CARLOS HERMOSILLA ALVAREZ. FECUNDA SEMILLA DEL GRABADO
CARLOS HERMOSILLA ALVAREZ. FECUNDA SEMILLA DEL GRABADO
Por: María Soledad Mansilla Clavel.
Su vida transitó por un siglo testigo de los grandes horrores de dos guerras mundiales y de extraordinarios adelantos técnicos y científicos. En resumen, una centuria de enormes cambios, adaptaciones y por lo tanto de pioneros. Nació cuando el siglo apenas alboreaba, sembró fecunda semilla en los campos del grabado y nos dejó hace unos pocos años.
Dicen por ahí que el sufrimiento nos hace fuertes, que de él se sale crecido. Carlos Hermosilla Alvarez parece el ejemplo perfecto para esta verdad. Desde muy niño hubo de abandonar los estudios para trabajar, aunque su padre era maestro gráfico y litógrafo. La familia que vivía, desde 1906, tras el terremoto de Valparaíso, en el Cerro Toro, por cesantía del padre debe trasladarse a Concepción y el niño de nueve años comienza su historia laboral como mozo de mandados, mensajero de telégrafo, aprendiz de imprenta.
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