revista virtual de arte contemporáneo y nuevas tendencias
año 8
Número 86 - Agosto 2006

VOCES DE BARES, VOCES DE CAFÉ
Desde Chile, Raúl Hernández


Donde nos juntamos a taladrar la tarde con ladridos secos y pequeñas voces. En donde supimos que después de arrancar por las escaleras de las sombras que dicen conocerte, vendría un tibio invierno, con saludos al otro lado de la carretera. Es en la ciudad o en el puerto, el café o el bar. Las avenidas siempre son las mismas esquinas juntas al camino.

Los escritores: Carlos León, vivió su literatura en Valparaíso; Jorge Teillier, en su morada irreal. Este último hacendado en diversos bares santiaguinos ya con historias y lejos de las nuevas construcciones voraces. Nueva York 11, "La Unión Chica". Acá podemos oler la existencia del comentario transpuesto por cañas placenteras dentro de fotografías que dicen que ese día era invierno, que había que andar con bufanda, con abrigos, con chaquetones. Ese día también helaba en el puerto, en el "Café Riquet". A esa misma hora el escritor porteño de "Sueldo Vital" anotaba con su pluma la descripción exacta del personaje habitual de los pasajes, ese que no se ve desde los balcones. En esa misma tarde, el humo del café omnipresente y soberbio enviaba mensajes hacia el negro obtuso de la caña de vino.

Y si supiéramos a qué hora estaba la vuelta a casa, a qué hora estaban los martillos sonoros de la persistencia, escribiendo una "lectura", ya no sólo una escritura, conoceríamos el lugar que abastece la pluma, insidiosa ante una servilleta, humedeciendo de rastros líricos solo distinguibles a la ética del garzón. Una forma de recordar y abastecer el cuerpo de la somnolencia con detalles claros del que sabe mirar, abstraer, conversar, callar. Es esta literatura de conversaciones, esta escritura clara de memoria y absoluto silencio, escrita en bares y cafés.

Entonces, de pronto estamos ante dos voces literarias que rescatan el barrio, la tradición y los ejes centrales de la memoria. Estamos ante una voz de bar, que simula gestos olvidados, evita el fiasco del delito, pero cumple con las costumbres del grupo de muchachos que no cesan de batir los dados; la voz del café: medida, austera, dedicada tibia, pero totalmente fuerte, a la labor estibadora del oficio narrativo. El hombre de la conversación, el hombre de las citas y los recuerdos.

No sabremos nunca de las visiones ásperas de la muerte: solo sabremos que en un bar llamado "Teillier", o en un café llamado "Carlos León", podríamos señalar con un dedo el transeúnte desprevenido que atraviesa corriendo las calles, el vendedor de periódicos que pregona catástrofes, el bandido indiscreto, envalentonado y cobarde ante el asedio de los victimarios, o en definitiva, el ciudadano común y corriente, como bien lo retratan estos autores que desde las vitrinas de las librerías han dejado descansar sus libros, esculpidos en estos mesones.

 

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JORGE TEILLIER (1935-1996)

Nació en la ciudad de Lautaro el 24 de junio de 1935, el mismo día que murió Carlos Gardel. Estudió Historia y Geografía en la Universidad de Chile. Ejerció la docencia en el Liceo de Victoria. Perteneció al Grupo Trilce de la Universidad Austral de Valdivia. Fue director de la revista Orfeo y del Boletín de la Universidad de chile. Fue el poeta de la melancolía, de los lares, del mundo de Nunca Jamás. Su mirada vuelve y vuelve a los confines de la memoria, trayendo frescas cestas de recuerdos e imágenes impagables. Recibió los siguientes Premios: Gabriela Mistral, Municipal, Crav, Juegos Florales de la revista Paula, Premio Alerce de la SECH y el Premio Eduardo Anguita, concedido por la Editorial Universitaria al poeta vivo más importante de Chile y que no hubiese conseguido el Premio Nacional. También fue galardonado con el Premio Al Mejor Libro de Poesía 1993 establecido por el Consejo Nacional del Libro. Asimismo, ganó el Premio en Conmemoración del Sesquicentenario de la Bandera Nacional.
Viajó a Italia, Perú, Cuba, Panamá y México. Sus poemas fueron traducidos al inglés, francés, ruso, polaco, checo, alemán, italiano, portugués y sueco. Fue nombrado Hijo Benemérito de la ciudad de Lautaro de Chile. Murió en Viña del Mar el 22 de abril de 1996.

 

LIBROS PUBLICADOS :

 

Para Ángeles y gorriones, 1957
El cielo cae con las hojas, 1958
El árbol de la memoria 1961
Romeo Murga, 1962
Actualidad de Vicente Huidobro 1963
Poemas del país de nunca jamás,1963
Los trenes de la noche 1964
Poemas secretos 1965
Crónica del forastero 1968
Muertes y maravillas, 1971
Para un pueblo fantasma 1978
Cartas para reinas de otras primaveras 1985
Los dominios perdidos, 1992
El molino y la higuera 1993
La invención de chile, 1994
Jorge Teillier el poeta de este mundo 1995
Hotel Nube 1996
En el mudo corazón del bosque 1997 (póstumo)
Prosas, 2000 (póstumo)
Entrevistas 2001 (póstumo)

 

 

CARLOS LEON (1916-1988)

Novelista, cuentista, cronista. Nació en Coquimbo, Chile, el 2 de junio de 1916. Se incorpora en 1940 a la Caja de Previsión de Empleados Particulares en calidad de procurador y jubila en ella como abogado. Profesor de Filosofía del derecho en la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso. Pocos escritores chilenos han logrado concitar en torno de su obra el aplauso unánime, o casi unánime, de la crítica literaria. Aunque su producción no es abundante, sino más bien lo contrario, el trabajo literario de Carlos León fue recibido con simpatía y elogios por su formidable estilo. La mayoría de los comentaristas aúnen criterios en torno a la novela "Todavía", perfilándola como su mayor logro. En general, Carlos León fue un escritor que se caracterizó por escribir poco, dueño de un lenguaje dúctil, simple, claro, interesante, adornado por un humor como pocos en nuestro país, teniendo como temática principal de su obra el tinte biográfico, aunque la ficción no estuvo ausente de ella.
En lo humano, su vida fue tan sencilla como su prosa, "hombre quitado de bullas, siempre ajeno a toda farándula cultural, pésimo promotor de sí mismo, provinciano nato y neto, un adicto al bajo perfil y del tono menor de su obra" (Ignacio Valente, EM, 2004). Es invitado a encuentro de escritores por la Universidad de Concepción tanto en esa ciudad como en Chillan, la Serena, Antofagasta y Arica. Fue Redactor de El Mercurio de Valparaíso. El 19 de octubre de 1972 el Departamento del Área de Humanidades del Instituto Pedagógico de Valparaíso rinde homenaje al escritor. En 1980 es incorporado a la Academia Chilena de la Lengua. Ese mismo año se le otorga el Premio de Literatura Joaquín Edwards Bello. También obtiene el Premio regional de Literatura (1979). Fallece en Valparaíso (1988)

LIBROS PUBLICADOS :

Sobrino único, 1954
Las viejas amistades, 1956
Sueldo vital, 1964
Retrato hablado 1971
Algunos días, 1977
Hombres de Palabras, 1979
Todavía, 1981
El Hombre de Playa Ancha, 1984
Memorias de un sonámbulo, 1994
Regreso a casa 1994
Obra Completa 2004

 

 


Si quieres escribir a Raúl Hernández, puedes hacerlo a: raulhernandezolivares@hotmail.com

 
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