Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 3
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 28.
12 de Abril al
12 de Mayo de 2001.

MUSICA DE QUILOMBO
ADAGIO

Desde Argentina, Daniel Noseda

Los muchachos se han obsesionado con este tema de la memoria. Pretenden a toda costa que esta se ponga en marcha y para eso le han dado un título: Foro por la
Memoria y encima plantaron una carpa enfrente de la Catedral de San Luis, (alias San Luis Rey de la Punta de los Dos Venado).
Y empezaron por recordar el 24 de marzo- Asunción de la Cruel Dictadura, coincidentemente con el fin de semana donde entre corridas y venidas del gobierno, el ex ministro Lopez Murphy daba paso, mejor dicho le entarugaba el bastón de mando de Economía y Finanzas a otra figura del pasado, Domingo Cavallo.
Y el Migo para ello pedía superpoderes como HeMan pedía los suyos en su momento.
Parecería que en este país el pasado está destinado a ser nuestro futuro. El altavoz se baña de lluvia y nos riega la memoria con una pieza de antaño

"Y aparecen los frac
de grandes caballeros
de sombreros de copa
de puño y de bastón
de puño y de bastón
que han dejado galas
los coches y literas
los grandes dividendos
en tierras extranjeras
para tal vez después
(Alfredo Zitarroza)

La memoria deja paginas, hojas de un árbol, que conviene juntar para armar otra vez ese árbol despojado y vuelva a florecer. Una pagina de la historia permanece en el olvido. Una crónica con fecha 16 de mayo de 1886 es enviada al director del diario La Nación, su autor es un personaje de los tantos olvidados y desaparecidos de la Historia Oficial.
La crónica habla del trabajo, de trabajadores, de luchas, de matanzas, de anarquistas, de huelgas, de reivindicaciones.
El escenario es el país que se vislumbra como potencia, los Estados Unidos, el problema del trabajo se ha erguido y enseñado sus terribles entrañas.
Relata el cronista "Es inútil ahorrar mineros, son 17.000.000. So pretexto
de reclamar la reducción de las horas de trabajo a ocho, ha culminado en batallas campales en las plazas y en una especie de intentona y aislamientos, el malestar
que empezó con las huelgas en los ferrocarriles y tramways, no bien tendió a secar el sol de abril, tendió su mano lúgubre el invierno, "sin ninguna voz ni dirección fija, todas las ciudades se levantaron en los mismos días con una petición
unánime"
El obispo de la Iglesia metodista lanza una pastoral de apoyo y solidaridad para con los trabajadores "Acá se acaba de ver un alzamiento general" "¿Qué quieren los trabajadores? Un día, es mas salario, otro, es mas respeto, otro día como ahora, quieren que las horas de trabajo no sean mas que ocho, no tanto para que pueda entrar alguna luz por el alma en las horas de reposo, o como para que se vean los fabricantes a emplear a los obreros que hoy no tiene faena, pero todas estas demandas son formas y peldaños : ha llegado a condensarse en acción la plenitud de la amargura y encono que en su vida infeliz desesperada tiene a la pobre gente de trabajo: ya han llegado los organizadores, lo administradores, los filósofos y vulgarizadores, el ejercito, en fin, quienes realizan las grandes reformas, unos empujan, otros contienen, otros sujetan la acción, mientras encuentran el remedio, pero ya todos obran.

Pregunta el cronista:
¿Quienes podrán mas, los obreros moderados que con la mira puesta en una reorganización social absoluta se proponen ir hacia ella elaborando por medio de su voto unidos las leyes que les permitan realizarlo sin violencia, o los que con la pujanza de la ira acumulada siglo sobre siglo, en las tierras despóticas de Europa se han venido con un taller de odio en cada pecho y quieren llegar a la reorganización social por el
crimen, el incendio, el robo, el fraude, el asesinato, el desdén de toda moral y orden?
Ese es, en este instante, el problema trabajador, en los Estados Unidos". De los anarquistas menciona a Most, a Schwab, a Spies, todos alemanes "de cabeza cuadrada y terquedad rubia, barba revuelta e hirsuta Most que hablo en Nueva York frente a un auditorio con rifle en mano, insta a sacar de sus guaridas a todos los capitalistas y volar sus casas con las bombas que el enseña a fabricar, Spies, tendero que sube a hablar con un ejemplar del Diario de los Obreros frente a 12 mil hombres.
Relatos de marchas y motines en Nueva York, en Milwaukee la ciudad de la cerveza, en Cincinatti, el palacio del cerdo, los obreros van creciendo en número, de 12 pasan a 20 y luego a 40.000 mil en Chicago, al numero de trabajadores norteamericanos se suma el de los anarquistas provenientes de Europa, alemanes, polacos, noruegos, austríacos, húngaros, una mulata marcha a la cabeza de las procesiones ondeando con
gestos de poseída, una bandera roja, mientras oculto en talleres se preparan municiones, bombas. Esa formula aflora en Chicago donde las batallas son
mas cruentas, batalla a muerte, "en cada esquina, un encuentro, en cada plaza reunión,
discursos, acometimientos, balas " ..."revólveres que se disparan boca a boca, desde las ventanas se lanzan ladrillos, bancos, piedras, botellas a doce policías que tratan de resistir, llegan los refuerzos, los veinte mil se dispersan, muerte de policías, muerte de
huelguistas, mientras se atacan licoreras y se beben hasta la ultima gota, otros enfrentan a la policía con el único escudo de sus pañuelos rojos, rojos son los
pechos heridos, rojas son las llamas en la ciudad de Chicago.


Dice el cronista: "De esta hoguera se van apagando los fuegos, una fábrica cede una hora, otra da siete días para que sus operarios vuelvan o pierdan toda ocasión, otras pocas consienten en rebajar la jornada a ocho horas, otra con mas prudencia plantea de común acuerdo con sus obreros a no acudir a la violencia para resolver las diferencias.

Al tiempo, en setiembre 2 de 1886, escribe sobre el proceso a los siete anarquistas que fueron apresados en la huelga de Chicago "aquellos siete alemanes acusados de arrojar una bomba y matar a siete policías, tres de ellos ni entendían la lengua en que los condenaban. El que hizo la bomba, no llevaba mas de nueve meses de pisar esta tierra que quería ver en ruinas.
Uno de los siete, casado con una mulata que no llora es norteamericano, los demás han traído de Alemania el pecho cargado de odio, estos siete alemanes han sido condenados a la horca".

En Nueva York se reúnen dos mil alemanes repudiando la condena, pero las grandes masas no han alzado la mano contra el veredicto, el pensador que ve en las causas
se entristece y calla.
Treinta y seis días llevó armar el jurado, novecientos ochenta y uno candidatos para solo quedar doce.
"Sin miedo hablaron el fiscal y su abogado. Sin fortuna ni solidez hablaron los defensores. El jurado deliberó poco, el veredicto: culpable.

El 1° de mayo fue gestado entre la democracia de un pueblo americano y el odio de esa Europa que todavía se debatía en guerras intestinas.

Tanto el cronista: José Martí, cubano, 15 años corresponsal del diario "La Nación", cónsul de Argentina, Paraguay y Uruguay ante los Estados Unidos gestor de la Independencia de Cuba como los días del mayo de 1886 que se celebran un 1°, el Día del Trabajo, ambos permanecen olvidados en la historia.

Si quieres comunicarte con Daniel Noseda puedes hacerlo a: libredan53@uol.com.ar

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