Por Víctor Hugo Ortega

Conocido como el hombre de las mil caras o, simplemente, como un actor de bajo perfil inmerso en la industria cinematográfica, el inglés Gary Oldman se ha posicionado como uno de los más grandes intérpretes del mundo del cine, en los últimos años, otorgando convincentes y excepcionales actuaciones al público. Quizás no ha tenido la suerte de realizar un papel que lo llene de premios y elogios, como por ejemplo, otro gran actor de su generación, Sean Penn, con el cual incluso compartió escenario en alguna oportunidad. Sin embargo, Oldman ha demostrado que puede encarnar a cualquier tipo de personaje, con un talento realmente notable.

Por estos días, Gary Oldman de 46 años de edad, se encuentra rodando la quinta parte de la saga de Batman, cuya producción pretende que se recupere el ambiente sombrío, que había mostrado la historia del hombre murciélago en sus dos primeras partes, ambas dirigidas por Tim Burton. Las dos siguientes, que estuvieron a cargo de Joel Schumacher, fueron un fracaso de taquilla, además de ser repudiadas por los fanáticos y la crítica. Para esta nueva cinta, se contará con el glorioso director Christopher Nolan, conocido mundialmente por su película "Memento", y que ha reclutado a un gran reparto, encabezado por el actor galés Christian Bale (Sicópata Americano), quien será el encargado de dar vida a Batman, aunque en esta nueva incursión, según ha dicho el propio director, se explorará muchos más al hombre detrás de la mascara, o sea, a Bruce Wayne. Gary Oldman interpretará al teniente Jim Gordon, quien será aliado de Batman en su lucha por la protección de la Ciudad Gótica. El elenco de "Batman Begins" lo completan Michael Caine, Morgan Freeman, Liam Neeson, Ken Watanabe y Katie Holmes.

En Chile y en otros países de Latinoamérica, lo más reciente que se ha visto de Oldman en la pantalla grande, ha sido la cinta "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". Estrenada hace un par de semanas en nuestro país, esta tercera parte de la saga, basada en el libro de J.K Rowlings, y que en esta oportunidad fue dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, ha sido según la crítica nacional e internacional, la mejor lograda hasta el momento. Se ha destacado la labor de Gary Oldman como uno de los puntos altos de la cinta, en la que interpreta al mismísimo prisionero de Azkabán, Sirius Black. Con este y otros papeles, se ha mantenido vigente por casi 20 años, demostrando su facilidad para compenetrarse de manera más que eficaz, en la piel de cada personaje que se le presenta.

Su historia con la actuación comenzó en 1979, destacando de inmediato en el Royal Court Theatre de Londres, en donde lograría su salto al estrellato en 1985, gracias a la obra "The Pope's Wedding", por la que conseguiría el premio al mejor artista revelación, concedido por la revista londinense "Time Out". Ese mismo año, el joven Gary Oldman se daría el gusto de compartir el importante galardón al mejor actor del año, entregado por el London Critic's Circle, con el consagrado Anthony Hopkins.

Su primer gran papel en el cine, lo consiguió con la película "Sid & Nancy", de Alex Cox (1986), en la que interpretaba al carismático y rebelde bajista de los "Sex Pistols", Sid Vicious. En la cinta se muestra la vida del revoltoso músico, quien se convertiría en uno los símbolos del punk en el mundo.

Pasaban los años y el público cinéfilo comenzaba a poner los ojos en Gary Oldman, identificándolo, como el hombre de las mil caras. Esto se vería reforzado principalmente en la década de los noventa, época en la que representaría los más diversos e interesantes personajes. Su talento y versatilidad quedarían demostrados en algunas películas como: "Estado de Gracia", de Phil Joanou (1990), en donde daría vida a un odioso, exaltado y mal genio mafioso de segunda categoría, Jackie Flannery. Pese a que Oldman no tiene el papel principal de la cinta, más bien, es uno de los antagonistas, brilla mucho más que el protagonista del filme (Sean Penn). De hecho, la fuerza de la película está dada por la convincente interpretación del actor británico.

En la gran cinta de Oliver Stone, "J.K.F" (1991), Oldman representa al supuesto asesino del Presidente estadounidense John F. Kennedy, Lee Harvey Oswald. Su desempeño en esta película es bastante particular, ya que dada la estructura del filme, su personaje no tiene grandes diálogos, por lo que la importancia de su actuación radica primordialmente en los gestos y movimientos físicos que realiza, como por ejemplo, en el momento en que se muestran las hipótesis de los disparos o también cuando es arrestado.

Al año siguiente, sumaría un nuevo acierto en su carrera. El director Francis Ford Coppola llevaba a la pantalla grande, la novela "Drácula" de Bram Stoker, y el encargado de dar vida al conde vampiro de Transilvania, no podía ser otro que el gran Gary Oldman. Con un actuación que provoca escalofríos, Oldman fue destacado por la crítica mundial. El elenco de la romántica historia lo completaban Winona Ryder, Keanu Reeves y su compatriota Anthony Hopkins.

En 1994 destacó con dos personajes, igual de bien representados, claro que bastante distintos entre si. En la película "Amor Inmortal", se luciría interpretando el papel del compositor alemán, Ludwig van Beethoven, mientras que en "El Perfecto Asesino", del francés Luc Bessón, lograría una perfecta actuación del corrupto policía, Norman Stansfield. De antología resultan las escenas en que ingiere las alucinógenas cápsulas.

Otros personajes que vale la pena mencionar en la filmografía de Oldman, independiente del éxito que haya tenido cada película, son: el policía corrupto Jack Grimaldy, en "Romeo is Bleeding" (1993); el alcaide Warden Glenn, en "Homicidio en primer grado" (1995); el terrorista Ivan Korshunov, en "Avión Presidencial" y el abogado Sheldon B. Runyon en "La Conspiración" (2000).

Por otra parte, Gary Oldman, al igual que otros grandes actores, probó suerte en el terreno de la dirección, obteniendo numerosas alabanzas de la crítica, en especial en Inglaterra. "Los Golpes de la Vida" (1997), cuyo guión también pertenece a Oldman, recibió dos premios BAFTA (son como los oscar, pero ingleses) a la mejor película y al mejor guión. Los reconocimientos siguieron en el Festival de Cine de Edimburgo de 1997, en donde se llevaría el premio al mejor director.

Este es Gary Oldman, el hombre de las mil caras, uno de los más grandes de su generación, el multifacético, el talentoso y profesional, el actor británico, que a sus 46 años, sin duda, tiene mucho por entregar.