Poema
Pehuenche
Blanca
translúcida transparente en el fondo
claro
de rotas nubes
el
huevo lunar
aerostático
satélite flotante
suave
y clara lenta
gravita
la
voz de la señora Quintremán
en
mis oídos
en
todo mi cuerpo
sus
pensamientos desplegados
emocionante
sonoridad pehuenche
mamita
del alto Bio-bio
va y viene con sus lindos vestidos
con
sus antiguos pendientes
con
sus orejas de habitante de la
tierra
florida
abuelita
Quintremán
el
susurro firme de tus sentimientos
encuentran
en este hombre aborigen chileno
un
lugar en donde tus palabras se quedan
se
convierten,
no
necesitamos tanta electricidad
sólo
la lluvia
sola
la naturaleza
sólo
la diosa del agua puede inundar
mi
casa
mi patio
a
ella se lo permito
pero
no a huecufes extranjeros
portadores
de pestes
de enfermas ocurrencias
no a forasteras
ambiciones
Estos cobardes apestan!
Tú
de 60 años con tu maravillosa
presencia
quieres
preservar
animales de monte
pájaros
terrestres pájaras
aéreas
aguas
propias tierras
que te pertenecen
legado de formas ancestrales
arriba
Bio-bio que no te represen
Bio-bio
Quintremán, Quintremán Ralco, Quintremán mujer
libre
las aguas libres los
ríos
porque
tú, anciana madre pehuenche
así
lo quieres, porque es lo que te pertenece
porque
tú perteneces a ese lugar
¡Fuera
usurpadores, mal educados, desconquistadores!
Pehuenche
pehuén che
Auca
Aucán
Aucán
mujer Aucán hombre
soy
pehuenche estoy
pehuenche
emoción
Consejo
de todas las tierras
Consejo
de todas las aguas
Consejo
de todos los cielos
de todos los aires
Consejo
de araucarias
de rehues escalados
bailarina en alturas
del árbol de máscaras tatuado
consejo de labios
que se mueven en la boca
del que algo quiere decir
labio mapuche
boca pehuenche
chilena escritura
sonoridad
de este aborigen que Ricardo suelen llamar
tíuque
soy
hongo
soy
callampa
silvestre
represa
no
inundación
no
español
no
enemigo
no soy
hidroeléctrico soy
el agua que bebo me produce su electricidad
no
necesito de más
que
siga virgen la cuenca del Bio-bio
el
río que da la vida
señora
Quintreman venerable anciana
extraordinaria
mujer
yo
la defiendo ante el ataque
empresarial
de España
el
río Bio-bio es suyo es
mío
es
de Chile aborigen
es
de niño mapuche
de
niña pehuenche
de
mujer del pehuén de
hombre de pehuenes
araucarios
y boldos
arrayanes
y litres del alto Bio-bio unidos
contra
los represarios.
Pueblo
de chilenas
pueblo
pehuenche, pueblo mapuche unión fraterna
para
detener catástrofe
yo
Ricardo Castro ofrezco
limas
contra las represas
alicates,
sopletes, pequeños volcanes ardientes
martillos
de peña, lijas diamantadas
lápices
a pasta, anillos de plata, pendientes de plata
armas
de la no-violencia.
Escritos de luna llena
Yo
tomo rayos de luna
suaves
frescos luminosos
en
toda la sombra
en
oscura noche
me
empeloto y salgo a caminar
sobre
la seca hierba dorada
la
oscuridad viviente del cerro
su
sonora vida insecta
me
consume
las
hormigas recorren mis nalgas
en
busca de su alimento
escarabajos
fosforescentes se agolpan
en
el centro de la espalda
soy
guiado por
la
madre del cielo
pequeñas
culebras hembras
suben
las piernas enlazan la cintura
arropan
el cuello
adornan
la cabeza
ahí
se aquietan
esperando
un acontecimiento
no
hay eléctrica luz
sube
la marea en un cerro de Valparaíso
floto
en una diminuta parte del océano
escucho:
niño en voz
mujer en voz
conversación
una
balsa de cochayuyo me guía a la deriva
los
peces alegan que no quieren ser pescados
el
plancton busca sus ballenas
peces
voladores caminan alrededor
la
gaviota practica un fellatio a su gavioto
un
lobo de alta mar
un
cunilingüis a su loba
se
endulza agua salada
caliente
agua oceánica
vacas
potros asnos irrumpen
en
el descanso de la tarde
buscando
cerros hundidos
se
sumergen
copulan
se
acoplan
todo
es viaje-transición
piti-piti
el niño cl-ave de Emilio
nombre
de ojos de verde silvestre
está
grave, pero al hablar, al reír
es
toda la felicidad humana.
Santiago
capitalista con endemoniada
intensidad
eléctrica
alberga
en su casa de vieja madera
con
dos habitaciones de nuevo aspecto
a
los viajeros del mar
a
las viajeras de los cerros
de caminos soleados
de polvos sueltos.
Marilin
en la espera de la impaciencia se queda
sola,
abatida en la terminal Limache de trenes
la
gran rubia de pechos palpitantes
reprime
la emoción de su llanto
metida
en el fondo superficial
del
asiento del bus que la lleva
contra
su voluntad
Adolescente
morena cede su cuerpo
sus
pensamientos al sueño que
en
rápido movimiento se desliza
sobre
la carretera.
Soy
un astro con luz propia
satélite
de la luna soy
benefactor
de la especie humana
de
la animal especie
de
naturaleza orgánica
de
principios de siglo
aceitunas
con pan
dobladitas
de manteca
ojos
verdes boca roja
dientes
blancos
tricolor
de amores
te
quiero hablante lúdica
amante lárica
delicia bésica
suculenta mía.
Se
abre el cerro
el
túnel se traga
entero
el pullman interprovidencial
levita
entera usando de pantalla
la
oscura cordillera abandonándola en su color
en
su frío de roca emergida
iluminando
satélites estrellas
hundiéndose
en el delirio celestial
acompasada
es llevada en andas
por
el aire de la noche.
Tengo
la marea alta.flujo.
reflujo
de cabeza humana
calores
de marzo en Peñalolén
en
Santiago en Ñuñoa noches estivales
hojas calléndose
anillos
collares para uso común llevo
al
tercer día la tercer noche
va
transformándose
llenándose
de oscuridad
cediendo
su luz
poniéndose
fin.
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