EL GRAN JUEGO
Todo es un juego
El caos originario
Y el azar de mil cabezas
Que procesa
Los elementos del paisaje
Todo es un juego
El hombre mismo
Que no hubiera sido
posible
Sin la estampida primigenia
Y sin el venturoso
asteroide
Que le despejó
el camino
A sus ancestros
Todo es un juego
Un juego que alguien
juega
En las afueras del
tiempo
Y nosotros, efímeros
alfiles
Que nos movemos en
el cieno
Apenas alcanzamos a
columbrar
Su sombra
1.999
JUPITER
Sol arrepentido
Inmenso dragón
acobardado
Tu rostro cristalino
Desordenado por el
viento
Deja escapar una lágrima
Cada vez que la estrella
Que te alumbra
Te recuerda la majestad
De su horno desplegado
Ensimismado escondes
En las inmensas y quemantes
Aguas de tu cuerpo
La extraña serenidad
De la impotencia
1.999
ELECTRÓN
Emisario diminuto del
designio
Que reinas en el mundo
De las realidades
inciertas
Pequeño arquitecto
de la substancia
Saltador curioso
Que invades otras órbitas
Para que la vida ocurra
Con la palabra del
físico
La razón te
dice gracias
Gracias por estar
Justo en el lugar
exacto
Definido por el Fuego
2000
PITÁGORAS
Por la sabiduría
del fuego
Que hoy todos conocemos
Sabías que el
hombre surca
De la mano de Cronos
Las distancias siderales
Dijiste que la cantidad
Es la esencia
Que los números
definen
La forma de los seres
Su evolución
y su destino
Y le enseñaste
a tus discípulos
La figura y la fórmula
del vuelo
Supiste también
que la armonía
Es el lenguaje de
los astros
La razón del
cuerpo que se mece
El hilo conductor de
la belleza
Y la puerta de entrada
al castillo
Del poder que mueve
Las poleas del amor
Y de todo lo visible
Pensaste en el alma
sutil
De cada mundo
En ese hogar etéreo
que lleva
Por los ríos
eléctricos del cosmos
El mensaje del espíritu
Y que se nutre de la
fuente
Siempre viva del origen
En algún lugar
de Menfis
Aprendiste que el ser
humano es
Un grano de polvo
En un tapete de energía
interminable
Apenas un instante
Una esperanza vestida
de vida
En esta danza eterna
del fuego
De los dioses
2000
LOS SONIDOS DEL
TIEMPO
Desde las franjas lejanas
del espacio:
El eco de un chorro
estelar de gas
Que se pierde en la
densidad infinita
El estallido de una
estrella de neutrones
La silbante melodía
de las cenizas
De una nebulosa
El gemido de un astro
moribundo
El choque de un neutrino
Con el hidrógeno
que viaja libre
Por los predios siderales
El fulgor de una explosión
De rayos gamma
Las partículas
del pasado
Que viajan ondulantes
Hacia el punto de
partida
Y la respiración
de quien maneja
Los controles de la
obra
Apoltronado en las
orillas del tiempo
2000
APOCALIPSIS
XII
Ahora que afuera
El infinito es ignoto
y silencioso
Y que ha muerto el
alimento
De sus dedos
Ahora que todo
Es un permanente hablar
Conmigo mismo
Una eterna soledad
Sin el oleaje del joven
Ni la audacia del sabio
Que nos abrió
La puerta de ese otro
mundo
De fibras cromosómicas
Ahora que la vejez
acosa
Y que he trillado todos
los caminos
Mis burbujas magnéticas
Presienten que he sido
abandonado
En este disco duro
y viejo
Y tratan vanamente
De encontrar la claridad
En la memoria que nos
une
1.999
ANTONIO MORA VELEZ
Nació en Barranquilla, Colombia, en 1942, estudió
la secundaria en Montería y la carrera profesional de Abogado
en la Universidad de Cartagena. Trabajó durante veinte años
en la Universidad de Córdoba como docente, Secretario General,
Decano de Educación y Jefe del Departamento de Humanidades.
Reside en Sincelejo desde 1993 y se desempeña como Vicerrector
de Bienestar Universitario, Director de la Revista Institucional
y miembro de la Junta Directiva de la Corporación Universitaria
del Caribe (CECAR), institución de la cual es Miembro Fundador.
En reconocimiento a su labor literaria el diario El MERIDIANO de
Montería lo escogió como uno de los personajes del
siglo XX en el departamento de Córdoba y "The Internacional
Writers and Artists Association" con sede en Bluffton, Ohio, USA,
le otorgó un pergamino por su contribución al humanismo
desde la literatura.
Es ampliamente conocido como escritor de ciencia ficción
en su país. Ha publicado los libros de cuentos "Glitza" (Ediciones
Alcaraván, Bogotá, 1979) "El juicio de los dioses"
(Casa de la Cultura, Montería, 1982), "Lorna es una mujer"
(Centro Colombo Americano, Bogotá, 1986) "Lorna is a woman"
(Colombian Cultural Center, New Delhi, 1990) y "La Duda de un Ángel"
(Ediciones e-books de CECAR, 2000) siendo éste el primer
libro electrónico que se edita en Colombia. Ha publicado
también el libro de ensayos "Ciencia Ficción: el humanismo
de hoy" (CECAR, Sincelejo, 1996) que fue reproducido en Méjico
y los poemarios "Los caminantes del cielo" (CECAR, Sincelejo, 1999)
y "El fuego de los dioses" (Ediciones CECAR, Sincelejo, 2001) próximo
a ser lanzado. Ha sido antologado varias veces. Destacamos la antología
internacional "Joyas de la Ciencia Ficción" (La Habana, 1989)
y en la cual figura al lado de los mejores narradores del género
en el mundo y la reciente antología nacional "Contemporáneos
del porvenir: Primera Antología de la Ciencia Ficción
Colombiana" (Bogotá, 2000) y en la cual el antologista René
Rebetez le reconoce su condición de precursor de la ciencia
ficción colombiana. Ha ganado varios premios de literatura
y su nombre figura en "The Encyclopedia of Science Fiction" de John
Clute y Peter Nicholls (New York, 1995, página 696). Sus
cuentos y poemas han sido traducidos y publicados en revistas impresas
y electrónicas y en suplementos literarios, nacionales y
del exterior. Su libro ¨ Los caminantes del cielo ¨ ha sido editado
por la revista electrónica AXXON de Argentina, una de las
más prestigiosas del medio. En la nota de presentación,
su director, el escritor y crítico Eduardo Carletti, dice:
"Esta es una de las raras ocasiones en las que podemos presentar
una obra poética de Ciencia Ficción. No es común
que un autor logre unir bien temas tecnológicos con lenguaje
poético, como lo logra Mora Vélez en este trabajo".