Clemente Padín, Montevideo, URUGUAY.
"Leyendo las alabanzas de hoy día al Internet e investigando los websites individuales, recordamos que los arte-correístas hemos estado haciendo la misma actividad 10, 20 y, a veces, desde hace 30 años. La descentralización del arte y la comunicación a distancia desde los centros de arte del mundo, a cargo de los artistas-correo, ocurrieron mucho antes de la World Wide Web."
FAGAGAGA, fragmento de carta a Padín del 15 de Nov.´99.
Las cosas no ocurren aisladamente, todas están concatenadas. El arte en la Red de hoy día no es casual y se origina, ciertamente, en el arte correo. ¿Cuáles han sido los objetivos del arte correo desde sus inicios en las primeras experiencias de Ray Johnson de mediados de los 60s, sino la comunicación y la interacción? Johnson enviaba obras inconclusas a sus amigos para que las terminasen. Nacido del aquel original proyecto, el Arte Correo, conserva a duras penas su fuerza y su ímpetu pese a los cambios provocados por los adelantos científicos y tecnológicos y la previsible absorción del mercado. Es cierto que tantos años de vigencia han debilitado aquel primigenio impulso de disrupción y remoción de valores y hoy se asiste a una paulatina institucionalización, absorción y banalización, por parte del stablisment, de los principios que consagraban a la comunicación como única gestora de nuestro arte, por encima de las volubles y antojadizas modas artísticas, las más de las veces impuestas por el mercado del arte. La descentralización del arte es un fenómeno implícito en el arte correo porque no se trata de una corriente de expresión artística específica centralizada en un "ismo" (como el surrealismo o el abstraccionismo, etc.) sino de una forma artística que admite cualquier medio o soporte y cualquier corriente estética conocida y por conocer: "The Eternal Network" de Robert Filliou, el utópico proyecto, tal vez inalcanzable, de la permanente comunicación de todos a través de todos los medios disponibles.
Aun padecemos la confusión o falsa dicotomía el arte y la comunicación. El producto artístico es, ante todo, un producto de comunicación y por lo tanto parte indisoluble de la producción social. Por otra parte, al igual que el resto de los productos que el hombre crea, se constituyen en auxiliar de esa misma producción (al favorecer o dificultar sus procesos). En algunos contextos prevalecerá su índole "artística" (museos, galerías, cátedras, etc.), en otros prevalecerá su índole de instrumento de comunicación. Pero, ambas facetas son inseparables. En esta forma particular de arte (ya que es una forma simbólica de expresar nuestra realidad) en la cual prevalece el valor de uso por sobre el meramente mercantil o de cambio, predominan los componentes de relación o fáticos que predisponen al acto comunicativo.
He ahí, tal vez, las razones de su permanencia como corriente de expresión artística: no se produce para el mercado del arte, por lo cual no se vende ni hay jurados que seleccionen las obras, ni límites en relación a las técnicas empleadas ni en relación a las corrientes de expresión ideológica o estética, no devolución, etc. Tampoco interesa el género artístico, ya sea literario, plástico, musical, incluso la propia presencia del artista-correo puede ser considerada como acto comunicativo (como en el Turism Art, derivado del Mail Art), etc. Por último, tampoco hay categorías ni élites, ni encumbrados ni principiantes, ni líderes ni sumisos, ni obligaciones de ninguna naturaleza. Se puede ingresar y salir de las redes de comunicación sin ningún problema. Sin embargo, fruto de la progresiva mercantilización del arte correo ya están comenzado a aparecer grupos de artistas-correo que, con el pretexto de conservar y mejorar los niveles estéticos y de asegurar la edición de buenos catálogos, están organizando exposiciones por invitación financiadas por Galerías e Instituciones aplicadas al mercado del arte. También están apareciendo artistas profesionales que, sin haber participado nunca en las clásicas exposiciones de Arte Correo, están produciendo y vendiendo sellos de correo apócrifos. El clásico axioma "dinero y Arte Correo no se mezclan", finalmente ha sido superado y ya se han vendido archivos, colecciones, proyectos, etc.
Hoy día, ya en el 2000, muchos críticos se asombran del carácter multitudinario e interactivo del arte que se genera en la Red que está promoviendo el Internet, sin saber que esas redes y esas características ya existían desde fines de los 60s., en el trabajo artístico de aquellos pioneros que vieron, en la comunicación a distancia (Mail Art o Arte Correo), el medio por el cual difundir sus ideales de entendimiento y comprensión entre todos en un clima de respeto mutuo. Sin duda, el Arte Correo, al reasumir la primigenia función de comunicación al servicio de la comunidad, tendió el puente hacia la interactividad de la que hoy hace gala el Net Art. ¿Quién no recuerda aquellos librillos o postales que nos llegaban con la solicitud de que le adicionáramos algo y lo hiciéramos pasar a otros artistas en la red (los "add and pass on") o aquellas postales a las cuales debíamos hacer dar la vuelta al mundo a través del correo conservando los sellos postales y los matasellos? ¿O las hojas incompletas de sellos de correo que debíamos completar? ¿O las denuncias contra el atropello de los derechos humanos y contra la arbitrariedad de las dictaduras? ¿Y las exposiciones en pro de la libertad de presos políticos (como, p.e., la realizada en Montevideo, en 1986 reclamando la libertad de Mandela) o por el derecho a la soberanía avasallada de los pueblos (como, p.e., Cuba y Panamá), etc.? Y muchos otros proyectos...
La interactividad y la comunicación son los fundamentos que sostienen las redes del Arte Correo en todo el mundo y se han trasmitido al Arte en la Weg o Net Art. El Arte Correo está herido de muerte por el consumismo y el mercado (que todo lo absorbe). Sin embargo, ¿quién puede dudar que cumplió con su destino de unir a las gentes en instancias históricas cuando fue necesario? ¿Quién puede dudar que, en momentos de total imposición del espectáculo como forma de control de la sociedad, levantó el testimonio de la comunicación como barrera ante la total enajenación consumista?