MUSEO SOTO

UN PASEO POR LA
VANGUARDIA PICTÓRICA

Texto: Carlos Yusti

VictorVasareli

Si visita el Estado Bolívar, y más específicamente, su capital Ciudad Bolívar, es imprescindible darse un paseo por el Museo de Arte Moderno Jesús Soto. Tres razones bastan para dispensarle un recorrido:

* El diseño arquitectónico pertenece al mítico arquitecto Carlos Raúl Villanueva

* Apreciar obras del Maestro Jesús Soto de distintas épocas.

* Entrar en contacto con pinturas y esculturas de los más reconocidos precursores del arte contemporáneo del siglo XX.

Una inigualable constelación de artistas de primer orden conforman las obras del Museo Soto. A este respecto el arquitecto Freddy Carreño escribe: "Uno de los aspectos que destaca la importancia y singularidad de la colección es su carácter contrastivo, que nos permite ver y apreciar gracias a un conjunto de obras excepcionales, la dinámica artística de una época marcada por grandes contrastes y profundos cambios. El grueso de la colección lo constituyen obras representativas del constructivismo y sus tendencias afines, de todas aquellas propuestas que indagan en el ámbito de las estructuras, las relaciones matemáticas, etc.".

Alexander Calder

La colección del museo está constituida por obras de Jean Arp, Casimir Malevich, Piet Mondrian, Natalia Gontcharova, Josef Albers, Man ray entre otros.

Una característica notable de la colección va allá de la estudiada unidad con la cual fue concebida, lo que no impide apreciar artistas cuyas indagaciones estéticas en cuanto al espacio, el movimiento, el color y la luz tiene muchos puntos de contacto con las premisas abstractas y constructivistas. Por esa razón encontramos trabajos de Roy Lichtestein, Lucio Fontana, Serge Lemoine, Alejando Otero y Jean Dewasne para mencionar sólo algunos.

Por supuesto están presentes obras en la cual los elementos ópticos tiene un relevancia predominante en cuadros de Victor Vasarely, Richard Anusziewicz, Calos Cruz Diez, Toni Costa.

Jean Arp

Las esculturas que exploran las posibilidades en tres dimensiones de la luz y el movimiento también tienen en el museo su lugar. Así tenemos esculturas de Francisco Sobrino. Marcel Floris, Nicolas Schöffer, Kennethe Snelson, Edgar Negret y Eduardo Ramirez Villamizar.

Las obras son un atractivo meritorio, no obstante el edificio en sí mismo se erige como una vigorosa propuesta estética, como una poética que busca aglutinar elementos disímiles para lograr una armonía arquitectural distintita en lo que a esa concepción común del museo se refiere.

Arman

Carlos Raúl Villanueva en todos sus proyectos intentó integrar el arte, en todas sus distintas manifestaciones, no como elemento aislado o decorativo, sino como parte integral. En su diseño del Museo Soto llegó a una simplificación depurada, en el vertió en una síntesis, entre lo poético y lo práctico, toda esa concepción de combinar diseño arquitectónico con la pintura, la escultura, el paisaje y el hombre. Dicha síntesis convierte la desnudez del edificio en una metáfora que interactúa con el espíritu. No es un edificio compacto que encierra y guarda, sino una estructura abierta que deja fluir al espectador sin presión alguna. El edificio lejos de funcionar como un escaparate es una respuesta poética de lo espacial. El vació que se existe de una sala a otra, de un espacio a otro proporciona a la estructura del edificio una enorme libertad. El visitante no se encuentra guiado a ver las obras expuestas, él es también un explorador que puede darse el lujo de relajarse, de sentirse a sus anchas en un espacio amigable que le permite desplazarse hacia el encuentro de una experiencia estética sin claustrofobia y sin complejos como el edificio mismo.

Jesús Soto

Jesús Soto

Jesús Soto nació en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, el 5 de junio de 1923. Egresó de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, donde tuvo su primer contacto con el cubismo. Viaja a Maracaibo en donde dirigió por algún tiempo la escuela de artes de la región. En 1950 se radicó en París. Es fundador del Museo que lleva su nombre en ciudad Bolívar. Sus primeros trabajos cinéticos están fechados en 1953, desde entonces su interés se ha centrado por las relaciones de los materiales con el espacio hasta llegar lentamente a una superposición de elementos para crear obras que llamó Estructuras Cinéticas, espirales trazadas sobre el plexiglás actuando en un fondo de madera que permiten los movimientos ópticos. Por este camino se orientó hacia el empleo de elementos suspendidos, como en la Reja de hierro, exhibida en la Exposición Universal de Bruselas, en 1958. Soto se interna en un arte sin fronteras, que aspira a la totalidad, consecuencia lógica de su concepto espacial, tal como ésta se proyecta a sus ensayos de ambientación y estructuras integradas a la arquitectura y el paisaje. En estas obras encuentran su dinámica en la traslación del espectador y en la óptica cromática del conjunto. En las ambientaciones el artista ha propuesto la participación física del espectador con obras que se conocen como Los penetrables, destinados a que el público tenga una experiencia activa con sensaciones táctiles y auditivas.

CARLOS RAÚL VILLANUEVA

CARLOS RAÚL VILLANUEVA

Conocido como el maestro de la arquitectura moderna venezolana, nació en Londres el 30 de Mayo del año 1900. Su padre, ingeniero civil, ocupó cargos diplomáticos. Por tal motivo Villanueva realizó sus estudios de educación media en Francia y se gradúa como Arquitecto de la Ecole des Beaux-Arts, bajo la dirección de Gabriel Héraud, en 1928

En 1941 Villanueva gana el concurso para la reurbanización de El Silencio, plan impulsado durante el gobierno de Medina Angarita. Su gran reto fue la construcción de la Ciudad Universitaria, proyecto que inicia en 1944 y lo concluyó 16 años después.

Jesús Soto

Este arquitecto logró integrar en su proyecto otras verientes de las artes visuales al incorporar obras de reconocidos pintores y escultores en los espacios públicos. Ya como director de la oficina de proyectos del Banco Obrero, este arquitecto orientó a la institución hacia la creación de bloques que sirvieran de vivienda de uso colectivo, como son el caso de la unidad residencial Paraíso y el 23 de Enero (originalmente llamado 2 de Diciembre).

Además de su trabajo como arquitecto, Carlos Raúl Villanueva escribió para algunas revistas especializadas y fue autor de los libros "La Caracas de ayer y hoy" en 1950, y "Caracas en tres tiempos" en 1966. También obtuvo diversos premios a lo largo de su carrera, en el Congreso Panamericano de Arquitectos en Lima en el año 1947, en la Bienal de Sao Paulo en 1957 y el Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela en 1963.

Carlos Raúl Villanueva muere en la ciudad de Caracas el 16 de Agosto de 1975.