Santiago de Chile.
Revista Virtual.
Año 7

Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 74
Julio 2005


CUANDO EL COLOR ES EL PROTAGONISTA.
BRUNA SOLARI GASPARINI

Por: María Soledad Mansilla Clavel

Obra de Bruna Solari

Llevo muchos años siguiendo la trayectoria de la pintura de Bruna Solari. Inicialmente me impactaron sus camisas y sus muñecas, especialmente por aquella forma delicada, respetuosa, casi silenciosa aunque suene contradictorio, de lanzar un grito vivo en su alma sensible y serena. Una forma exenta de todo deseo de escándalo o notoriedad era el elegido por Bruna para el lamento callado con que denunciaba a voces el desgarro del mundo y del país. Obra de valor cien por ciento metafórico, que es porción muy importante para comprender a una artista que evita prácticamente las palabras, cediéndole de lleno el paso a los pinceles, que en ella, justifican plenamente la calidad significante de la pintura.

Dijo y calló. Pero su pintura quedó en el tiempo, como en mi memoria.

Obra de Bruna Solari

Pensé incluso que sería difícil para Bruna superar aquel tiro de gracia. Sin embargo, a la muestra siguiente otra vez nos sorprendió. Toda su calidez humana, toda la sencillez que le es propia, toda su interioridad fluía a sus telas de una forma que impactaba por la autenticidad cero estridencia que era capaz de comunicar. Los temas habían cambiado. Se trataba ahora de bodegones formalmente muy simplificados, con algún eco cezáneano, recogidos del entorno más íntimo y de flores tomadas del mismo jardín, en cualquier rincón, en cualquier estación del año y en cualquier estado de conservación, porque secas o recién cortadas eran motivo suficiente para activar sus pinceles. Fue esto y el trato del color, en increíbles transparencias, de una riqueza y de una levedad que daban por resultado eso único que el crítico está esperando y que reconoce no más echar la primera mirada. Bruna Solari y su pintura eran definitivamente acordes, una misma cosa. Ese estilo tan íntimo, tan suyo, maravillosamente cromático, le valió a principios de este año, el premio de la Crítica 2004, entregado por el Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso en Enero del 2005.

Obra de Bruna Solari

Una nueva exposición titulada "Se hace camino al andar", nos trae novedades en los aspectos técnicos. Han aparecido pinceladas de óleos al seco en sus obras, que de por sí aportan una indefinición formal, mezcladas con los tonos de los fondos, sobretodo notoria en las flores y también una tendencia mono o bicromática que resulta en una pérdida de esa riqueza de color y de transparencias que admiramos, mientras por otra parte, las formas se funden con los fondos creando toda otra nueva senda de significantes que van a relacionarse con el todo.

De pronto hay temas de flores, perfectamente logradas en una sola gama de color; el rojo, por ejemplo Me da la impresión de que conscientemente la artista no quisiera romper la armonía del trato de ese color, o no quisiera que venga otro color a quitarle su gloria, por decirlo de alguna manera, o simplemente a variarlo, incluso solo por cercanía.

Obra de Bruna Solari

El color toma características apasteladas en otras obras que se ven como de cierto parentesco cromático y formal, como por ejemplo "Ensueño 1", "Ensueño 2" y "Cálido". Eso si se puede hablar de forma realmente.

Hay variaciones temáticas muy interesantes como " Desde el Gato Tuerto" o "Gastronomía Nerudiana". Hay presencia en ellos de rincones arquitectónicos nuestros que más que reales, en definitiva son ensoñados, ubicados en la tela con la libertad que se otorga una artista en plena madurez de su trayectoria plástica, que se permite todo, como la explosión cromática del sol desde la oscuridad nocturna en "Amanecer en Viña del Mar", sin temores, experimentando y hurgando en sus propias posibilidades siempre.

Lo más importante, la pintura de Bruna Solari sigue asentada en el color y la luz y la maravillosa transparencia que la luz produce en el color. " Bodegón con aromo", "Limonero", "Jacarandá" y muchas otras, son ejemplos de la maestría alcanzada por la artista.

*

Obra de Bruna Solari

- Bruna, ¿Te preocupa la opinión de los demás respecto a tu obra?

•  No. Cuando inicio un cuadro no me cuestiono si va a agradar o no a alguien.

- ¿Qué te traes en mente cuando inicias una pintura?

•  Solo quiero sacar la carga emocional que me produce lo que estoy viendo, la circunstancia dramática o amarga que estoy viviendo o la alegría que me proporciona un espectáculo en el que la luz y el color me impactan.

•  ¿Hay temáticas que prefieres?

•  A través del tiempo hay algunos temas que se repiten, como las puertas, las ventanas, la figura humana y los bodegones.

Obra de Bruna Solari

•  ¿Sientes que algún tiempo de tu pintura estuvo marcado por alguna circunstancia especial?

•  Durante un período, la agresión que sentía a mi alrededor tuvo su escape en numerosos óleos. Eso fue en los años 80.

•  ¿Y más tarde?

•  Después empecé a hurgar en fotos de los años 20, que me proporcionaron temas nuevos.

•  He admirado tus bodegones y flores por largo tiempo Bruna...

•  Durante todo este tiempo que te menciono había estado pintando flores, pero nunca había logrado la soltura deseada. Eso me hizo insistir, lo que ayudó mucho a mi última producción.

Obra de Bruna Solari

•  ¿Te refieres al dibujo?

•  El dibujo está siempre subyacente ...

•  En algunas de tus obras lo veo simplemente desaparecer...

•  Creo que es muy importante que esté al inicio de toda obra; después el pincel se desliza libremente y se produce un aparente no dibujo, fundiéndose la figura y el fondo....

•  ¿Te resulta difícil hablar de tu pintura?

•  Sí. Me es muy difícil hablar o escribir sobre mi pintura y creo que todo lo digo con mis pinceles.

•  Es cierto. Yo también lo creo.

*

DATOS BIOGRÁFICOS.

Bruna Solari nació en Valparaíso a fines del primer tercio de los mil novecientos . Siempre supo que iba a ser artista y las condiciones para el dibujo la acompañaron desde niña. Estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar con profesores como Hans Soyka y Carlos Hermosilla.

Desde muy joven su trabajo fue reconocido y recibió tempranos galardones como el Primer Premio de Grabado del Salón de Verano de 1956 o el Segundo Premio de Artes Aplicadas en el Salón de Otoño de Valparaíso en 1960. En 1956 contrae matrimonio con el profesor y pintor de la región Gustavo Alvarado. La crianza de los hijos la aleja de la pintura por veinte años, la que retoma tras un viaje por Europa y la observación de la obra de Goya y su fuerza expresiva.

Si bien son veinte años de silencio en la pintura, su retorno al panorama plástico con sus series "Camisas" y "Muñecas", demostraron que ese tiempo lo había ganado en sensibilidad e interioridad, cualidades con las que había visualizado al hombre y a su dramática situación en el planeta. Usa entonces a muñecas y camisas como metáforas del ser humano superado, con una fuerza expresiva tremenda que mereció la mejor crítica en su momento.

El mismo año de su retorno a la plástica (1987) y que expuso en el Goethe Institut de Valparaíso, participó en una colectiva en la Sala de Arte Moderno de Santiago, codo a codo con los grandes de la pintura chilena. En el mismo período expuso en El Farol y en la Sala Universitaria de Concepción. Le siguen la Sala Escuela Moderna Pío X de Santiago, la Sala Viña del Mar ( 1993, 1996), la Galería Modigliani (1992 y 1993), el Hotel O'Higgins (1995), el Casino de Viña del Mar y en el 2002, simultáneamente a la Galería Modigliani de nuestra Cuidad Jardín, lo hace en la Casa Sloan's de Miami, Florida, U.S.A. En los últimos años se agregan la sala "El Farol" de la Universidad de Valparaíso, la sala Viña del Mar, de la Ilustre Municipalidad y otras.

Hace unos pocos meses, Enero 2005, el Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso, entregó a Bruna Solari el premio de la Crítica 2004, categoría regional.

 

 


 


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