jean Pierre Lorit), como la foto publicitaria en la que aparece la joven, cuya imagen se repite al final cuando se encuentra con el abogado, o la pluma que posee el juez que al igual que Aguste, le había sido regalada por su novia al dar su examen de grado.

Azul - Juliette Binoche

Este director polaco, premiado en Cracovia, Moscú, Cannes, Venecia, Berlín y San Sebastián, por mencionar algunos festivales, siempre demostró un gran sentido para entender y comunicar las cosas de la existencia humana, por eso, luego de rodar estas tres grandes películas y dejar hechos los guiones de otra trilogía ("Cielo", "Infierno" y "Purgatorio"), consideró que era el momento indicado para abandonar el cine e ir en busca de paz para vivir, aunque él mismo reconoció alguna vez que "el lograr la paz, en sí, no es algo interesante. Lo único importante es el camino que se recorre en ese intento y la voluntad de empeñarse en ello".

Si quieres comunicarte con Rubila Araya puedes hacerlo a: rarayav@ctcreuna.cl
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