Santiago de Chile. Revista Virtual.
Año 5
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 48
Marzo de 2003

 

ELÍAS ADASME
"Quinientas memorias de una resistencia". Collage digital. 1998
UN INVESTIGADOR
CREATIVO DE LA REALIDAD


Por: Yto

"Elías Adasme"

Elías Adasme: Para los fines de esta conversación (prefiero  llamarla  así en vez de entrevista) me gustaría antes que nada, tratar de aclararle al lector y a nosotros mismos, ciertos términos que nos ayuden en la comprensión de los asuntos y temas que aquí tratemos.

De partida tenemos el término "arte" y "artista", ambos esquivos y difusos en su concepción, como las múltiples interpretaciones que a través de las épocas se han usado para los mismos. Obviamente han ayudado en la complejidad de su definición, disímiles fáctores que van desde el determinismo histórico, hasta las diferencias etno-culturales. No es lo mismo el arte concebido por los griegos del siglo de Pericles, ni el de los europeos en tiempos de la Revolución Francesa. Tampoco lo es el  arte  norteamericano de los sesenta del siglo XX, ni mucho menos el arte entendido en nuestros días. Hay en todo caso, un hilo conductor que atreviesa todas estas épocas que ha servido en la  búsqueda de un consenso definitorio y esto tiene que ver con la lógica aristotélica que ha sido la piedra angular en el desarrollo del pensamiento y la cultura occidental. Así que, siendo consecuentes con este sentido de lógica, tenemos que admitir que el término "arte" es perfectamente caracterizable, pero indefinible. Podemos decir "como es" el arte, pero no podemos decir "que es" el arte, en sí mismo.


Con esto pareciéramos salvar el primer escollo en la aclaración del término arte, sin embargo no es así, ya que dije que tal razonamiento obedece al peso que la lógica occidental influye en nuestro pensamiento y análisis. Porque ¿cuáles serían los vectores análiticos de un chino, un turco o un checheno para definir el arte? Aquí entonces entra en juego el factor etno-cultural, con una amplísima gama de posibilidades de reflexión, que tornan desesperante el asunto, dada su gran complejidad. Quedémonos por ahora, como buenos occidentales que somos, con la indefinición del término. A mí, personalmente, no me molesta esa parte del diccionario cuando dice: "Arte: Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o expresa el humano lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando".


"Vieques DC. Estudio Arteológico" Instalación. 2000

Fíjate que en ese intento de definición, podemos distinguir dos aspectos básicos del término: expresión y creación, ambas cualidades intrínsecamente humanas, por lo que podemos deducir que no existe arte si no existe el ser humano. El arte es un producto cultural del homo sapiens. Desde la época de las cavernas hasta nuestros días. A veces nos impresiona enormemente la naturaleza y la llamamos o comparamos con una obra de arte, pero eso es así porque hemos decidido asociarla con esa facultad de expresión y creación que sólo nosotros podemos tener y desarrollar. Los animales y las plantas no hacen arte.


Bueno, pero yendo al otro término: "artista" , también tenemos que admitir que existen tantas definiciones como artistas hay en el planeta. Cuales de ellas son válidas o no, son cuestiones que creo, no me toca a mí dilucidar. Sí te puedo hablar del término basándome en los estudios que he realizado y en la experiencia de mi propia práctica. Es verdad que en nuestros días, la palabra artista se presta para manipulaciones y prejuicios, porque se le ha dado una valoración histórica en concordancia con la manera de pensar y actuar de los grandes intereses económicos y de poder político imperante en determinada época: el artista exótico, exclusivo, especial,  que enajenado de la realidad inmediata, produce "obras únicas y geniales", inalcanzables para la comprensión del común de los mortales. El artista prehistórico, el de la Grecia Antigua y el de principios del Renacimiento tenía una visión más colectivizante de su práctica, dado que el entorno social inmediato y la realidad circundante eran la motivación principal de su hacer. La concepción estereotipada que tenemos del artista hoy, que privilegia el individualismo y la "genialidad", surge a finales de la Edad Media con la desaparición de los feudos y la invención de la pintura de caballete. No estoy diciendo que la pintura como lenguaje artístico sea la culpable de la visión tergiverzada que la gente tiene de los artistas en el presente. No. Déjame explicarte. En la medida en que los "burgos" fueron transformándose en las ciudades por la actividad comercial, se fue generando una riqueza y un sector social que ahora podía disfrutar de esa riqueza. Los hermanos Van Eyck con su aportación del pigmento al óleo trasladan la actividad del artista desde el taller de las iglesias y edificios públicos, donde interactuaba además  con otros oficios, al taller del artista en solitario, ligado más al entretenimiento y al ocio que a una función social. Así, este nuevo oficio adquiere visos de exclusividad y privilegio, al ser sólo los hijos de los ricos comerciantes, quienes podían ejercerlo. Y como toda nueva aportación cultural, rápidamente fue absorbida por el sistema transformándola en una mercancía más. Ahí está la génesis del maldito concepto "mercado del arte", el referente histórico de las subastadoras Sotbey, Marlgborouh, Cristi y otras tantas instituciones usureras del arte.


Yo jamás seré un artista mercader. Eso lo tengo bién claro. Para mí, el artista es una especie de investigador de la realidad, que utiliza referentes históricos, sociales y culturales de esa misma realidad, como materia prima para llevar a cabo su trabajo. Y como todo investigador, tengo un método -un tanto iconoclasta quizá- que yo denomino el método creativo, a través del cual, desarrollo mis ideas y proyectos artísticos para darles forma y contenido. Este proceso, por supuesto, requiere estudio y análisis como toda investigación. No creo en un arte de "inspiración".


A principios del tercer milenio, creo que es imperativo pugnar por un arte integrador de las distintas expresiones que nos definen como humanos, como especie planetaria en constante evolución. Por ende, hacer arte sólo para decorar paredes,  o para satisfacer terapeuticamente el ego, me parece retrógrado e irracional.


Bien Isabel, después de haber intentado aclarar los términos arte y artista de la manera en que yo los concibo y asumo, creo que ya es hora de contestarte algunas preguntas que me habías hecho previamente.


"A Chile"
Performance en la vía pública. Stgo. de Chile. 1979.

Si. Háblame de tu infancia, tus estudios y  como descubristes que tu futuro era ser artista.

Ah. sobre mis orígenes. Soy chileno. Nací un 16 de enero de 1955 en Illapel, la IV Región, conocida como el Norte Chico. Allí transcurrió mi infancia e incluso parte de mi adolescencia. La educación básica la hice en la Escuela Santa Teresa de Jesús con monjas de dicha orden y luego la secundaria en el Liceo Coeducacional. En términos de nostalgia lo que más recuerdo de mi ciudad natal, son aquellas hermosas noches estrelladas con una sobrecogedora imagen de la Vía Láctea al alcance de mi mano, el relajante sonido del río y la deslumbrante visión de una nevada Cordillera de los Andes, en una clara mañana después de varios días de lluvia. Con el paso de años y viviendo fuera de Chile, he terminado convenciéndome  de que la Cordillera viene a ser un especie de referencia visual y marco mental que define bastante nuestra identidad andina  y que jamás se borra. Extraño mucho la Cordillera.


Soy hijo de un trabajador ferroviario y de él aprendí el sentido de justicia social, tan determinante en mi formación como artista, ciudadano y ser humano en general. A él le debo el despertar de mi conciencia social y política, al haber sido testigo de sus enconadas luchas por mejorar sus condiciones de vida.


Desde temprana edad tuve conciencia de mi interés por el arte y las letras. Como no me duraban mucho los cuadernos de dibujo, mi madre me confeccionaba unos más grandes de papel de envolver. También era un empedernido devorador de libros. La palabra escrita siempre me cautivó. Nunca he olvidado unos versos escritos en el portal del cementerio de Illapel que decían:


"Detén tu paso errante peregrino

en la antesala del silencio eterno

Aquí terminan todos los caminos

aquí comienza recién el gran misterio.


Aquí no luchan ya los corazones,

aquí reina el silencio del olvido.

Aquí se extinguen todas las pasiones

Esta es tu casa corazón dormido".


La profunda carga expresiva de estos versos me impactaron de tal manera, que estando ya en la secundaria me decidí por el área humanista en el currículo escolar, nada más que para tener acceso a la poesía. También la lectura de la Biblia y los clásicos de la lengua española, que leyera a finales de mi niñez, fueron la motivación embrionaria que me llevaría más adelante a indagar en el significado de las palabras. Quería saber más y más, ya que había descubierto que las palabras, las imágenes y las letras eran todo un universo por explorar. Por eso no dudé un instante al hacer las postulaciones a la Universidad: arte y filosofía. Me quedé con el arte, aún cuando estudié filosofía durante dos años como alumno libre.


A los 18 años viví el zarpazo homicida del Golpe Militar encabezado por Pinochet, que me arrebató a dos de mis mejores amigos de aquel entonces: Bernardo Cortés y Alonso Lazo. Bernardo fusilado en La Serena y  Alonso desaparecido en Copiapó. Con ellos y otros más teníamos en Illapel un grupo de teatro y literatura llamado Aquelarre, con el cual salíamos a alfabetizar a los campos durante los breves años del Gobierno de Salvador Allende. En 1974 ingresé a la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile en Santiago, donde estudié hasta 1979 cuando fuí expulsado después de una de mis detenciones. Finalmente en 1983 abandoné Chile con una invitación para venir a la Bienal del Grabado Latinoamericano que se realizaba en San Juan de Puerto Rico y donde había participado en dos ocasiones previas. A esa instancia y a este país le agradezco el haber sobrevivido al criminal régimen pinochetista. 


¿Te identificas con alguna corriente artística o con alguna generación  de artistas en especial?


Digamos, para ubicarnos cronologicamente, que me identifico con la época en que me ha  tocado vivir. En Chile participé activamente de la hoy vilipendiada "vanguardia" de finales de los setenta. Vengo de aquellos tiempos. Mi primera exposición fue en 1978 en la Galería CAL al borde del cerro Santa Lucía, la misma donde Alfredo Jaar  expuso tambien por primera vez.  Pero aquí te quiero aclarar lo siguiente: siempre he creído que la irrupción de la experimentación en Chile tuvo más motivaciones históricas que una mera evolución formalista al interior del arte chileno. Dado lo dramático de los tiempos que se vivían, un grupo de artistas creíamos que era un deber ineludible salvaguardar valores como la justicia y la libertad desde nuestra posición como artistas. Obviamente descubríamos en el camino, que estábamos en concomitancia con una serie de expresiones de la vanguardia internacional, pero nuestra diferencia se basaba en la urgencia por crear espacios de expresión y libertad en una atmosfera completamente apabullante. Situación "emergencial", la llamaba yo. El peso de la realidad inmediata era determinante a la hora de ejercer la práctica artística y por ende aspirábamos a hacer del arte una herramienta eficaz en el acto de transformar la realidad. Cambiar la vida desde el arte. Eso queríamos.


Cuando hoy, miramos hacia aquella época, aparecemos como una generación ruptural en el sentido que asumimos formas que se situaban al márgen de los sistemas tradicionales de producción y difusión del arte. Sin embargo, hoy sabemos que no hacíamos nada nuevo. Desde Duchamp y los dadaistas en adelante existen claras y variadas señales de ir "más allá del cuadro" en la historia del arte. La pólvora ya había sido descubierta por los chinos miles de años atrás. Ahora, puedo decir que aquellas "motivaciones", esas inquietudes por no enajenarnos de la realidad inmediata fungiendo como cronistas de la época, además del soporte teórico que las sustentaba, permanecen incólumnes  en mis trabajos actuales, con las variaciones que sólo el transcurrir del tiempo nos permite catalogar como experiencia. El sello de esa época fue tan intenso, que, hasta el presente, dentro de mi exploración creativa, lo considero como el inicio de "un viaje sin retorno". Así, me considero nieto de Dadá e hijo directo de los sesenta con su "imaginación al poder". Un baby boomer pleno.


Bien, pero los tiempos han cambiado y también los artistas. La gran diferencia de la "experimentación" en los setenta y en el 2003, es que ahora la vemos  incluso, hasta académica. En aquel entonces, podía constituir un delito. Más nadie puede dudar que las posibilidades de apertura sobre las formas de hacer arte que se lograron en aquellos años,  nos permite asumir hoy, la práctica del arte con una mente más libre. Eso es algo que dezconocen o callan las generaciones actuales (con sus debidas excepciones, claro está) adormecidas por el espejismo mercantilista y el afán existista de una sociedad de consumo. Si observamos rigurosamente el panorama actual del arte mundial, veremos que mucho de lo que se está haciendo, tiene un fuerte asidero en las "experimentaciones" de los setenta.


"Protesta frente a la Biblioteca Nacional. Stgo. de Chile, 1983. Circulado en rojo Elías Adasme. Foto: Jorge Ianiszewski"

Ahora, la vigencia actual o no de los postulados de la vanguardia, tiene que ver con las reacciones del sistema para con esos mismos postulados. Yo siempre he creido que un elemento escencial que caracteriza a las dos instancias de vanguardia en el siglo XX, es la aspiración a la Utopía. Y como tal, esa búsqueda de la Utopía, aparece en nuestros días como un proyecto inacabado,  algo inconcluso que rápidamente fue amañado por los sistemas tradicionales, temerosos de perder su posición de privilegio y poder.  Mira esa oscura y estúpida década de los ochenta. Es cuando se afianza un modelo social en que las relaciones humanas se valoran en función de los centros comerciales, las actividades culturales son tomadas en cuenta en su relación como productos mercadeables (como poner pinturas en los stand de un supermercado para que los clientes las compraran en un  determinado tiempo en que duraba la oferta. ¡Que asco!). Es la frivolización de la cultura. Es la respuesta del sistema para con el radicalismo de la década anterior.  Pero eso no quiere decir que la vanguardia haya agotado su razón de ser. Claro que no. Se habla de post-modernismo. pero yo pregunto ¿es que ya alcanzamos y superamos la modernidad?. Soy un convencido que las aspiraciones de la vanguardia continúan en este siglo XXI, porque las motivaciones históricas que las sustentaron e hicieron posible, aún subsisten.


¿Algún artista que haya calado hondo en tí y tu obra?


Varios artistas son los que han recabado mi atención y mi interés por conocer sobre su vida y su obra. A Goya lo puedo poner en la puntera por encarnar en sus dibujos y grabados (más que en la pintura) el espíritu de la Ilustración y la modernidad, ideas que han adquirido un sitial de importancia en mi formación intelectual. Goya fue un muy buen cronista de su tiempo. Sus "Desastres de la guerra" son un dramático testimonio de esa época. Hay una anécdota muy particular que evidencia en grado máximo le sensibilidad de este gran artista español. Dice que cuando su ayudante le increpa "el porqué pintar esas cosas tan terribles"  (habían ido de noche a realizar bocetos sobre los cadáveres de los ejecutados por las fuerzas francesas de ocupación) Goya responde: "para decirle eternamente a los hombres que no sean bárbaros". Al Greco por ser el referente más antiguo de lo que en la primera década del siglo XX se llamó Expresionismo ¿Qué otra cosa pueden ser sus alargadas figuras y el tratamiento de la pincelada gruesa? A Hieronimus Bosch y Brueguel, por ser unos locos  surrealistas enquistados en el siglo XVI. y que lograron sobrevivir la Inquisición. En el siglo XX, Kurt Schwitterz, el "dadaista olvidado"  y que yo considero como el padre de las instalaciones y el conceptualismo, Raoul Haussmann, por sus collages y su aportación a la poesía fonética. Marcel Duchamp,  Joseph Beuys y Wolf Vostell tampoco pueden quedarse fuera. Si te fijas, son los "inclasificables". De hecho, de Duchamp heredamos el "pensar el arte" tan característico del siglo XX. Aunque yo iría más lejos y diría  que Leonardo de Vinci ya se había adelantado cuatrocientros años al declarar: "la pintura es cosa mental".


Sobre un movimiento artístico en particular, estudiar a los dadaístas me ha dado una serie de pistas por lo cual el arte redime su esencial función expresiva y comunicativa por encima de la materialidad de la obra. Me ha hecho saber que los principios del siglo pasado y los principios del presente, tienen similares circunstancias que parecieran repetirse: vientos de guerra y crisis internacional.  El arte y la historia son cíclicos, como cíclicos son los dias del hombre.  Al igual que ellos (los dadaistas), soy testigo de mi tiempo, sí, pero también protagonista. y protagonista desde el arte. Un  arte que se sitúa en el terreno de la espiritualidad humana, no en la vitrina de los bienes de consumo. Con sobrada razón, Duchamp responde atinadamente cuando se le pregunta sobre el futuro de los artistas ante la innevitable absorción comercial de los mismos: "los genuinos, serán underground",  acotó.


Me gustaría que me hablaras un poco sobre la red de artistas llamada Mail Art o Arte Correo.


Si. Claro. Desde el 98 estoy haciendo Mail Art de una manera más consistente. Antes, esporádicamente había intercambiado trabajos con algunos colegas en otros países. ¿Cómo llegué ahí? Por una simple extensión de los vectores análiticos con los que siempre he asumido mi práctica. El Mail Art o Arte Correo es un espacio libre  de expresión artística que aún sobrevive a los cantos de sirena de la sociedad de consumo. Es una red internacional de artistas que intercambiamos mensajes creativos, nos comunicamos y reaccionamos a los eventos de la actualidad.  Sin censura y sin compra y venta de obras. Sólo comunicación. "Mail Art and money don,t mix"(Arte correo y dinero no mezclan) es una de sus máximas, encajando perfectamente dentro de mis inquietudes creativas. Ese diálogo multicultural que se establece con el intercambio de mensajes, me pareció mucho más interesante que estar pensando en producir una gran obra, única, excepcional. En el arte correo, la obra es el acto y el proceso de comunicación. Una obra abierta por lo demás, porque uno nunca sabe lo que puede suceder con el envío que se hace o que se recibe.   Yo me atrevería a decir que es el referente más inmediato de lo que hoy es la Internet.  De hecho, el correo electrónico viene a ser la extensión del Mail Art que se hacía y que todavía se hace a través del servicio postal.


Un aspecto que me interesa muchísimo del Mail Art, es su profundo sentido humanista, su apoyo a las causas de justicia social, hasta el extremo de convertirse en vehículo de denuncia y condena sobre violaciones de derechos humanos. Amnistía Internacional lo ha adoptado en sus campañas contra la tortura y la pena de muerte. Las convocatorias que circulan día a día contra la guerra en el Golfo Pérsico, en favor de los inmigrantes,  por la desmilitarización de Vieques; repudiando el desastre ecológico del "Prestige", o en solidaridad con el pueblo palestino, nos hablan de un ejercicio creativo que, además de "tomarle el pulso a la época", nos plantea los retos y desafíos de un mundo en constante evolución y cambio. Creo que ese sentido humanista puede ser la tabla de salvación y /o la continuidad de esta especial manera de hacer arte, que con el paso del tiempo, comienza a observar su propio desgaste histórico, la absorción mercantil y la institucionalización de un discurso que, en un principio era disruptivo.


"911 Raw: the anti-mirror of a new century" Video performance. 2002

¿Qué me puedes decir de tus otras manifestaciones artísticas, como tus instalaciones, por ejemplo?

Siendo consecuente con lo que afirmara anteriormente, cuando dije que este proceso de experimentación creativa iniciado en los años setenta era un "viaje sin retorno", te puedo decir que las instalaciones forman parte de ese proceso. Claro, en un principio la instalación no era lo que es actualmente. Más aún, ni siquiera se les llamaba así, sinó más bien "environments" (ambientaciones). Tenían como fin ulterior, integrar al erspectador  al espacio como parte del proceso creativo además de cuestionar el soporte bidimensional oponiéndose a la reducción del objeto artístico como mera mercancía. Pero el sistema es muy astuto y poderoso con su avasalladora maquinaria comunicacional. Hoy en día, se vende hasta el derecho de hacer instalaciones. Y podemos ver entonces, el medio frivolizado de una manera  superlativamente burda, completamente absorbido por el "mercado del arte" que anula su potencial crítico y reflexivo. Por eso decía anteriormente que no era lo mismo una instalación en los setenta y otra en el 2003.


Actualmente abordo la instalación con ese ojo crítico que creo, el sistema le ha negado. En su forma y en su fondo. Cuando no tengo otra alternativa y más bién como una manera de reforzar la presentación de una determinada idea o concepto. Hay una cita de Allan Kaprow que para mí ha sido un poco ese norte con que siempre buscamos orientarnos y navegar en este terreno del arte experimental. Refiriéndose al aspecto de valor de cambio en una obra dearte, dice:


"No existe razón fundamental del porque deba ser un objeto durable para ser encerrado en una caja. El espíritu no requiere las pruebas del embalsamador. No es necesario traspasar una obra a los hijos  bajo las formas de un bién económico; vasta con transmitir las actitudes y valores que encarna".


Con ese ojo crítico también abordo los performances, el video-arte, el collage, la poesía visual y fonética, la gráfica digital y  el mismo Mail Art. Hay que permenecer siempre muy alerta y con un acusioso sentido de autocrítica para evitar ser absorvido por la maquinaria mercantil.  Por eso mismo, no expongo a cada rato ni tampoco me verás en los "hit parade" de los "superstar".


¿Crees qué a través del arte realmente se pueden traducir los conflictos y verdades de la existencia humana?


Definitivamente. Que duda cabe. Ya dije que el arte es un producto cultural de la especie humana. Si el arte es capacidad humana de expresión, que mejor fuente de búsqueda creativa para expresarse, que su propio vivir, su propio hacer, su pensar y su sentir. Sus aciertos y desaciertos. Su conciencia de la barbarie y su anhelo de paz. La irrenunciable búsqueda de la Utopía. Es como aquello que los griegos llamaban "sentido de trascendencia". El arte cambia la realidad del hombre, reflejándola.


¿Estás enterado de lo que se está produciendo en Chile?¿Te gustaría mostrar tu trabajo en el país?


Claro que sí. En términos generales me mantengo informado de lo que sucede en el panorama del arte chileno a través de lo que leo en Internet y en revistas especializadas. Pero estoy completamente desvinculado de la dinámica de exposiciones y eventos. En ese aspecto, creo que Chile le debe una gran exposición a sus artistas que trabajan en el extranjero. No estoy hablando de los retornados, sinó de los que "desde afuera" (y esto lo digo en su doble acepción) seguimos considerando nuestro trabajo como una parte importante del acervo cultural chileno. He ahí una "orejita" para los actuales "comisarios" que mueven los hilos del poder y la política cultural.  Tengo mis dudas  de que que acojan la idea, porque lo que he visto ultimamente es un canibalesco "todos contra todos". Paradójicamente, cada vez que participo de un evento internacional, en el encasillado de país
de origen,  pongo Chile-Puerto Rico, como una manera de decir que soy un artista chileno viviendo fuera de su país. Y es que no me imagino negando u ocultando mis raíces. Eso también lo tengo bién claro. A Chile le debo mi sólida formación artística e intelectual.


¿Qué le aconsejarías a los artistas jóvenes?


Que lean, que estudien, que analicen,  que indaguen el pasado y el presente histórico, no tan sólo en el terreno del arte sinó en el contexto social y político en que están viviendo; para que así puedan asumir posiciones más honestas con respecto a su práctica. De más está decirles que un artista enajenado de la realidad, además de ser una auténtica pérdida de tiempo, implica una involución  en términos de su trayectoria. Ydigo esto, pensando en aquellos trabajos realizados por artistas jóvenes que realmente puedan proyectarse en el tiempo, como una posibilidad de instituirse en procesos evolutivos del pensamiento humano. Por eso es tan importante el estudio, la reflexión, la crítica. 


¿Tu próximo proyecto?


Ah, sí. ya me gustaría quemar un millón de dólares en billetes de verdad. pero como eso no es posible. por ahora preparo mi próxima exposición  en septiembre en la Liga de Arte de San Juan, la cual abriré con un performance de poesía fonética; además de coordinar la edición de octubre de Heterogénesis, revista de artes visuales  de la Universidad de Lund en Suecia; realizar un video con el tema de la guerra del Golfo; seguir participando en las convocatorias de Mail Art alrededor del mundo; seguir oponiéndome a la "McDonalización" del planeta, que no es otra cosa que la imposición unilateral de los valores culturales del Imperio estadounidense.  Y por último (esto quizá como una manera  de actuar en contrapeso a tanta mediocridad) seguir diseminando por la Internet, la semilla del proselitismo cultural... Sí, a través de un sitio web que estoy construyendo. "EnRedArte" se llama y espero lanzarlo de aquí a fin de año. Estás invitada a participar de él, cuando se dé.


¿Has sido feliz con tu trabajo?

No sé si feliz. Encuentro muy grande esa palabra, pero sí te puedo decir que hacer arte, me hace sentir que estoy haciendo lo que debo hacer. más que hacer lo que uno quiera. Y por cierto, eso produce un grado de satisfacción. Pero ¡cuidado con la autocomplacencia! Cierta vez me preguntaron si me sentía realizado como artista, a lo que respondí que, tanto como realizado, nunca, porque entonces hasta ahí habría llegado. Satisfecho y pleno sin nada más que buscar. Imposible para mi espíritu inquieto. Las vivencias del hombre son una cantera inagotable de expresión y creación, como digo al inicio de mi página web: "La Creación es eterna y continua. como la Vida". Siempre habrá algo en el entorno o dentro de uno mismo que me inducirá a ponerle atención, a investigarlo, descifrarlo a través del arte y lanzarlo al ruedo como un producto cultural más. Por eso me considero un investigador creativo de la realidad. Por eso. soy un artista. 



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