EL ÚLTIMO ENCUENTRO
EL ÚLTIMO ENCUENTRO
Por Javiera Torres Bacigalupe
javiera.bacigalupe@gmail.com
De Christofer Hapton, basada en la novela de Sandor Marai. Traducción de Soledad Lagos.
Dirección: Héctor Noguera.
Elenco: Héctor Noguera, Alejandro Sieveking, Bélgica Castro, Paulina Moyano y Mauricio Roa.
Del 25 de abril al 1 de julio. Funciones, jueves (populares), viernes y sábados a las 21:00hrs, domingos 20:00 hrs. Teatro Camino, Antupirén 9.400, Comunidad Ecológica, Peñalolen. Información y reservas: 292 06 44 www.teatrocamino.cl . Bus de acercamiento gratuito ida y vuelta desde bar Catedral, José Miguel de La Barra 407, Barrio Bellas Artes.
El último encuentro es la cita que han dejado en suspenso cuarenta y un años y cuarenta y tres días dos grandes amigos. Este tiempo, al igual que la cuaresma en el desierto, descifra un gran enigma. Los protagonistas de esta historia profundizan en los grandes temas de la humanidad llevados a la propia existencia.
Christopher Hampton (1946- ), el dramaturgo de esta obra basada en la novela del húngaro Sandor Marai (1900-1989), nos va debelando cómo la amistad se sobrepone a toda exaltación humana y cómo el pensamiento puede evolucionar a que un encuentro mortal sea el más digno y el más sanador de todos.
En un castillo de Hungría en los años cuarenta, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y alegres fiestas, cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de la música de Chopin, es el principal escenario de esta obra. Es donde Henrik (Héctor Noguera) espera como compasivo verdugo las piezas que faltan de su historia€¦
Con las palabras precisas y adornadas de magníficos detalles, estos dos amigos desenredan el nudo amoroso del cual fueron víctimas y victimarios. Aunque ya esté muerta, Cristina (Paulina Moyano), la mujer de Henrik está presente en toda la puesta en escena de esta sublime versión de Héctor Noguera. Vemos su imagen en un salón frente al piano, aparece por los pasillos del palacio e invisible se nos presenta en su silla vacía. Su presencia está en la mente de estos elevados corazones y nos envuelve en la sensación de que su espíritu descansa en paz sólo después de este encuentro...
Konrad (Alejandro Sieveking) en silencio justo recibe un amable tormento. El relato de los acontecimientos desde el lúdico prisma de su amigo lo deja perplejo€¦ La refinada melancolía que lo embarga, nos devela su infinita capacidad de amar. Ama a su amigo y a la esposa de éste, pero sólo puede optar por uno de ellos, al no poder decidir, huyó hacia el Extremo Oriente. Después de cuatro décadas enfrenta su culpa cuando ya está perdonado€¦ Su despedida ya no es más una huida si no que un amargo y aliviado respiro.
Mimi (Bégica Castro), ha sido la fiel sirvienta de Henrik y es la única que comprende a profundidad los detalles necesarios para este ansiado encuentro. Es como si los detalles hubieran alertado a Henrik lo adormecido que estaba frente al amor verdadero, ese amor que sobrepasaba su amor propio de aquel entonces, ese amor que estaba fuera de él y que lo vivía en secreto su esposa con su mejor amigo.
Esta conmovedora pieza teatral tiene una gran virtud. Es como si el tiempo nos diera una lección... El tiempo como desarrollo humano de esta existencial historia, y el tiempo de perfeccionamiento artístico de estas tres grandes figuras del teatro chileno que cada vez en escena nos conmueven más.
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