Santiago de Chile.
Revista Virtual. 

Año 4
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 40
Junio de 2002

Por: Isabel Costa Olguín

A través de mi ventana, veo desfilar a todos los fantasmas del pasado.

Puedo contemplar mi niñez, mi juventud y mi madurez. Hay momentos en los

que no me gusta lo que veo de mí, pero sé que he ido cambiando y aunque hoy no me pueda mover de esta silla de ruedas, puedo recordar; mi mente es lúcida y por ello doy gracias a Dios, ya que me permite hacer un análisis de mi vida y cambiar penas por alegrías.

Jesús nos ha enseñado lo más importante para conseguir la felicidad eterna y

creo que nuestra misión es conseguirla aquí en este planeta llamado Tierra.

Debemos amarnos unos a otros, seguir sus pasos y no olvidarnos de nuestro

Creador.

Cuando comienzo a hablar así en voz alta y delante de los míos, algunos se

burlan y dicen: "!Ya está la abuela otra vez con sus cosas!".

!Ser felices!  !Esa es nuestra misión!. Sé que no somos perfectos y que aún

nos falta por aprender; la vida es hermosa y nos da a todos la oportunidad en

su momento de conseguir nuestros propósitos, solo que a veces no sabemos

cuales son éstos en realidad y nos desviamos con simplezas del momento.

Mirando hacia atrás observo a mi viejo quien nos contaba interminables

cuentos que no eran otra cosa que historias de la vida real (la suya), nos

sentábamos a su lado y con una vela encendida iluminando su cara nos

relataba su experiencia vivida en la terrible guerra civil española. Atraía a

todos los jóvenes del barrio y organizaba fiestas, concursos y teatro en su

propia casa.

Pasaron los años, crecí y con la innata rebeldía de la juventud, me apunté a un

partido político contrario a sus ideas, quise conocer otras religiones y en fin,

por un tiempo largo fui la "oveja negra de la familia". Tuve que irme de mi

país y el destino me llevó al suyo, España. Viví por un largo tiempo en una

ciudad donde arrestaron a mi abuelo que aunque tenía  ideas contrarias a la República, le tocó luchar en ese bando  y conocí el lugar en donde le dieron una paliza tal, que nuca pudo mover su cuello.

Recuerdos, recuerdos...

Comprendí entonces que no vale la pena discutir por las ideas contrarias y

que todos los extremos son malos.

Por esto y desde mi ventana, les observo y ruego a Dios nos dé la luz de la

comprensión, del perdón y del amor. La verdad, al fin vencerá.

Gracias, Señor.

Mujeres:           
(Consejos para la formación del grupo de autoayuda)

¿Enamorarse les ha traído sufrimiento emocional tarde o temprano?

(Cuando usted siempre desea y siempre espera que él cambie) 

Mujeres: hay un grupo de autoayuda en formación para mujeres cuyas relaciones con los hombres han sido hasta ahora, destructivas. Si desea vencer este problema, escriba o llama al fono: ...................... (aquí pones el tuyo)

Lo ideal sería un grupo entre siete u ocho personas). Recuerde que en esa primera reunión las mujeres que se presenten allí, estarán porque para ellas esto es un problema serio y buscan ayuda. No pase demasiado tiempo de reunión, hablando de organización de futuras reuniones, si bien eso es importante. La mejor manera de comenzar es compartiendo sus historias, porque el hecho de hacerlo forjará un vínculo inmediato y una sensación de pertenecer a ese grupo. Las mujeres que aman demasiado son mucho más parecidas que diferentes, y eso lo sentirán todas ustedes. Por eso, compartir sus historias debe ser su primera prioridad.

 

Pruebe este programa para la primera reunión, que no debe durar más de una hora.

1. Empiece puntualmente. Eso indicará a todas que en las reuniones futuras deben ser puntuales.

2. Preséntese como la persona que publicó el aviso y explique que quisiera que el grupo llegara a ser una fuente continua de apoyo para usted y para todas las presentes.

3. Enfatice que todo lo que se diga durante la reunión no deberá salir de allí, que nunca, jamás, se debe hablar fuera de las reuniones de las asistentes ni de lo que se dice allí. Sugiera que las presentes utilicen sólo sus nombres de pila para presentarse.

4. Explique que quizá sería útil para todas oír las razones de cada una para asistir al grupo y que cada persona podría hablar hasta cinco minutos sobre lo que la decidió a ir. Enfatice que nadie tiene la obligación de hablar todo ese tiempo, pero que si lo desea dispone de él. Ofrézcase como voluntaria para empezar dando su nombre de pila y contando brevemente su historia.

5. Cuando todas las que lo deseen hayan compartido sus historias, vuelva a alguna que no haya querido hablar en su turno y pregúntele, sin forzarla, si quisiera hacerlo ahora. No presiones a nadie para hablar. Deje bien en claro que todas son bienvenidas, estén listas o no para hablar de su situación.

6. Ahora hable de algunas de las pautas que usted querría que siguiera el grupo. Recomiendo las siguientes, que deberán copiarse y ser entregadas a cada participante:

* No dar consejos. Todas podrán, si así lo desean, compartir sus experiencias y lo que las ha ayudado a sentirse mejor, pero nadie deberá aconsejar a otra sobre lo que debe hacer. Si alguien da un consejo, se deberá señalarlo con suavidad.   

* La presidencia dentro del grupo debe ser rotativa y semanal; cada reunión debe ser presidida por un miembro distinto. La responsabilidad del que dirige es empezar la reunión puntualmente, elegir un tema de discusión, reservar unos minutos al final para cualquier cuestión organizativa y elegir otro que presida para la siguiente semana antes de cerrar la reunión.

* Las reuniones deben tener una duración específica. Yo recomiendo una hora. Nadie solucionará sus problemas en una sola reunión y es importante no intentarlo. Las reuniones deben empezar y terminar con puntualidad. (Es mejor que sean demasiado cortas y no demasiado largas. Los miembros pueden decidir, más adelante, prolongar las reuniones si lo desean).

* De ser posible, el lugar de reunión deberá ser un sitio neutral y no la casa de alguien. Las casas presentan muchas distracciones: hijos, llamadas telefónicas y falta de privacidad para los miembros del grupo, especialmente para la anfitriona. Más aún, se debe evitar el rol de anfitriona. No será una reunión social entre amigas; estarán trabajando juntas como pares para recuperarse de sus problemas comunes. Existen Iglesias, Juntas de Vecinos, etc., que proporcionan salas sin cargo para reuniones grupales.

* No deberán comer, fumar ni ingerir ningún tipo de bebidas en el transcurso de la reunión: eso apartará la atención del tema que se esté tratando. Se puede hacer antes o después de la reunión, si el grupo decide que es importante. Nunca debe haber alcohol, distorsiona los sentimientos y las reacciones de las personas y constituye un estorbo para el trabajo.

* Eviten hablar sobre "él". Esto es muy importante. Las mujeres del grupo deben aprender a concentrarse en sí mismas y en sus propios pensamientos, sentimientos y conductas, y no en el hombre que es su obsesión. Al principio es inevitable que se hable un poco de ellos, pero cada una, al compartir sus experiencias, deberá esforzarse por reducirlo al mínimo posible.

* No se debe criticar a nadie por lo que hace o no hace, ya sea cuando está presente o ausente en el grupo. Si bien los miembros pueden pedir conocer las impresiones de los demás, éstas nunca se deben proporcionar sin que las hayan solicitado. Al igual que para los consejos, en un grupo de apoyo no hay sitio para las críticas.

* Aténgase al tema que se está tratando. Casi cualquier tema que un líder desee tratar estará bien, excepto lo que tenga que ver con la Religión, la Política o temas extensos como Acontecimientos de actualidad, Celebridades, Programas de Tratamiento o Modalidades Terapéuticas. En un grupo de apoyo no hay sitio para el debate ni las ironías. Y recuerden que no están reunidas para quejarse de los hombres. Les interesa su propio crecimiento y curación, al compartir la forma en que están desarrollando nuevas herramientas para enfrentar viejos problemas. A continuación hay algunos temas sugeridos: 

* Por qué necesito este grupo.

* Sentimientos de culpa y resentimiento.

* Mis peores miedos.

* Lo que más me gusta y lo que menos me gusta de mí.

* Cómo me ocupo de mí misma y cómo satisfago mis necesidades.

* La soledad.

* Qué hago respecto a la depresión.

* Mis actitudes sexuales: cuáles son y de donde provienen.

* La ira: cómo manejo la mía y la de los demás.

* Cómo me relaciono con los hombres.

* Qué creo que piensa la gente de mí.

* Examino mis motivos, mis responsabilidades conmigo misma; mis responsabilidades con los demás.

* Mi espiritualidad (esto no es una discusión sobre creencias religiosas sino la forma en que cada integrante del grupo experimenta o no su propia dimensión espiritual).

* Dejar de culpar, incluso a mí misma.

* Patrones de mi vida.

* Otras sugerencias que puedan aportar....

El grupo puede decidir agregar unos quince minutos, al tiempo de reunión una vez por mes para tratar asuntos organizativos o cambios de formato, la eficacia de las pautas o cualquier otro problema.

 7. Discutan la lista de pautas en grupo.

8. Pregunte si alguien estaría dispuesta a presidir el grupo la semana siguiente.

9. Confirme el lugar de reunión del grupo para la semana siguiente y lleguen a un acuerdo en el tema de los refrigerios antes o después de las reuniones.

10. Discutan la posibilidad de invitar a más mujeres, de publicar el aviso un tiempo más o que las presentes inviten a otras mujeres.

11. Cierren la reunión ubicándose todas de pie formando un círculo, tomadas de  las manos y con los ojos cerrados por unos instantes.

Una última palabra acerca de estas pautas. Los principios de confidencialidad, rotación de liderazgo, ausencia de críticas, no dar consejos, no discutir temas polémicos o externos, no debatir, etc.,   son muy importantes para la armonía y la cohesión del grupo. No violen esos principios con el fin de complacer a una integrante del grupo. Siempre hay que considerar primero lo que es mejor para el grupo en general.

Con todo esto en mente, usted tiene las herramientas básicas para iniciar un grupo de mujeres que amen demasiado. No subestime el gran valor curativo que estas sencillas reuniones de una hora para compartir experiencias personales llegarán a tener en la vida de todas ustedes. Juntas estarán ofreciéndose la oportunidad de recuperarse.

  ¡Buena suerte!

Si quiere comunicarse con Isabel Costa Olguín puede hacerlo a: isacosto@ctcinternet.cl
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