Desde Chile, Marcela Viviana Díaz Sanhueza
Un año ha que llevamos hablando de cine, manifestación
que abarca todos los ámbitos de la creación y de los
gustos del ser humano, masivo y críptico, entretenido y
denso, alegre y terrorífico. Difícil es tener una
completa, fiel y absoluta definición de este "séptimo
arte" que ha llamado tanto la atención desde sus
comienzos con los hermanos Lumière.
Pero si hay algo que se puede afirmar del cine, es que
es un espejo de las diversas culturas. Se trate de
directores que sólo buscan obtener aquél vil dinero o
de aquellos artistas que intentan crear propuestas
nuevas o distintas, la pantalla grande no es más que un
lente de aumento de nuestra humanidad y constituye
siempre un referente si hablar de ella se quiere.
Como por ejemplo, si queremos tener una visión
del ecléctico 1999, año del fin del siglo pasado,
podemos hacer un recuento del cine del 99 -en los
números dos y tres de Escaner- , en el cual temas como
el de la tecnología y del contacto virtual saltan a la
vista con películas tan taquilleras como Tienes un e-
mail y en la precuela de Star Wars; o vemos también la
necesaria mirada hacia adentro, hacia la sicología del
ser humano enfrentado a situaciones extremas con La
Delgada Línea Roja, o en La Vida es Bella, que se llevó
tres premios Oscar; o en cambio, con la última película
del Dogma, "Mifune", presente en el 49º Festival de
Berlín como nos lo contó David Rodríguez en el cuarto
número, darnos cuenta de una regresión a lo más simple
y sencillo como vehículo también válido para reflejar
lo más complejo.
En el 99 también sufrimos la pérdida del gran
cineasta Stanley Kubrick, que impuso su manera de ver
el mundo a través de todos los géneros del cine con
obras maestras como El Resplandor, La naranja Mecánica
e incluso con su póstuma Eyes Wide Shut.
Vimos el complejo enjambre de emociones del hombre
contemporáneo en otra gran película de parte de Pedro
Almodóvar, y quién mejor para hablarnos de su forma de
dirigir en Todo sobre mi Madre y sobre su carrera en
general que otra vez nuestro españolísimo colaborador
David Rodríguez, quien nos cuenta que trabajó cerca de
él en esta película protagonizada por Cecilia Roth, y
por el que se ganó el premio de Cannes al mejor
director solamente, ganándole la Palma de Oro la
película belga Rosetta-información en el número 6 de
Escáner.
Y como estos dos maestros que dieron que hablar en el
99, siempre es bueno echar una mirada a otros grandes
de la historia del cine y que han cambiado en su
momento la manera de hacer y ver la cinematografía
mundial y que siguen inspirando a nuevos exponentes a
través de sus filmografías y de sus historias y
anécdotas, gracias a cualquier excusa, como sucedió
con Alfred Hitchcock -en el número 7 debido al
centenario de su natalicio - , con Luis Buñuel -a
manera de biografía en el número 8 y como actualidad en
ocasión del ciclo de cine que aún exhibe de su obra el
Centro de extensión de la Universidad Católica de Chile
en la edición 13- , con Orson Welles, en el 9, y con
Alejandro Jodorowsky, que con su visita a Chile en
diciembre nos hizo recordar sus escalofriantes filmes
que casi como joyitas de colección siguen cautivando a
más gente.
No nos olvidamos tampoco de que como todo arte, la
industria del cine cuenta con lumbreras que hacen más
interesante aún el cuento. Así sucede por ejemplo con
los actores y actrices, que dependiendo de su talento
y, a veces, de su belleza acaparan la atención de los
espectadores. Es el caso de María de Medeiros, que como
se dijo en el primer número de Escaner Cultural, con un
look no muy convencional ha llegado a tener un espacio
en la memoria colectiva del público, sobre todo con su
actuación en Henry and June, o el de Xica da Silva -en
la 10ª edición-, que aunque en un género menor como el
de las teleseries, pero con una producción y un
presupuesto que ya se los quisieran muchos cineastas,
ha revolucionado las hormonas a cualquier hombre que se
pone frente a su imagen en el televisor.
Y finalizamos el año con un recordatorio de la gran
saga que es El Padrino, casi un completo estudio
sociológico de las relaciones intra mafia, de la
violencia y de las lealtades familiares, que de seguro
nadie ha dejado de ver y comentar.
Y es que de eso se trata el cine, de historias quizás
muchas veces no tan cercanas a nuestra realidad, pero
que pocas veces nos dejan indiferentes, si hablamos de
talento cinematográfico, como lo hicimos hasta hoy.