Santiago de Chile.
Revista Virtual. 
Año 1
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 6.
12 de Junio
al 12 Julio 
de 1999.

 

¡EL FANTASMA DEL ISLAM RECORRE
EUROPA Y... EL MUNDO!

Desde Alemania,
Cheo Morales H.
Frankfurt a.M.- Alemania.

Con muy parecido texto Carlos Marx, en 1848, comienza su más famoso discurso escrito, el Manifiesto Comunista, al referirse a las luchas de clase en Europa y al desarrollo de las fuerzas productivas.. En aquella época las ideas del socialismo científico se extendían como una mancha de aceite por los cuatro costados de este viejo continente, y a gran parte del mundo industrial y colonial.

Ciento cincuenta años más tarde, de los miedos producidos por el fantasma del comunismo, éste ya casi no asusta a las clases dirigentes del planeta; hoy es otro el fenómeno político y social que trae de cabeza a más de medio mundo, y estas son las "tesis" religiosas del profeta más grande del Islam, Mohamet (Mahoma, para los neófitos en teología). El Islam, no solamente es un compendio de reglas morales y religiosas, también es poder terrenal. O sea Política contingente.

Tal como en la Edad Media, el cristianismo católico, apiña en sus manos todo el poder (el terrenal y el espiritual) no haciendo diferencias entre lo seglar y lo civil. Lo de la separación entre el Estado y religión viene más tarde con la revolución burguesa (Francia, 1789), separando los poderes cívicos (legislativo, ejecutivo y judicial). Para el Islam, religión y política lo es uno, indivisible y eterno.

En lo que se refiere al poder político, más que a las reglas religiosas del Islam, es lo que preocupa hoy a la comunidad internacional; ya que el Islam, como instrumento de dominación ideológica, es sumamente hostil a los progresos liberales y enemigo mortal del materialismo, sea este de tipo liberal o socialista, sus reglas de dominación, guía y de gobierno se oponen a los conceptos de democracia. Pero, como toda tesis tiene su antítesis, frente a las ideas del capitalismo y al sistema de libre mercado, no tiene diferencias. No olvidemos que el Islam nace y se desarrolla en una política libre cambista pre capitalista, fundamentalmente feudal, cuyos orígenes los encontramos en las caravanas de beduinos y en los zocos del bazar árabes.

¿Qué es el Islam en concreto?

CoránPara poder entender el Islam, sea como religión o poder político, debemos de remontarnos a sus orígenes más desconocidos pero siempre omnipresentes en la vida cotidiana, no solamente entre sus seguidores, sino que en la política contingente internacional. No olvidemos que el Islam no solamente es teocracia sino que además poder político, cuyas reglas morales, su legalidad, la encontramos en el Corán (Libro sagrado, que en árabe significa "revelación").

Esta religión, monoteísta por excelencia, que, lo mismo que el judaísmo y el cristianismo, nace de la revelaciones divinas (religiones reveladas).

Según la tradición, primero oral, Dios (Allah, para los creyentes) da a conocer, mediante revelaciones, a Mohamet las Leyes divinas y las normas para que funde una nueva religión. De esta manera Mohamet se transforma en el primer Profeta del Islam, y uno de los continuadores de la línea inaugurada por Abrahm y su hijo Ismael y, terminada con las profecías de Jesús, el enviado.

Mohamet, que desde su infancia recibe este nombre, que en lengua árabe significa el "Alabado", se dedica por tradición familiar al comercio, principalmente. Luego, compartiendo ideas y praxis con los judeocristianos, comienza la predicación en tierras de Arabia, consolidando entre las diversas tribus de la península y beduinos una especie de hegemonía de tipo religiosa y política, llegando a conformar un gobierno de tipo pacificador y aglutinador entre esos pueblos, que hasta ese siglo (VI de nuestra Era cristiana) practicaban religiones politeístas y no conocían gobierno central; al contrario, las diferentes tribus no reconocían Estado ni formas de gobierno (ácratas).

Campamento de peregrinos.Ya a partir del año 570, con la marcha de Medina a la Meka, se consolida la nueva religión (Esta marcha se denomina La Égida). La importancia de este cambio radica en que los seguidores del Islam (los islamitas o "piadosos") aumentan en número considerable y logran derrotar a los adoradores de becerros, alejarse de judíos y cristianos, para formar su propio gobierno. De esta etapa nace una nueva Era para el mundo islamita que se rige hasta hoy por un calendario lunar, que nada tiene que ver con el calendario gregoriano de uso corriente hoy en la mayoría de los países del orbe, especialmente del mundo cristiano católico. El regreso triunfante de Mohamet y sus huestes marcan el inicio del año 1 de la Era islamita (el calendario judío comienza con las revelaciones de Jehová a Abraham, allá por lo menos unos 5 mil años atrás). Y las diferencias fundamentales del Islam con el Judaísmo y el Cristianismo, que permiten un rompimiento radical, radican en que con los primeros se abre un cause de diferencias originadas en las interpretaciones "reveladoras" del Talmud (Antiguo Testamento), y con los cristianos la trilogía (Padre, Hijo y Espíritu Santo), permiten que estos sean acusados y combativos como idólatras..

El nacimiento de esta nueva religión, el Islam, contrae también una nueva división geopolítica de esa región (Arabia, parte de la antigua Judea, y otros territorios del medio Oriente). El Islam, desde sus orígenes, se desarrolla no solamente como nueva avasalladora religión, sino que además como poder político.

Y en nombre de El Creador, El Único, El Clemente, el Justo, El Grande (nombre reconocidos en el Corán)se inicia la expansión de este credo de tipo religioso y político, que al crear su Estado inicia un período de Guerras Santas para expandir la Obra. Millones de seres caen bajo la esfera del Islam, cuya "zona de influencia" abarca hasta la Mesopotamia actual, llegando hasta la India misma, a través de los ejércitos mongoles, más tarde. El poderío militar del Islam sólo es comparable, durante varios siglos, al de las cruzadas cristianas, quienes se disputaron, palma a palmo, miles de kilómetros cuadrados de territorios orientales, transformando la faz de la tierra en cuanto a cultura, economía, etc., abarcando, inclusive, en los campos de las ciencias (el Islam, al igual que el cristianismo, bebe de las fuentes de la escuela de Aristóteles).

MezquitaYa en el siglo VIII, el Islam, hace su entrada triunfal en Europa, conquistando, con el apoyo logístico de los pueblos (moriscos) del norte de África, ganados al Islam, asentando sus reales en España, principalmente. Durante casi siete siglos el Islam coloniza el Sur de Europa, anexionándolo al Califato de los Omeyas de Damasco. De todos son sabidas las consecuencias que esta "ocupación" ha significado para la llamada "cultura occidental", con sus ventajas y perdidas de identidad y poder.

Hombre orando hacia la Meka.La liturgia del Islam es bastante simple y sencilla, si la comparamos con el judaísmo y el cristianismo. Para el rezo de sus plegarias utilizan templos llamados Mezquitas, cuyas construcciones llaman la atención por sus cúpulas doradas y sus altos minaretes, desde cuyas torres el imán (sacerdote) convoca a las cinco plegarias diarias, que todo buen islamita debe realizar, siempre postrado y en dirección a la ciudad sagrada de la Meka. Además, todo creyente debe, por lo menos una vez en la vida, peregrinar a la Meka, para rendir culto a la tumba del profeta Mohamet, quien se encuentra sepultado en la tumba construida en granito llamada Bekaa, cuya creencia deriva del lugar de las revelaciones principales del Islam. El color sagrado es el verde y los viernes es el día para el culto. A imagen de occidente, los países islámicos tienen sus propias organizaciones humanitarias y de caridad, tales como la Media Luna Roja (homologa de la Cruz Roja).

¿A dónde va el Islam?

Hombres orando.Como ya lo digo, al comienzo, el Islam no es solamente teocracia, sino que además lo es todo.

Su doctrina regula la vida religiosa, política y social de todos sus fieles. No admite otra doctrina ni normas que las que derivan del Corán.

El Islam es tremendamente bélico, y divide la sociedad en fieles e impuros. Estos últimos deben doblegarse y convertirse so pena de perecer ante el avasallador ímpetu de sus huestes. Siempre, las conversiones al Islam han sido acompañadas de cruentas guerras santas. En definitiva, los seguidores del Profeta, mantienen una permanente Guerra Santa contra el mundo infiel.

En la actualidad una tercera parte de la población mundial sigue las normas del Islam, como religión y en su vida privada. La revolución seglar triunfante en Irán, hace algo más de una década, es la consecuencia histórica del desarrollo de la necesidad imperiosa de complementar religión y praxis política en un solo sentido, el poder sobre lo divino y terrenal.

Naciones que han sido elevadas al status de países soberanos, tales como Siria, Irak, Jordania, etc., han sido producto de la política colonial de los países industrializados a partir del conflicto bélico mundial entre 1914-1918 (Primera Guerra Mundial), y que hoy reivindican una sólida federación de naciones islámicas, tales como los intentos de Egipto, Libia, Jordania, etc., entre sí. Entre tanto, producto de confrontaciones políticas entre las influencias occidentales y la realidades concretas de estos países. Estas contradicciones permiten el florecimiento de grupos radicales que en nombre de Allah pretenden volver a las raíces de un Islam puro. Estos descontentos, sean los Hamas en Palestina, Herbolás en el Líbano, los Hermanos del Islam en Egipto, los Mudayeines en Irán, etc., no sólo pretenden consolidar la religión como forma de Estado en todo el mundo árabe, sino que además más allá de sus fronteras históricas, cuna de las revelaciones. El Islam, en sí, no es un credo unitario, ya que al igual que las doctrinas políticas, se encuentra desde tiempos memoriales dividido en fuerzas que pretenden asimilar las costumbres occidentales y las que se aferran a sus tradiciones, las cuales que se mantienen en el túnel de los tiempos, en los que los camellos cruzaban los desiertos más inhóspitos del planeta, muy lejos de la mano de los colonos europeos. Tanto chiitas como sunitas (las dos grandes "tendencias" del Islam) se han estado peleando palmo a palmo, no solamente en el campo de la teocracia, sino que en los campos de batalla, muy literalmente, blandiendo sus sables hasta que la sangre purifique el camino del Edén en donde la vida será de manjares.

MujerLas constantes amenazas de las hordas musulmanas, especialmente venidas del imperio de los otomanos, han estado amenazando, por siglos, la "tranquilidad cristiana" de occidente, para salvarlos de las inclemencias del fuego eterno que espera a los no creyentes. Los otomanos, hasta el advenimiento de la República de Mustafá Kermal (Ataturk, para los nacionalistas turcos) en 1927, dejaron de ser una amenaza bélica y santa para el desarrollismo cristiano europeo. Desde que abandonaron las puertas de Viena, hace tan solo un par de siglos, el Islam había agachado la cabeza y se mantenía en sus fronteras naturales; pero con el avance industrial de nuestros tiempos la religión "única" revelada al Profeta está asentando sus reales disfrazado de petróleo y de constante flujo de emigrantes en busca de trabajo y bienestar social (y también de las libertades, que les niega su propia cultura religiosa). La Guerra Santa, hoy, entre el Islam y el Cristianismo se refleja en las grandes diferencias socio económicas, que los radicales fundamentalistas se encargan de dejar muy en claro cuando rompen con las formas coloniales y de influencias occidentales a punta de degollinas, tal como lo hacen los integristas en Algeria, en Afganistán, etc., países donde ser mujer es la encarnación del pecado y de todos los vicios y males terrenales. Si no creen echen un vistazo a los velos, a las escuelas vacías y a un largo pesimismo fundado en la enorme noche de uno de los credos más puritanos que existen. Los cuentos de las Mil y una Noche, que conocemos, son los relatos que la rica fantasía islamita que nos han hecho soñar con las aventuras más fantásticas, pero que para ser sincero, es tan sólo esto, una larga tradición de la utopía convertida en razón y en religión oficial para muchos Estados modernos, de esos que cada cierto tiempo vemos en las noticias de la televisión, con los respetos debidos a las revelaciones del Profeta y de aquellos que profesan la religión del Dios Único y Verdadero.

Mientras el autor de los Versos Satánicos, Salman Rushdie, anda de clandestino por ahí, salvando el pellejo amenazado por los seguidores del fenecido Ayatolla Khomeni, la vieja Europa, y el mundo entero, se va sembrando de minaretes, que crecen como respuesta a este mundo cargado de lo material, y no me estoy refiriendo al materialismo histórico, sino que a la acumulación de lo terrenalmente inservible. Además, no olvidemos que las huestes, allá por los años 700 de esta Era, árabes y beréberes, comandadas por Tarifa, que se introdujeron en los reinos cristianos de la Península ibérica, hoy Gibraltar, nos dejaron un sin fin de precedentes en nuestra cultura, lenguaje, poesía, filosofía, medicina, matemáticas (aritméticas), alquimia y un largo rastro que se pierde en la historia de los tiempos de velos, turbantes y de empuñaduras doradas y brillantes de sables arqueados, que marcaron en el horizonte una nueva estrategia universal!

Mucho sobre el Islam: http://www.geocities.com/Athens/Ithaca/3705/paginafot.htm
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