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Carlos Leppe, pinturas
del 19 de octubre al 24 de noviembre
D21 Galería de Arte
Obras de reciente data de uno los pilares de la visualidad chilena contemporánea llegan a D21 Galería de Arte. Las pinturas de Carlos Leppe -que conforman la colección de Pedro Montes Lira- estarán en exhibición entre el 19 de octubre y el 24 de noviembre.
Carlos Leppe es precursor de un arte corporal único y subversivo, que puso en escena aspectos tan íntimos como universales, relacionados a un vínculo casi sanguíneo con la pintura.
Una de las obras más intensas y multifacéticas que ha generado el arte chileno contemporáneo, la obra de Carlos Leppe, se instala entre octubre y noviembre en D21 Galería de Arte. El autor es uno de los principales referentes de las tendencias críticas de nuestras artes visuales, así como de la irrupción de formatos que constituyeron un desplazamiento en la tradición de la pintura, escultura y grabado, en los años ’70 y ’80.
La crítica e historiografía de las artes visuales incluyen a Carlos Leppe en corrientes como la Escena de Avanzada y toda una generación de autores que idearon nuevos vocabularios para el arte en Chile, aquellos que pusieron en práctica la densidad crítica y reflexiva de la obra y su conexión directa con la realidad contingente. Sin desestimar esas filiaciones, la obra de Leppe resulta particular y equidistante de todas las tendencias existentes; es una obra agudamente personal -biográfica a veces– que, no obstante, apunta a preocupaciones disciplinares de la representación y la problemática de los objetos, compartidas por la visualidad local y mundial de la segunda mitad del siglo XX.
Nacido en 1952, Carlos Leppe entró a comienzos de los años ’70 a estudiar Arquitectura, y luego Licenciatura en Pintura en la Universidad de Chile. En esos años, fue de los primeros en incorporar el video en su proyecto artístico. Una inclusión necesaria, ya que además de producir pinturas, esculturas y grabados, comenzó a utilizarse a sí mismo como principal objeto de expresión.
Cercano entonces a los happenings y performances de referentes internacionales, como Joseph Beuys y Fluxus, su “arte del cuerpo” comenzó a hablar desde lo más orgánico y subjetivo, trabajando con su anatomía, con sus carencias y excesos, con su líbido, con sus propios fluídos, con su respiración, sus sonidos, sus desechos. La fisiología se transformó en su principal medio de expresión de una condición biográfica, desplazable a la condición humana y al estar en el mundo.
Muchas de esas acciones quedaron registradas y hoy comienzan a ser incluídas en colecciones internacionales que buscan poner en valor a las vanguardias artísticas latinoamericanas. Espacios como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Colección Cisneros de Madrid, la Fundación Espigas de Buenos Aires, el Museo Georges Pompidou de París, el Banco de la República de Bogotá, entre otros, han incorporado obras suyas en los últimos años.
Según el teórico chileno Justo Pastor Mellado, gran conocedor de la obra de Leppe, las etapas más importantes de su producción de performances en Chile están entre los años 1979 y 1981, y luego entre 2000 y 2005. En el intertanto, el artista desarrolló variadas acciones corporales y performativas en París, Madrid, Berlín, Trujillo y Porto Alegre.
Leppe se distanció del derrotero artístico nacional que se había centrado -durante el cambio de siglo- en un postconceptualismo que se fue volviendo la forma oficial y adecuada de hacer arte, dedicándose a reforzar una importante trayectoria pictórica.
Algunos de sus más importantes trabajos –incluyendo la pintura- conforman la colección de Pedro Montes Lira. A partir de este acervo surgió la exposición de Carlos Leppe en D21 Galería de Arte, que incopora además obras realizadas en el 2010 y el 2011.
Contrario a lo que pueda pensarse, estos trabajos se relacionan íntimamente con su obra corporal. Carlos Leppe ha puesto en obra asuntos y preocupaciones constantes, intensamente personales -en acciones que muchas veces desafían al pudor- y a la vez universales e imprescindibles del quehacer artístico.
A través de interpelaciones a su madre, a su infancia, a la pintura, a los traumas y al dolor, a la ruina social y artística, a su propia identidad sexual, Carlos Leppe ha posicionado en el arte chileno un imaginario que hace frente a los asuntos más cruciales del individuo. El psicoanálisis y los principales estudios en torno al ser humano están planteados brutal y poéticamente en su obra.
Parte de esa dicotomía constante entre lo abyecto y lo sublime se desplegará entre el 19 de octubre y el 24 de noviembre en D21 Galería de Arte, para que un público más amplio conozca más acerca de uno de los artistas más significantes de la escena chilena contemporánea.