Santiago de Chile.
Revista Virtual.

Año 7
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 69
Enero y Febrero 2005


UN ACTOR LLAMADO

JOHNNY DEPP


Por Víctor Hugo Ortega

Nadie quedó sin impresionarse a principios de este año, cuando supimos que una de las nominaciones al Oscar, como mejor actor principal, caería en la figura del actor oriundo de Kentucky, Johnny Depp. Raro resultó verlo en la ceremonia, con un notorio aire de felicidad y expectación, pese a que era sabido que el galardón se lo llevaría Sean Penn, por su deslumbrante interpretación en Río Místico.

Depp, que había apostado en el último tiempo por papeles arriesgados e interesantes, en los cuales demostraba su categoría, era nominado a la estatuilla justamente por su personaje más comercial. No aludiendo al concepto de "comercial" como algo malo, sino que simplemente dando a conocer las injusticias de la academia, que había evadido al actor en ocasiones anteriores, por roles mejor logrados. Pese a esto, la personificación de un pirata de malos hábitos, Jack Sparrow, en "La Maldición del Perla Negra", sólo confirma la importancia de Johnny Depp, como una actor americano importante en los últimos años. Y es que bajo la sombra de Brando, Newman, De Niro, Pacino y compañía, Depp ha logrado de la sobreactuación, una característica que lo consagra como el mejor de su generación (41 años). Sus gestos exagerados y forzados, que van en contra de toda norma de naturalidad que otros buscan en la actuación, lo han llevado a posicionarse como un importante intérprete americano, que va camino a convertirse en leyenda. Ayudado quizás, debido a que su colega Robert Downey Jr., le otorgó por completo el monopolio de estrella actoral, durante la década pasada.

Por coincidencia o astucia, Depp ha estado siempre trabajando con importantes personajes del mundo del cine. Su historia comenzó en la primera parte de la saga "Pesadilla" (1984), en donde bajo la dirección de Wes Craven, debutaba como el típico niñito bueno que hay en toda película de terror. Dos años después conseguía un pequeño rol en la aclamada "Pelotón" (1986), de Oliver Stone, en donde personificaba a un tímido enfermero, que temblaba de nervios en casa aparición. Durante el resto de esta década, Depp se transformaba en el ícono de las adolescentes yanquis, que lo presenciaban en la serie de televisión, "21 Jump Street".

Con los años '90, venía la primera cinta que lo destacaba como un actor distinto. "El Joven Manos de Tijeras" (1990), que debe ser una de sus filmes más conocidos en Chile, lo fusionaba por primera vez con Tim Burton, con el que realizaría importantes colaboraciones en los años venideros. Al mismo tiempo, comenzaba la galería de memorables nombres con los que compartía reparto. En esta ocasión, su personaje era creado nada más y nada menos, que por el otrora maestro del terror, Vincent Price (en su última película).

En 1992 es dirigido por el bosnio Emir Kusturica, en el filme "Sueños de Arizona". La cinta, primera incursión del director de "Underground" en Estados Unidos, resaltaba por las convincentes interpretaciones de sus protagonistas, en especial la de Depp. Al año siguiente, bajo las órdenes del sueco Lasse Hallstrom, daba vida al personaje central en "¿A quien ama Gilbert Grape?, un drama en el que pese a tener una gran desempeño, era nuevamente dejado de lado por la crítica, que le prestaba mucha más atención a un adolescente Leonardo Di Caprio, que interpretaba a un niño deficiente mental, hermano del personaje de Depp.

1994 marcaba su segunda colaboración con Tim Burton, la cual lo consolidaba como un maestro de la sobreactuación. El reto no era para nada fácil. Tenía que representar a Ed Wood, el peor director de la historia, con todos sus ademanes y filosofías. Notable resultaba verlo con la cara llena de risa (un tic del verdadero Ed Wood), en una de sus más grandes actuaciones hasta la fecha. La película "Ed Wood" le otorgaba su segunda nominación a los Globos de Oro, tras su papel en "El Joven Manos de Tijeras".

La carrera de Johnny Depp había llegado a su máxima expresión, pero en vez de comenzar a declinar, se acercaba su consagración definitiva. En 1995 realiza dos películas bastante distintas. Por un lado, protagoniza la obra maestra del cineasta independiente, Jim Jarmusch, "Dead Man", y por el otro, se hace notar y logra una química perfecta con Marlon Brando, en la cinta "Don Juan de Marco". Su relación con el veterano Brando, llegó mucho más allá de los rodajes y llegaron a convertirse en muy buenos amigos. Pese a lo discutible que puede resultar esta historia dirigida por Jeremy Leven, como una buena o mala película, lo interesante para Depp, fue que no se amedrentó ni se disminuyó, como le ha pasado a otros de sus pares, al estar en escena con el gran Marlon Brando.

Mención aparte merece su personificación en "Dead Man". Este filme, dirigido por Jarmusch y que es todo un clásico dentro del circuito independiente, lo hizo sobresalir notoriamente, con la ambivalencia que representó su rol de William Blake (tremendo poeta o insignificante contador, sólo Jarmusch lo sabe). Era raro ver una película de Jarmusch protagonizada por Depp, pero aún más extrañeza causaba, que esta asociación diera resultados óptimos, sobre todo considerando que ambos representan personalidades totalmente opuestas dentro del mundo del cine. Como dato anexo hay que destacar que "Dead Man", nuevamente ponía en escenario a Depp con una leyenda de la pantalla grande. En este caso era Robert Mitchum, en su última actuación antes de su muerte.

En 1997 quedaba claro que Depp había aprovechado al máximo su trabajo con Marlon Brando, en "Don Juan de Marco". Junto a su hermano, se atreve a dirigir su primer largometraje, titulado "The Brave". La cinta, que paso sin pena ni gloria en la época de su estreno, tenía el atractivo ingrediente de contar con Brando en su reparto. La trama se centra en un indio piel roja y en toda la miseria y discriminación que lo rodea, pero como telón de fondo, la película de Depp planteaba una serie de preguntas con base filosófica, sobre hasta qué punto el hombre tiene derecho a disponer fatalmente de su vida, con tal de mejorar la situación económica de su familia. El fenómeno más raro en "The Brave", es que la muerte de Brando le dio un segundo aire. Puede ser por tratarse de una de las películas testamentarias del fallecido actor. Y es que en los aproximadamente 10 minutos en que Depp y Brando comparten escena, hablan de la muerte, del temor a las sombras, de la valentía y del misterio acerca de lo que viene después de la vida, algo que no deja de ser llamativo, considerando las paupérrimas condiciones en las que dejó de existir el octogenario intérprete americano.

Pero 1997 no sería sólo el año en que Depp debutaba como director, sino que también protagonizaría junto a Al Pacino, la película Donnie Brasco, dirigida por Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral) y basada en la novela del mismo nombre de Joseph Pistone y Richard Woodley, sobre el sujeto que se infiltró y denunció a la mafia en Estados Unidos. La cinta, que se ha convertido en un clásico dentro del cine mafia, se caracteriza por la gran actuación de Johnny Depp, que logra una excelente química con Pacino, en lo que es uno de los mejores papeles dramáticos que ha realizado.

Por estos tiempos, en que la figura de Depp está en lo más alto de la cima, se da espacio para abocarse en otro de sus grandes intereses: la música. La agrupación inglesa "Oasis", lo recluta para que se haga cargo de la segunda guitarra, en el tema "Fade In-Out", del disco "Be Here Now". Cabe mencionar que Depp fue parte del grupo "The Kids" durante los '80, y en los últimos años ha formado parte de la banda "P", en la que comparte escenario con Flea ("Red Hot Chili Pepers") y Steve Jones ("Sex Pistols").

En los años venideros, Johnny Depp siguió manteniéndose en un nivel regular, pese a realizar ciertas películas que han sido rechazadas por la crítica, como por ejemplo: "La Novena Puerta" (1999), de Roman Polanski y "La Ventana Secreta" (2004), de David Koepp. Esta última, basada en una novela de Stephen King, resulta decepcionante, con un final en el que pareciera que el único objetivo, es el de engañar al espectador.

Dentro de los filmes destacables de este período están: "Pánico y Locura en las Vegas" (1998), de Terry Gilliam; "La Leyenda del Jinete sin Cabeza" (1999), de Tim Burton; "Chocolate" (2000), nuevamente bajo las órdenes de Lasse Hallstrom; también destaca su pequeño papel en "Antes que Anochezca" (2001), la película autobiográfica del poeta cubano Reinaldo Arenas, dirigida por Julian Schnabel; "Desde el Infierno" (2002), de Albert y Allen Hughes; "Érase una vez en México" (2003), de Robert Rodríguez y la ya mencionada comedia de aventuras, "La Maldición del Perla Negra", de Gore Verbinski.

Con respecto a lo que se viene de Johnny Depp en nuestro país, hay que mencionar la película "Finding Nerverland", dirigida por Marc Forster (el mismo de Monster's Ball), en la que Depp encarna al escritor escocés J.M Barrie, autor del clásico infantil Peter Pan. Los críticos estadounidenses ya han destacado la labor de Depp, presagiando alguna nominación para los premios de la academia.

"Finding Neverland" no sólo trata el tema del escritor respecto a la creación de Peter Pan, sino que también otros aspectos de su vida, como su fracaso matrimonial y sus lagunas creativas. El reparto de la película lo completan Kate Winslet y Dustin Hoffman.

Por otra parte, en febrero del próximo año se comenzará a rodar la segunda parte de "Piratas del Caribe": "La Maldición del Perla Negra", titulada en esta oportunidad "El Tesoro del Abismo Perdido", también bajo la dirección de Gore Verbinski y que tendrá como dato curioso, la actuación del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, quien dará vida al padre del inquieto personaje de Johnny Depp.

 

 

 


 



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