Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Revelado

CAMILO PALMA: EL PLACER DE LA FOTOGRAFIA

Por Ricardo Arcos-Palma.

vistazo_critico@yahoo.fr

Luego de haber visto un número increíble de fotografías para la curaduría que estoy realizando de Fotográfica Bogotá 2009, y donde las imágenes parecen siempre caer en un lugar común, - claro la curaduría es sobre el tema del retrato-, es muy refrescante el poder ver imágenes que nos recuerdan que la fotografía puede seguir siendo ante todo un placer. Bueno esto puede despertar en los puristas algo de incomodidad, pero hedonista que soy, defiendo el placer a capa y espada. Las fotografías que los lectores de Escáner Cultural veran a continuación hace parte de una serie reciente e inagotable realizada por Camilo Palma , quien desde hace menos de dos años, incursiona en el mundo de la fotografía. Francés de nacimiento y colombiano de alma, Camilo Palma nos recuerda que la fotografía es ante todo volver a ver el mundo de otra manera. Sus fotografías no tienen la pretención de ser obras de arte, claro está, ni tampoco ser originales, pero existe en ellas algo distinto; simplemente son imágenes, sin ningún artificio, no hay escenografía, ni tampoco retoques, sus fotos son un fragmento de la realidad. En este sentido su trabajo hace eco a las palabras de Jean Baudrillard -fotografo también hay que recordarlo-, quien afirmaba: "hay que dejar a las fotografias en el lugar que les corresponde"... que es el de las imágenes y no forzarlas a hacerlas llegar por todos los medios al mundo del arte. Esta afirmación del pensador francés es sin duda cuestionable; sin embargo si en algo nos interesa es precisamente por afirmar que la fotografía es ante todo una fotografía y eso ya es bastante. De manera pues, que echemos un vistazo crítico a estas fotos. Este vistazo quizá no sea muy objetivo, pero no importa. El vínculo que me une a estas fotos, son del orden de lo afectivo, pues el fotografo es mi primo, quien nos revela, su mundo privado, íntimo y familiar, con el público y colectivo de su trabajo de finanzas y sus innombrables viajes. En ese sentido mi objetividad va a ser como la del lente de mi Canon, automático. Comencemos entonces...

Con esta fotografía recuerdo ahora las películas de Win Wenders donde siempre aparece una silla. La silla símbolo de descanso también es del poder nos decía Wenders. El universo de los objetos es fascinante, cuando ellos son fotografiados en vez de los seres humanos y, la fotogenía se instala. Claro, los objetos nos hablan de los seres humanos, ellos estan insinuados, señalados pero perdura su ausencia. En este caso la familia quizá esté aprovechando el mar o el resto de la playa o simplemente fue a cenar, pero eso poco importa, pues es la presencia misma del objeto que se vuelve familia, familiar. Lo que llama nuestra atención es que esos objetos nos observan, uno al lado del otro. Ya Paul Klee nos anunciaba en su diario esa posibilidad y Lacan lo reafirma en su teoría de la mancha: nuestra mirada es mirada por ese punto luminoso que es el objeto (lata de sardinas en el mar), que nos observa; lo mismo sucede con las sillas. Esta idea acentúa el acto de la mirada humana ausente, que quizá se pose en el horizonte, allá donde el sol se une íntimamente con la mar. Detrás de este grupo familiar, están otras sillas, incluso en el interior del edificio, como lo devela la transparencia de la ventana.

El juego es un verdadero placer y también la mejor manera de retar el destino. Eso lo saben los jugadores. En el juego, el destino está en nuestras manos. Cada gesto es vigilado por nuestra mirada y por la de los otros jugadores. La carta ganadora podrá definir el destino de la mesa. La trampa queda excluída -al menos en apariencia-, mientras que el corazón late esperando el descenlace. Todo puede suceder. El destino está entre nuestros dedos. El cigarrillo se consume en la comisura de los labios esperando que las manos reten la suerte y el destino. Los que juegan, los que no juegan, todos esperan el final... De otra parte, jugar en francés -juer- es tocar un instrumento y actúar. Quizá la pasión de Camilo Palma aquí cobra este doble sentido: el primero el del universo de la música pues desde su infancia creció entre músicos - su padre, sus hermanos, su tío y primos-, y el juego donde el que apuesta asume el rol de quien controla la suerte. En ambos casos el juego no deja de ser una relación con lo temporal, con lo efimeramente pasajero. En ese esta imagen logra captar el instante decisivo de aquel que todo puede perder... o ganar.

Un fotografo cuando se deja llevar por la pasión, incursiona necesariamente en el mundo de otros fotografos. Helmut Newton quien ha rendido un homenaje a la belleza femenina, en esta ocasión es el homenajeado. Una mujer que toma a su doble (poupée) entre sus manos, reposa en las manos de una mujer sin rostro. El fondo discreto de la intimidad nos hace pensar en efecto en esas fotos de Newton. Las manos aquí son relevantes, el homenaje continúa....

El libro de fotografías de Newton es el protagonista, mientras la modelo se reposa tranquilamente detrás esperando a que el fotografo vuelva a utilizar la cámara. Estas fotos nos revelan la mejor manera de sentir la superficie del placer. Hedonismo puro donde la mirada recorre toda la imagen sin importar donde va ha detenerse... ¿sobre el libro que reposa en la mesa?¿Sobre las botas de la modelo a penas insinuadas? Poco importa, pues lo que es interesante es esa mirada de las modelos de la portada que sustituyen de una u otra manera a la de la otra modelo.

El fuego arde en la chimenea... la fotografía de Newton nos permite ver que puede escenificarse, cobrar vida por un instante y volver a ser fotografía, es decir puro pasado. La música sin duda está en el lugar, podemos oirla, podemos también sentir el calor del lugar.... la noche cae y la foto ya es recuerdo.

Finalmente en este homenaje singular, unas manos que sostienen un libro donde una mujer sostiene con sus manos su doble. El vino, el fuego, la mesa, unas piernas y la mirada que se desnuda pues como bien lo sabemos la mirada también se desnuda, cuando un fotografo sabe provocarla... El nombre de Helmut Newton resuena en la imagen, que desde ahora es música en esencia....

Retratos de familia, sus hijas, su mujer, sus amigos y familiares enriquece el universo de Camilo Palma, donde los númerosos lugares que ha visitado, los objetos, las arquitecturas, acentúan la idea que fotografiar es develar algo oculto y revivir la mirada. Su hermano Otico Palma en concierto, con el saxofón que su padre Otto Palma le dió de niño. Las melodías se suceden, los recuerdos se instalan, la fotografía puede ser música. Con este breve vistazo crítico saludo a un familiar que vuelve a recordarme que la fotografía es ante todo placer...así existan lugares comunes.

Bogotá, julio del 2008.

Comentarios

 

y hablando de lugares

y hablando de lugares comunes...

-

Me gustan esas imágenes....

... gracias por el vistazo. Martine

-

desde montevideo....

Hola!!! mi nombre es Jorge Castro soy artista plástico y visual, fotógrafo, docente...estoy a cargo del curso de fotografia del INJU (Instituto Nacional de La Juventud), los participantes son chicos y chicas de entre 15 y 29 años...me interesó mucho la nota, me gustaria si puedes manadrme mas info sobre la fotografía de vuestro país, sobre todo los y las fotografos jóvenes, tendencias, etc... Gran abrazo...espero podamos mantener un contancto a partir de este momento... Jorge Castro.. Montevideo - Uruguay.

Escáner Cultural nº: 
107

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