Santiago de Chile.
Revista Virtual.
Año 7

Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 71
Abril 2005


FRÁGILES TRANSITOS
BAJO LAS ESPIRALES

Por Enrique de Santiago

Cuando comencé a adentrarme en el mundo de la física y la geometría, ya transitaba desde hace un tiempo en las aguas del surrealismo, sin pensar si quiera que encima y cercana de la realidad convivía la luz de las nuevas posibilidades de internarse en mundos suprafisicos de maravillosas posibilidades, pienso hoy en día que aquello que vayamos descubriendo en el largo e interminable derrotero del surrealismo, pasará a ser parte anexada de las realidades cotidianas, es quizás este el momento del viaje en busca de los vellocinos de oro, una ascensión al monte Olimpo en busca de las ambrosías que sacudan todos nuestros sentidos.

Nunca sospeche que una figura curva desenrollándose en el tiempo- espacio revelara tantos misterios, y me convidara a transitar como los antiguos primitivos, por las sendas chamánicas que se avecinan a nuestras realidades sobre los vehículos de las formas de otros espíritus y las animas arcanas que abundan en las tierras del canelo hacia el Sur, tengo las naves dispuestas a partir de hoy para ver en cada pequeño detalle, la mas grande de las odiseas y hacer de cada uno de estos una aventura épica hacia los confines de los mundos de irrealidad que con certeza serán del conocimiento del aventurero soñador. Cada pequeño detalle en el universo es un portal al inframundo, al que se debate entre los múltiples planos dimensiónales, cada beso una arista para ascender, cada guijarro, la materia de la próxima gran explosión esperando desatarse.

 

En el principio la luz estaba contenida, así como la materia toda y por lo mismo las estructuras geométricas que las soportarían, aguardaban las ecuaciones elementales y su momento, para desplegarse en los infinitos planos y subplanos, siempre estuvieron ahí, esperando dar una ratio que soportaran los mínimos y monumentales tránsitos, inclusive nuestro devenir expandiéndonos como prediseñados cuerpos o a través de las invisibles designaciones.

Quiero detenerme en aquella figura geométrica que avanza, que determina los ordenes primordiales y los acota; La espiral logarítmica.

Es cierto que su asomo en el universo viene dada desde la primera mañana del tiempo, nos sobrecoge con su increíble diseño, el cual ya reconocían los griegos de la antigüedad. Pero fue Descartes quien la estudia, en forma matemática, incluyéndola en la denominación de curvas mecánicas, esto quiere decir, que su ecuación no es un polinomio, este hecho acontecido en el año 1638, fue comentado a Mersenne, quien también se interesó por esta curva de tan singular aspecto. Este comentó, que estaba buscando una curva creciente con una propiedad similar a la de la circunferencia, donde la tangente en cada punto corte la radio vector siempre en el mismo ángulo.

Ellos también descubrieron que esta misma condición es equivalente al hecho de que los ángulos alrededor del polo, son proporcionales al logaritmo del radio vector.

El nombre de esta curva eso sí, no vino de este estudio, sino que fue dado por el estudioso matemático Jacob Bernoulli, que se empapó en profundidad de este maravilloso diseño de la naturaleza y lo estudio durante el resto de su vida, tanto así que mandó a grabar en su tumba la frase que designaba la propiedad de la espiral: “ Eadem mutata resurgo” (Resurjo cambiada pero igual).

Una característica a la vista de esta espiral, es que la separación de las espiras aumenta al crecer el ángulo, esto significa que el radio vector aumenta en forma exponencial respecto del ángulo de giro, la espiral es distinta en radio desde cualquier punto de la espira hacia el centro de la misma. Por esto recibe también el nombre de espiral geométrica.

Su ecuación es de la forma: r = Ce , donde r es el radio de posición, C una constante, k otra constante y theta el ángulo de giro. El ángulo es proporcional al logaritmo del radio. Una de las propiedades que nos maravillan de esta figura es que la espiral logarítmica es la única curva que verifica que su evoluta, su involuta, su cáustica y su podaria son, a su vez, una espiral logarítmica. Eso explica mayormente el “Eadem mutata resurgo”, atribuida a esta espiral ya que aunque me cambien, es decir si trazan mi evoluta, mi involuta, mi cáustica de refracción o de reflexión... siempre resurgiré semejante a mi misma.

Esta fascinante forma se prodiga de forma asombrosa en toda la naturaleza, ya sea en los objetos fractales, en los cuerpos ammonoideos, del Cámbrico, Cretáceo o Jurásico, inclusive hasta hoy en día encontramos similitud de esta forma en los organismos Nautiloideos. También se refleja en la proporción de crecimiento de numerosas semillas, sobre todo en los abetos, la manera en que determina la posición de las hojas en los tallos, la construcción de variadas galaxias, helechos, la multiplicación de insectos coloniales, o de los roedores y otras especies.

Es dentro adentrándose en los aspectos cognoscitivos de la espiral, como cuerpo fisico presente en la naturaleza, es que surge la pregunta antes del desenvolvimiento corpóreo, ¿qué la contiene y soporta como diseño estructural?, ¿cómo es posible que se mantenga prediseñada sin que se altere?, y ¿qué la obliga a prodigarse de esa manera?, como se anticipa este diseño para-modelo primero es la cuestión razonable, y después el como y donde? La estructura se forma, en tiempos mas que remotos pero en que espacio y tiempo espera su momento para saltar a las formas de la vida desde adentro, pues no se conocen aproximaciones ni diseños tentativos como registro en los rastros fósiles, pareciese que esta figura geométrica fue diseñada por un plan maestro anterior, pendiendo en la surrealidad del cosmos paralelo e invisible. Es el momento donde surgen las preguntas que plantean sobre los próximos y futuros diseños que aguardan en este supracosmos, sin manifestarse aún para próximamente desplegarse en esta realidad conocida, o por el contrario en otras universalidades desconocidas para el hombre. Pues es en este campo cognoscitivo donde el hombre surreal y metafísico es el llamado a emprender el viaje hacia estas nuevas e ignotas formalidades, a través de la incorporación del espíritu todo en este despliegue holográfico llamado universo donde la realidad termina por dar pistas de un mundo invisible dispuesto para que el hombre ávido lo convoque a sus sentidos, es ahí donde el surrealista se entromete en las verdades arcanas, aquellas solo dispuestas para aquel que a partir solamente de los sueños transmuta desactivando las trabas que el cuerpo físico nos retiene en la mal llamada conciencia, y la espiral pasa a ser uno de los tantos vehículos que llevan al ser metafísico a los recónditos parajes del yo integrado al todo.

La espiral es la música para el que busca e indaga en pos de los mundos mas allá de lo conocido, es la barca que se ubica en la orilla de la realidad que invita a navegar trascendiendo las moradas de la verdad y las bellezas expandidas, pues es acá donde ella ordena y en también en las construcciones invisibles que la sostienen venidas desde donde el mundo aún era joven. Ahí se formó en los piélagos de lo desconocido augurando para los sentidos físicos el placer de la dominación armonica.

Quizás la explicación de todo esto, es que la espiral en si misma contiene una sucesión de rectángulos áureos, por lo cual esta misma sería a la vez poseedora del número Fi, el número de oro, en el siguiente dibujo se puede apreciar que una y otra vez, se van construyendo cientos de rectángulos áureos tanto en sus formas reflexivas, como refractadas.

Sabemos que el número de oro se manifiesta en toda la naturaleza, tanto en organismos vivos, así como en otras distintas formas constructivas o contenedoras, podemos nombrar como ejemplo, la disposición y orden proporcional de las falanges, en todos los mamíferos así como las estructuras proporcionadas de sus cuerpos, sujetas a un orden matemático llamada la sucesión numérica de Fibonnacci, quien descubrió este orden armónico presente en las emanaciones naturales.

Es aquí donde yo coloco él tránsito omnipresente de esta espiral, con nuestro propio tránsito, sin percatarnos de la disciplinada presencia de la primera en nuestra propia estructura corpórea, como en nuestro entorno. Esto de alguna manera da cuenta que el hecho de habernos estado ignorándonos en lo esencial, nos ha dado como consecuencia provocar desórdenes mayúsculos, ya que si las estructuras sostenedoras tienen proporciones exponenciales, los daños y sus consecuencias serán de efectos similares. Transitar o hacer él tránsito, en forma armónica en los distintos planos del entorno, lleva de una u otra manera al conocimiento cabal de los mismos.

El conquistador, el explorador que desconoce estos ordenamientos primordiales, se convierte en agresor, un intruso en el plano, un agitador de exterminio, ya sea en el siglo XV o en nuestros días.

La vida es nuestro propio tránsito, separados pero dentro de un tránsito global, masivo y complejo, hacerlo con conocimiento del reconocerse obligados a las estructuras fundamentales que lo ordenan es reconocer este tránsito, como un propósito mas allá de perpetuar nuestro ADN a través del acto de la cópula, o ingerir todos los días calorías esperando el momento de ojalá repetir este acto, en muchas y diferentes veces. La espiral nos habla de aquello que la sostiene mas allá de los planos físicos, pues si hay algo que la sostiene en el universo tangible, llámese materia oscura, leyes gravitacionales, geométrias a manera de planos sostenedores, y que permiten que se manifieste.

Hay de todas maneras algo sin resolver, y es el ¿cómo se manifiesta exacta dentro de un espacio?, ¿qué la obliga a no variar su forma desde fuera y que la mantiene desde dentro?, y a estas formas anversas que presionan desde lo exterior, ¿qué las sostiene a ellas?, ¿qué las obliga o compromete con la forma logarítmica que cotejan?, en fin y mas allá como preguntaba antes, ¿qué amarra o soporta a la formas que interactúan, y a la vez soportan a la espiral? Y así sucesivamente en el los planos infinitos, y agregando además el cuestionamiento valido, ¿que diseña esta forma?, pues si uno se interroga sobre la presión que ejerce el medio o entorno sobre las formas plásticas de los seres vivos, podríamos argumentar de que en este ejemplo existen interrelaciones físicas (queda aún la duda de por que el ADN, responde en forma de modificador en cualquier dirección en el cuerpo físico, es como si contuviera todos los patrones diseñadores), las respuestas quizás están tras los antiguos portales, los que ofrecen los secretos de la estructura del Leviatán, aquellas amplias sendas de información que se manifiestan en este universo conocido a manera de diminutas grietas, quizás estemos hablando de otros universos de otra y distinta composición y diseño, una distinta materia, o inmateria, donde solo a través del espíritu liberado sea posible acceder, es decir a través de los sueños o tan solo del paso de la vida a la muerte. Sean estas las fases donde el espíritu (en los sueños), se prepara y aprende para el viaje definitivo y posterior, el trascendente, incluso el primero de tantos.

Breton hablaba y describía el inconsciente y todo lo que ocurría en el o en sus manifestaciones, como un universo distante, o como un mundo desconectado, si pensamos en aquello que soporta y obliga a las estructuras ordenadoras, llegamos a la posible conclusión de que hay puntos de sujeción entre estos distintos campos dimensiónales, e inclusos carentes d dimensiones para lograr un efectivo sostenimiento global de los cuerpos ordenadores (elipses, espirales, circulo, planos etc.).

El absurdo, quizás corresponde a los primeros actos o balbuceos en torno al verdadero y total idioma que rige las infinitas moradas multidimensionales, de ser así la distancia entre nuestros conocimientos de lo físico que nos aproxima tímidamente a lo metafísico es de una inmensidad abrumadora, somos en realidad pequeños seres limitados recién avecindados en un universo de formas y manifestaciones insospechadas, el absurdo es la directriz inconsciente ordenadora, así como lo son los sueños, y lo es también el punto de trascendencia espiritual dentro del orgasmo, cuando el individuo saborea brevemente la unidad en lo infinito, ya que este a pesar de que se sostiene de una relación meramente física, tiene la capacidad de enlazar el armatoste carnal hacia estados superiores a partir de la conciencia, esta también se contiene como capacidad trascendental dentro de la actitud de contemplación o desapego de la prisión individual

Todas las espirales, desparramadas en todo el universo con esa inequívoca geometría, con las precisas adiciones que en su avance de evolutas, pasan a ser base o sostén de la materialidad toda, permitiéndose coexistir armónica con los espacios a ocupar, las nuevas de igual forma dan alojo al siguiente desarrollo exponencial. El nácar expandiéndose es como nuestra piel en el útero, dispuesta a desplazarse en la evolución proporcional de si mismo. Es el diseño invisible que se sostiene de las tensiones y distensiones de sus formas elementales, cada tensión es transversalmente intervenida por una tensionante y distensionante a la vez permitiendo, que las masas criticas en suspención espacio- temporal, soporte e imprima un impulso a su vez los radio vectores originados desde el centro.

Estas estructuras que soportan al mundo, no pasan inadvertidas en este trabajo, ni en mi obra, a partir de estas ecuánimes razones, sujetaré los protagonismos en áureas zonas, partiendo desde cualquier punto centro, la composición, no vendrá dada del clásico rectángulo áureo, sino que partirá proponiéndose desde cualquier punto de los planos y a partir de este y sus sucesivos, crecimientos organizativos, se dispondrán los elementos composicionales o de densidad critica, el objeto fenomenológico, seguirá su desarrollo virtual fuera del plano descrito y de alguna manera intervendrá el espacio restante a manera de apéndice recordatorio en un breve espacio de los planos circundantes, esto obligado por la naturaleza de dicho cuerpo geométrico, que a la vez de potenciar la figura desde su centro único, debilita la forma para dar energía a otra circundante. Tomando en cuenta el diseño del perímetro a usar, sería interesante, ver dos o mas formas provocándose en una extensión cercana e interferentes, ya que parten de hipótesis distintas como una doble arsis, cuya unidad formal plástica o tesis resolutiva estará dada fuera de los propios elementos plásticos en la habitación. Es una instalación conceptual, des-intalándose para dar protagonismo, con sus cargas opuestas de radio vectores, desde la zona critica, donde está el concepto, hacia los centros en los rectángulos definitivamente plásticos, un Manierismo desconceptualizador (a la maniere), no mi manera, sino la del peso organizador que contiene, el exponer el objeto estético, no el social, a las leyes severas de las artes. La relación de la simbiosis energética que se entrecruza a través de los radio vectores, sus evolutas, que se avecinan hacia las involutas opuestas fortalecen la estructura plástica como tal, pero al mismo tiempo dan vigor al espacio virtual que ocupa el concepto, este concepto ocupa un rol protagónico, pero a la vez clama por su descontextualización como concepto único dentro del todo, negando y afirmando a la vez su protagonismo, es como la segunda espira que se manifiesta espléndida y poderosa, relegando a un plano basal a la primera, pero sin esta su existencia es vacía, por lo cual cualquier análisis decimonónico del concepto, es un inútil tránsito si no se observa su entorno o paisaje, o mejor dicho su concepto vecino, su concepto de conjugación inmediata o futura. La siguiente espira depende del todo conceptual así como las otras sucesivas, así como el concepto depende del entorno universal para verse sentenciado como tal.

Los elementos dispuestos, sobre las espirales en el plano, aportan además elementos tensionantes anexos a los ya enumerados, estos dentro de su propia construcción y organización, se reorganizan solo tomando como referencia el soporte de la tela, esta segunda lectura, propone una suerte de anclaje para no comparecer sobre el concepto fuera del plano. Este peso de mayor potencia cromática es el hilo conductor vía longitud de onda de diversa y dispersa índole, permita al espectador ligarse al plano en desmedro del concepto virtual, el punto critico plástico gravitará en mayor manera por la aspersión, producida por los radio vectores de la figura geométrica que domina el plano, dentro y fuera de este y obliga al objeto en cuestión a obtener cierta dependencia y proponer tensionantes propias, que le sirvan de sostén y relación con la figura dominante sin perder su sustancia, su naturaleza también fragmentaria o su pertinente interferencia.

Mis manos las poseen, también todo mi cuerpo las contiene y este al transitar se desplaza a través de ellas, por los antiguos derroteros desde donde rigen al mundo.

Abajo el desinterés de las percepciones infructíferas de los legos o los necios, las mismas actitudes desde que los conquistadores, transitaran sin descubrir las nuevas y antiguas espirales. A partir de ahí solo sombras sempiternas.

 

 

 

 

 

Si desea escribir a Enrique de Santiago puede hacerlo a desantiagosurreal@yahoo.es
Esperamos Su Opinión.
¿No está suscrito? Suscribase aquí.

[Volver a la Portada] - [Visita la Comunidad Escáner Cultural]


Las opiniones vertidas en Escáner Cultural son responsabilidad de quien las emite, no representando necesariamente el pensar de la revista.