Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 2
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 23.
12 de Noviembre al
12 de Diciembre de 2000.

MÚSICA DE CUARTETO
LA COLONIA BARATA DE LA MONA

Desde Argentina, Daniel Noseda

"somos la colonia barata
una rueda que gira
mata penas y baila
somos la colonia barata
que tiene olor a pueblo
y tiene murga de cancha"

Conocí a Carlitos en la Feria Industrial del 93.

Entre los periodistas y obsesionado siempre por el back stage, me colé en la rueda de prensa.

Rueda formada con una cerveza de por medio en los camarines bajo el escenario del polideportivo "Ave Fénix".

Y Carlitos me ganó de entrada, no finge, es él tanto arriba como abajo del escenario, abajo o arriba del mundo.

Alegre, optimista, imbatible despues de cantar y bailar dos horas sobre el escenario al que terminó invitando a subir a medio mundo. No pone distancias entre él y su público. Es el monarca del cuartetazo.

"Acá como me ven soy un tipo muy metódico, entreno todos los días y me cuido como un caballo de carrera".

" Una cosa es la joda y otra el profesionalismo" - nos dijo en esa oportunidad.

Y en ese tiempo y como siempre, ya olía a "colonia barata" pero sin letra.

Porque "colonia barata" no es un perfume.

Es una declaración de clase, de tribuna, de corazón, de banco de plaza en que se entiende a la vida y se atiende al mundo.

Carlitos, la Mona Gimenez no solo vive sobre el escenario y en los discos que vende.

La Mona ya es un emblema.

Es su nombre de guerra en la puerta de los baños de los bares de Córdoba.

El tatuaje en el pecho.

La cara en las remeras de los chicos

El prócer vivo.

Porque es como ellos.

Le jode y le caga de gusto las mismas cosas que a ellos.

Los presos, los linyeras, jugadores de potrero, los chicos que se drogan con "fana" o "Poxi", las prostitutas y prostitutos, los pelotudos de la "vereda de enfrente", todos reconocen a este Rey de voz desafinada como el supremo el protector y embajador de la alegría.

La Mona no es Tarzan, "soy Chita" aclara cuando le preguntan.

Los 65 discos se venden como agua, un récord.

Pero ahora se encuentra muy triste.

Mas cerca de Juan Carlos Gimenez Rufino que de la Mona, la maquina de alegría permanente.

"La familia negro, la familia, se metieron con mi familia"- lamenta.

La aparición de una bandada de seis "hijos naturales" mas el reconocimiento judicial a una hijita de tres años luego de haberse negado a hacerse una prueba de ADN han dejado un gusto amargo en su cara.

La Mona en los cincuenta puede servir para carne de detractores, a pesar de los escándalos filiales, de su pelea con Rodrigo, de su separación de Juana, su mujer.

La Mona puede cometer errores.

Pero como el Ave Fénix ya renacerá, como esa noche en el 93 en un quimérico estadio que lleva el nombre del ave que vuelve a la vida de entre las cenizas.

 

Si quieres comunicarte con Daniel Noseda puedes hacerlo a: libredan53@uol.com.ar
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