Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 29.
12 de Mayo al
12 de Junio de 2001.

CELEBRACION DEL DÍA
DE LA DANZA ABRIL 29.

Desde Chile, Vicky Larraín, Coreógrafa.

Sentada esperando mi turno de actuar en la sala Agustin Siré de la Universidad de Chile, fui viendo pasar los cuerpos hablantes.

No quiero en ésta columna expresar aquello que me agradó, conmovió o nada. por el contrario deseo obligarme a respetar los procesos de mis colegas, aquello que quieren decir, y como decía José Donoso en sus talleres de literatura: AQUELLO QUE NOS DUELE.

Estamos demasiados acostumbrados a chaquetear si me permiten el argo de la palabra: a no dejar volar y en libertad como cantan los Intillimani.

Así que me senté para observar tranquila aquello que expresaban los coreógrafos, los bailarines. Sabemos que si nos dedicamos a alguna expresión artística, debemos esforzarnos hacia el rigor. Pero el rigor en danza parece limitarse a la técnica de formar el cuerpo. Y la coreografía no es eso. La coreografía es un medio para diseñar lo que tenemos dentro.

Y que tenemos dentro los chilenos? Una cuota no pequeña de masoquismo, una sufriente constante, donde los problemas de pareja, los desencuentros, en fin la tristeza predomina como emoción en la mayoría de las coreografías.

Tal vez una imagen de nosotros programada.

Sin embargo, en la gente joven, ésta imagen es reemplazada por una suerte de actitud existencialista- como si dijeran

" no nos importa" una moda de la mirada perdida, de vestirse de blanco, de largo, cabellos sueltos al viento, como una actriz recordando algo perdido.

Es como si viéramos la misma coreografía con pasos diferentes.

AHORA BIEN: DONDE ESTÁ LA PROPUESTA LATINOAMERICANA?

LA COREOGRAFA VALENTINA PAVEZ Y SU COMPAÑERO RODRIGO FERNANDEZ, NOS DIERON POR SUERTE ESE OLOR DE TRIGO Y DESEO QUE NOS HACE FALTA.

Cuando le pregunté a Valentina si acaso su coreografía, había sido diseñada antes o después de Claude Brumachon (coreógrafo francés que causo gran impacto en chile) Me respondió: casi humilde, casi sonriendo, casi orgullosa:

ANTES MUCHO ANTES

Me dio alivio. Si. Porque estamos impregnados de técnicas foráneas y está muy bien aquello de aprender.

Pero el estilo, eso que nos particulariza y le da originalidad a nuestra expresión, es difícil de encontrar.

Es verdad la danza es universal, pero no por eso, se debe perder nuestra identidad. ¿ la tenemos?

Y no me refiero particularmente a las raíces. Me refiero a expresar un estilo propio, que puede ser la mezcla de lo aprendido, más aquello que impronta nuestro deseo.

Nuestro cuerpo, latino, cuya contextura nada tiene a ver con lo norteamericano o lo europeo.

Y repito, nos pasamos la vida aprendiendo de las técnicas extranjeras.

Y nosotros cuando enseñaremos las nuestras? O es que no tenemos nada original, propio, como si tuvo García Marquez en literatura, Piazzola en música, Matta en pintura, Raúl Ruiz en cine?

La coreografía chilena está lejos de expresar un estilo basado en la búsqueda de lo que nos rodea, tanto social, psicológico, político, como geográficamente.

Alguna vez representaremos lo que es el valle de la luna?

Y para terminar necesito dar un ejemplo:

LOS PREMIOS ALTAZOR

Y ahí, todos los artistas en el Teatro Municipal, rodeados de un entorno que nos recuerda la gran noche de los Oscares en Hollywood.

Me vino una idea : que tal si le arrebatamos el "Oscar" a la Jodie Foster?

Efectos especiales?

A propósito el premio Altazor en coreografía para el año 2000 lo obtuvo Elizabeth Rodriguez, por su trabajo

SIN RESPIRO.


Si desea comunicarse con Vicky Larraín puede hacerlo a: arte21@ctcinternet.cl
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