Desde Chile, Vicky Larraín, Coreógrafa
Llegó del Norte, de Arica, entre desiertos y valles de aceitunas y viñas. Hizo el camino más difícil, aquel donde te encuentras con espinos, cactus o tal vez de repente te bañes en el mar para seguir el camino de espinas. ¿Espinas? Puede sonar dramático pero es un poco de todo un poco de nada. Así.
De alguna manera destino entrecruzado de la obsesión. De la obsesión de un creador, que talvez. Quiso venir a Santiago. A estudiar teatro.
¿En algún evento, el cuerpo desatado, disperso, ansiedad que sale de los poros, ansiedad de encontrar el espacio justo? O cualquier espacio. Para aquello de la eterna pregunta ¿que hago con mi vida? Tiene una ventaja sin embargo. Lo recorre el bichito de la obsesión clara del arte. En el evento de Vicente Ruiz allí en el metro, apareció. Se llama Cristian Balcarce tiene 25 años.
La basura fuente de inspiración constante. La calle también. Caminando de repente frente a: el televisor botado, se detiene lo mira. Televisor gigante sin pantalla. Es solamente el caparazón, un televisor hueco sin alma, como la tele eso dice, cuando le preguntan. Es más grande que la pieza que arrendó. Lo recogió para un trabajo, adentro del televisor quiere colocar una mujer atrapada. Mujer de verdad...para que el como tipo pijama soñando prenderá la tele
¿Y para qué? Le pregunto...
Lo que pasa, como que la tele fuera una aspirina que te conecta que dice hay que despertar.
La televisión te ayuda....
A mi no, me agrade, hasta cuando este viejo de mierda está en el tele, porque no hay jóvenes, deseo agredirla, me masoqueo con la tele, me desahogo con ella, ah y ponen cosas culturales para que digan ya listo.
¿Este trabajo performance es para qué?
Para escapar de todo, para ironizar, para reírme de mi mismo me reflejo en eso, me cago de la risa de mí.
¿Y dónde lo quieres mostrar?
No tengo idea. No, sí tengo una idea, concretarlo es el cuento, en lugares de encuentro, que haya gente, un barucho, un antro.
¿Y por qué lugares tan marginales?
No lo tengo claro.
Es una tele que tiene ruedas que tiene ruedas y se traslada con la mujer adentro.
¿Y eso?
Antes la tele estaba en el living de la casa hoy esta por todos, lados te comes un hot dog y ahí está la cosa. Eso es lo que quiero mostrar. La tele se come a la gente como en mi trabajo se comió a la mujer atrapada.
Le pregunto a Darío donde vive.
En una cripta, me contesta, la habitación es una penumbra, sin gracia,
Sin vida y el viejo del lado no me quiere prestar el balón.
¿Que balón de fútbol, o algo así?
No, de gas, para bañarme con agua caliente.
En la cripta todo se escucha, lo escucho a él, habla solo con la tele, nunca le he visto la cara, sólo conozco su voz. Ronca pero muy, muy, muy fuerte.
Cada persona que vive allí debe tener su balón, ah y lo que me da más rabia es que el viejo pone la tele y hay una noticia interesante y justo la cambia y se rie más encima.
Darío le puse yo, su nombre es Cristian como dije antes. Es alumno del diplomado en la Universidad Bolivariana , diplomado de danza teatro. Y coordinador de la carrera de coreografía. Bueno se las está arreglando.
Los ojos hacia diversos lugares se mueven rápido, el pelo crespo caído sobre la mirada, y dice que se va a producir y uno le ve el atractivo que él tiene de él mismo, poses y energías ancestrales. Y te convence.
Vicky Larrain
Coreógrafa
columnista danza en interacción revista escaner cultural
Coordinadora Corporación Virtual de Corógrafos
Correo: rednet8@msn.com