Mauricio Otero
LA EPOPEYA “IMPOSIBLE” DE NICANOR PARRA
Por Mauricio Otero
¿Por qué no se le ha concedido el Premio Nóbel al antipoeta chileno? Nunca es tarde, decimos en Chile, en cuanto a desfacer entuertos, para un país que después de la memorable frase de Salvador Allende 'más temprano que tarde.' Y el Premio no llega. Tal vez a don Nica le faltó escribir un Poema EPICO. Con todo lo que sustancia de su tierra, su historia y su gente, no lo ha hecho. Y ACASO SEA UNA TAREA IMPOSIBLE, pues la solemnidad, ese 'tonto solemne' no se puede dar en la antipoesía, tal como la conocemos en Parra, parreando. ¿No puede haber una especie de Ópera de Chile? (como la que comencé a escribir al reiniciar la democracia, a pesar de que la mía es obra no estrenada y titulada La ópera del pueblo de Chile. Ni siquiera Isabel, la hija del presidente mártir, me contestó la carta en que le solicitaba una anuencia para llevarla a escena.) Pero volvamos a Parra, el 'viejo diablo', que no tiene velas en ningún cementerio y que se ríe a carcajadas de su propia muerte, a la que llamó mi 'vieja lacha', a la que le prometió antes de morir, 'te voy a echar una güena cacha', palabras de Nicanor. Con ese tono, la epopeya no cuenta destino.
CORDERO DE LUZ
Por Guillermo Soto
SE LANZA LIBRO "CORDERO DE LUZ", DEL COLUMNISTA ESTABLE MAURICIO OTERO. ENTREGAMOS AQUÍ UNA ENTREVISTA QUE ANTECEDE A LA PRESENTACIÓN DE UN POEMARIO SEÑALADO A CONVERTIRSE EN UNO DE LOS ACONTECIMIENTOS MÁS IMPORTANTES DE LA ACTUAL SITUACIÓN DE LA POESÍA CHILENA , UN LICTOR O NEPENTE QUE HARÁ HISTORIA EN EL PANORAMA NACIONAL.
Como siempre sucede, se comentaba que el poeta osornino, que no editaba en papel desde 1995, tenía terminadas las fases de impresión de esta obra, concretamente con Gráfica LOM, noticia que se confirmó al cierre de este número.
Visitamos al vate volcánico en su residencia, en el centro de Osorno, un día de los que los sureños llaman 'llueve y sale el sol' (y vuelve a llover). Otero nos solicitó acudir en la tarde, pues había dado 'la noche con la mañana', tras una maratón de lectura. 'Espero sea la crónica de una revida anunciada', nos dice sonriente. Los libros están por todas partes y siempre tiene uno en la mano marcado; 'éste no lo he rayado con notas, he cometido muchos librocidios, pero Las mil y una noches siempre se salva', ríe con una sonrisa fresca y no deja de hablar con ansiedad y entusiasmo. Se ve dichoso, 'a pesar de mis dolencias. Nacido en 1960, este solitario empedernido está 'casado con la poesía y es muy celosa': salvo amores tormentosos y aventuras dulces, no se ha matrimoniado ni tenido hijos.
Literatura y comunicaciones
PROTOGNOSIS POETICA
Desde Osorno, Mauricio Otero
Un poema esencial, es el verso sin cuerpo vagando en la nada, donde no hay ejes, no sabe si tiene vida propia, se pregunta en su descarnado si se imagina, si puede encarnar alguna vez, si puede dejar de soñar y despertar (a un poeta) para no sentir esa soledad eterna, que como dios lo condena a la incertidumbre, con el tema humano, universal desde la óptica del verso como con 'existencia' propia e independiente, y se dirige a cualquier ente cualquier sustancia donde pueda tener una verdad, una certidumbre, porque no sabe nada, como el humano, a quien parece llamar en socorro, son susurros celestes protohistóricos, protognómicos que dirige a su amado ser, su dios que puede darle sustento, el hombre, hablando como él, porque a fin de cuentas no puede existir sin ese sueño de ser que le ofrece, que busca en su naufragio al hombre-poeta, de las verdades primigenias, pero no hay nada cierto, es aproximarse y despertarlo. No le da respuestas, le sugiere, lo inquieta y le conmueve porque es su hermano, su padre, su ser, el cielo y el infierno, la nada y el todo, el ser humano, su dios, el único posible dentro de su imposibilidad.
No, nada personal, sí universales. El poema debe inquietar, dejar pensando.
POESÍA, LO QUE NO ES
Desde Osorno, Mauricio Otero
Ya unos años, tras una vida de lecturas y de escribir, señalé la poesía moderna, con una antífrasis: Lo que no es.
¿Por qué sostengo esto?
Supongamos que alguna vez existió la nada y luego hubo tinieblas y entonces nació la luz… Vino el hombre, con sus necesidades, a satisfacerlas. La poesía surge como ritual, celebración en torno del fuego, para dar gracias a los dioses por el alimento. Se hizo devocionaria, maestra, iniciada. Mas lo que sí mudó de aires fue que no se mantuvo al pie de la letra cantando lo que existe, la rosa, sino hacerla florecer en el poema, dice Huidobro, el genio moderno por excelencia. Darío en su tiempo no mentía, ni Neruda con sus odas, eran de salón o de la calle, almibarada o popular. Apareció Parra y nos dejó a todos echando sangre por las narices con su montaña rusa, su antipoesía. Entonces verso y antiverso. Por inverosímil que pareció la revolución de Nicanor cambió nuevamente lo poético. Hijo de Huidobro, costumbrista la mayor parte y dislocalor. Y para ello el humor cargado le ha venido bien, un acierto, que se venía gestando.
¿Cuál es la misión de la poesía hoy, siglo XXI? Pensar, ser creadores, en un momento en que todo tiende a dormirnos, los medios, la televisión, un mundo hecho y previsible, de lugares comunes, para peor, chabacano. Más aun, cada poeta es un universo o más. Tenemos que dar vuelta el globo del mundo, como decía Pessoa, ver qué hay del revés. Yo sostengo voltear el alma, romperla, provocar un quiebre radical entre lo que antes de leer había y lo que después.
“LIMONES AMARGOS” DE UNA EPIFANÍA
Desde Osorno, Mauricio Otero
La novela del poeta inglés Lawrence Durrell (1912-1990) comienza como una preciosa estampa, con descripciones impresionistas en que el aliento se empieza a mantener en vilo, fascinación que ocurre hasta el fin de esta crónica paradójicamente atemporal, donde el caso de Chipre y su Enosis, es sólo un excelente pretexto para sumergirnos en la belleza poética más maravillosa vista en prosa en la edad contemporánea. El ángulo del narrador es el de un periodista y diplomático en servicio a la corona y desde esa posición va dando lecciones de una sabiduría inmensa en política y relaciones internacionales, de manera tal que se le puede considerar como un Maquiavelo o manual del 'sentido común' y de las artes de gobernar, vigentes. No pude evitar asociar esta obra con otras: con los hermanos Goncourt, con Yourcenar, con Dylan Thomas y su Bajo el Bosque Lácteo, sobre todo, en cuyo final se le asemeja y es una continuación surrealista. Como no podía esperarse menos, la presencia fantasmal de Rimbaud en los parajes espirituales, ahora vistos por unos ojos que no dejan de asombrarse de la calidez humana de un pueblo dependiente que anhela libertad y que la busca en su símil griego, son un contrapunto de la prosa realidad versus la poesía y la fantasía. De la guerra y la paz, del cuerpo y el alma.
Literatura y comunicaciones
JAQUE A LA RAZÓN
Desde Osorno, Mauricio Otero
La novela del osornino Germán Bielefeldt, ha venido a voltear la mirada hacia el pasado, de un modo crítico y asertivo. Desde la performance de la presentación, uno entró en la atmósfera angustiante de sentirse tocando un tiempo en que el escritor era 'interrogado' en penumbras con una luz que le daba a la cara, signo inequívoco de lo que preludiaba su argumento.
Literatura y comunicaciones
“DESGRACIA”: ÓPERA BRUTAL DE COETZEE
Por Mauricio Otero
Escrita la novela como un guión 'cinematográfico', se constituye en una crónica de un forastero, con el trasfondo de una ópera grotesca y su elemento de melodrama, que representa la decadencia de un hombre, David Lurie, profesor de literatura de Ciudad del Cabo, que cayó en desgracia tras inmiscuirse sexualmente con una alumna, lo que podríamos verlo como una mera anécdota de un viejo verde, mas al pasar de los capítulos, el docente sancionado, perdida su carrera universitaria, se dedica a hacer un retiro viajando a ver a su hija, Lucy, a la sazón lesbiana y empeñada en llevar una vida "independiente" en el campo, visita en la cual son víctimas de un asalto, en el que violan a Lucy tres hombres y a él lo hieren quemándolo y encerrándolo en el baño, sin que pudiera socorrerla, a resultas de que de esa violación su hija quedará embarazada y lo peor, decidirá tener el hijo con terquedad, un vástago procedente del odio, de la marca de un perro que orina para marcar el territorio, esclavizándola, integrándola a su clan casi tribal, de acuerdo a las costumbres africanas. Esta es la Desgracia mayor que cuenta el libro y la que sobrellevaba el académico no era una situación menor.
GUNNAR EKELÖF, GENIO DE LA SÍNTESIS
Por Mauricio Otero
En su obra cumbre, "DIWAN", Gunnar Ekelöf, desarrolla a partir de una leyenda la proeza iniciada por W. Blake, de sintetizar los elementos y conceptos, desmitificando a la vez que creando un no-mito paralelo como tesis, echando abajo el aparato de mentiras e infundios en que se basan las creencias religiosas, sobre todo la cristiana, rescatando de varias tradiciones sepultadas en las tinieblas del tiempo, al Príncipe Emgion, caído en desgracia, condenado a cegamiento al encontrarse entre dos bandos de una guerra por el poder. Ciego pues, es decir, desde la Oscuridad deviene en el Vidente órfico que nos relata sobre la verdad del mundo y el no mundo.
"Diwán" es entonces el testimonio legendario de un vate que canta en lo Negro, y desde ese no color que reúne todos los colores, la Libertad final de los seres, de todos los seres, del amor, que halla en una "Virgen Prostituta", sea pues, la antítesis de otras santas, en la Madre de todos y de ninguno, la que da amor a todos, la pobre, mísera y vieja entre las míseras, aparecida con Mil y Una noches en Oriente, para ofrendarse y 'salvar' de su castigo al Príncipe de la Noche, quien es su Complemento Natural y amoroso último, sin y con la cual, no puede vivirse más en el mundo de los hombres, iniciando citas CIEGAS CON SU 'salvadora', mediante el 'tacto' de los muros de una Ciudad donde los hombres son enjabelgados de manera horizontal y no representan más que puntos y cruces enrevesadas o inversas, de un cementerio total de la humanidad, donde Nadie se halla y todos a la vez.
WILLIAM BLAKE, MÍSTICO Y RADICAL
Por Mauricio Otero
El poeta, pintor y grabador inglés (1757-1827) considerado un "lunático" en su época, dio cara al mañana en su obra al profetizar que no había religiones, que todas son una sola y que el ser más divino era el humano imaginándolo eterno.
"Dios se hace presente y Dios es luz/ a las pobres almas que habitan en la noche/ Más en pleno muestra su forma humana/ a quienes habitan los reinos diurnos", escribió en "Augurios de inocencia", como pidió luego Nietzsche.
"En los dos primeros versos, la alusión a los deístas es evidente y no está exenta de ironía, en contraste con los dos últimos en que la visión que los radicales tienen de la divinidad se muestra en toda su fuerza".
En sus versos predicó la rebelión de Adán y llamaba al Jehová bíblico "Nobodaddy" (el padre de nadie), o Urizen. Blake pertenecía a la orden secreta de los ranters, influenciado por Böhme y Paracelso, citándolos en "El matrimonio del cielo y del infierno".
LA FILOSOFIA DE LOS MUERTOS - EN EL PLANETA MÁS BELLO VIVE LA LUZ
Por Mauricio Otero
LA FILOSOFIA DE LOS MUERTOS
"La muerte no tiene sentido", decían los extintos, "¡para qué morirla!", agregaban con resignación, "más valiera nunca haber fallecido y estar siempre vivos".
Después de su rutina diaria, se juntaban a conversar, a hacer filosofía, consultando el Libro de la Vida y de la Muerte, obteniendo conclusiones atrevidas, intentando hallar la sustancia de la existencia, pero con cierta desazón hacían cuestiones tales: "¿Cómo será estar vivo? Debe ser distinto a esto..." Y echaban a volar sus sueños, mientras bebían en copas negras un mosto viejo. De madrugada terminaban tirados por cualquier parte, durmiendo con semblantes de enamorados perdidos que han luchado por el amor y no lo han encontrado.
Unos habían intentado suicidarse, dejando notas que el rocío mustio del amanecer disipaba como suaves palomas blancas de nubecillas tristes... Hasta que llegaba el sol negro alumbrando con frío sus rostros pálidos, y tiritando se despertaban penosamente e iniciaban la jornada; aunque al entrar de lleno el día, retornaban a trabajar denodadamente.
LA CIUDAD MUERTA
Por Mauricio Otero
Me advirtieron: “En adelante, no hay camino. No vaya. No existe nada. Es una ciudad desierta, deshabitada hace mucho tiempo.” Pero no sé de qué sueños yo la recordaba, de otra era, otra vida, tal vez de un ser distinto a mí, que me hubiera imaginado. Eso la hacía aún más atrayente.
A kilómetros de ella, conseguí un caballo negro y cabalgué horas y horas. A medida que avanzaba, iba viendo las hierbas secas, los pastizales largos y descuidados, que no crecían por demasiado. El polvo y el gris del cielo, cada vez más densos…Sentía que me ahogaba y mi caballo resoplaba por el belfo, agotado. Venía el alba cuando divisé, entre una película desvelada una muralla, borrosa, irreal, fosca, impenetrable. Mi jamelgo se detuvo con terror. Tuve que tirarle de las bridas y caminar con él. Llegamos en una lenta procesión de dos solitarios desesperados, mas, tras el milagro, aunque estéril, que atrae a un alma en reciente duelo. Lentamente, en el silencio espectral, fuimos ingresando. Pude ver casas y edificios de esplendor, pero estaban cerrados y abandonados. Al centro, en la plaza de armas, contemplé con horror cerval estatuas obscurecidas de piedra: un toro con los ojos vaciados, un ciervo con una saeta clavada en su corazón, que semejaba que todavía manaba su tierna herida; me figuré una amante dejada para siempre en el bosque de la soledad.
LA CASA DE LOS MUERTOS
Por Mauricio Otero
"Pero he aquí que estamos en plena noche. Yo me estremezco y me despierto bruscamente. En el catre el viejo ora siempre y orará hasta la aurora. Alí descansa dulcemente a mi lado. Habla con sus hermanos sobre el teatro y ríe entre sueños. A mi pesar contemplo su apacible rostro de adolescente. Poco a poco me represento en mi espíritu todo lo sucedido; yo paso revista a los últimos días, a las fiestas, y me imagino los meses transcurridos. Lleno de horror levanto la cabeza, y miro a los que duermen, mis camaradas, a la luz temblorosa del candil del recinto. Yo contemplo sus caras pálidas, sus lechos miserables, su desnudez y su miseria allí de manifiesto; yo los miro para asegurarme bien de que no se trata de un sueño abominable, sino de la realidad. Sí, la realidad. Se oye un quejido, alguien mueve pesadamente su brazo, sacude su cadena. Un preso se sobresalta y se pone a refunfuñar en tanto que el anciano sigue en el camastro por todos 'los cristianos ortodoxos'; yo oigo las palabras de su oración pronunciadas lentamente, dulcemente, con mesura: '¡Señor, Dios mío, tened piedad de mí...'
'¡Yo no permaneceré aquí siempre -me dije-; sólo estoy aquí por varios años!' Y dejé caer mi cabeza sobre la almohada."
EL VERDUGO
Por Mauricio Otero
Hemos leído todas las obras de Pedro Martínez. En ellas hay un hilo que las une, que es la paradoja del mito, ya bíblico, prudencial, filosófico o ensayístico. Ahora con el libro de cuentos "El Verdugo", el lector se asombrará de su capacidad. Uno de los relatos que me sorprendió positivamente ha sido "La hiedra de Viena", gran cuento, con imaginación, fantasía, poesía, terror metafísico, paradójico. Muchas virtudes. Lo destaco, junto a "La carta", notable, de un final que nos perplejiza y desconcierta. Afirmo que Pedro Martínez es en estos momentos el mejor narrador osornino. Tiene que corregir ciertas palinfrasias y sus cuentos adquieren aun mayor doridad. Debemos estar orgullosos de él, nacido y vivido en su tierra. Anotamos que desde "Tres testigos de la pasión" en adelante, se advierten reminiscencias de escritores portentosos que la humanidad ha gozado. El Nóbel Lagerkvist, Kafka, Poe, Hemingway. Es decir, como debía esperarse, tenemos a un autor culto y estas referencias hablan de su carácter libresco concentrado. Martínez no escribe de este tiempo, sino toda su vida.
Otra historia interesante, que los lectores van a admirar, se denomina "El último viaje", que pareciera escrito por Poe, otro Poe, así de fabulador y terrorífico. De su estilo, se observa que narra con frescura, naturalidad, soltura, dominio de lenguaje. Es decir, con talento. El volumen está dedicado al maestro Eugenio Matus, constituyendo bello y merecido homenaje. "La guerra entre Maguncia y Altamira", otra historia, trágica y pintoresca, divertida, por un lío de faldas.
PANERO Y YO: POETAS DELIRANTES DE ESTUPEFACCIÓN
Por Mauricio Otero
Comenzaré diciendo, u orando (orare, orate) que mi admirado tempranamente Leopoldo María Panero no está 'loco', como se ha querido presentar por ciertos periodistas o editores. Puedo afirmar que en el mundo contemporáneo ES LA MENTE MÁS LÚCIDA QUE DIVISA LA TIERRA. (Divisa, porque no se puede pisar.) Como él -y lo digo sin presunción y con dolor- he sufrido trastornos similares desde mi primera juventud, con una internación en un hospital. De modo que si lo confieso podría ser quizás con vergüenza para la sociedad, pero de una remisión que me permite llevar una vida 'normal'. Desde mi experiencia personal en semejante afección y como vate del fin del mundo, puedo sostener categóricamente que Leopoldo no está demente. Se trata de un 'Paranoidista Crítico', como señaló Salvador Dalí. Es más, estamos ante seres con mayor coraje que hollan el planeta, lejos de otros locos más peligrosos que la están destrozando. Su semblante, de acuerdo a la fotografía que publicó El Mercurio, es el de un ser 'bloqueado' por los medicamentos, nublado, con un estrés traumático demasiado fuerte, que recuerda a un niño víctima de la guerra. El 'delirio', que es un estado de gracia, reverenciado en la antigüedad en los oráculos, como grandes maestros iniciados, es una forma de fuga del mundo de la locura verdadera, homicida, plutolátrica, que devasta a la Humanidad con todo lo que ella contiene.
ARMANDO URIBE: POETA ENAMORADO DE LA MUERTE, ¡LEVÁNTESE! - ENFERMEDADES GENIALES Y CREADORES - EL LLANTO DE ANTILLANCA - EL GRAN INQUISIDOR - ¿Y LA DEMOCRACIA CULTURAL EN CHILE?
EL GRAN INQUISIDOR
Por Mauricio Otero
El genio de Dostoievski es eterno. Hay en su novela Los hermanos Karamázov un capítulo de singular actualidad, bajo el nombre que titulamos. Es un poema.
La escena se desarrolla en Sevilla, en tiempos de la Inquisición y refiere la supuesta Segunda Venida de Cristo. En esa época, a quince siglos de la muerte y resurrección, éste adviene y realiza en ese pueblo agobiado otra vez milagros similares. Resucita a una niñita cuya madre clama. Todos lo veneran y le siguen. Eso ocurría a las puertas de la Catedral. Pero he que el Inquisidor viene saliendo de allí y de inmediato lo advierte. Le mira y ordena a sus soldados detener a Jesús. La gente temerosa deja actuar. Jesús es llevado a la cárcel. Permanece solo. Al caer la noche, provisto de un farol, el cardenal ingresa a la celda y le lanza el discurso que sigue, aquí resumido:
"Tú viniste la primera vez para liberar a los hombres, enseñarles a ser fuertes y tomar el pan del cielo al pan de la tierra. Les señalaste el camino del sacrificio de elegir por sí mismos el bien o el mal.