Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Rodrigo Vidal Baeza: Actor, Director de teatro y dramaturgo

HOMBRE MIRANDO AL NORTE.



por Vicky Larraín

Acerca de Rodrigo Vidal Baeza.
1982: Como tantos otros artistas e intelectuales que fueron parte del Centro Cultural Mapocho fundado en 1982, centro creado  en respuesta a la dictadura de Pinochet, no podemos dejar de nombrar a aquellos que plantaron allí una  semilla para una nueva mirada artística la cual  durante todos últimos  años ha germinado.
Cualquier día de invierno del año 1982.
Por los pasillos del Centro Cultural, un joven actor deambula, reflexiona y hace teatro entre bombas lacrimógenas, piedras que quiebran ventanas, autos negros transitando cerca con  hombres de negro y anteojos oscuros tras las ventanillas. Este hombre artista, de sonrisa y postura cordial y un humor satírico  que trasciende en su expresión artística, contagia con su capacidad de iniciativa e interés  por el arte. Es ser presente, esta allí, propone y aporta. En ese Centro Cultural Mapocho, todos los que allí participamos nos conocimos debido a un azar de circunstancias. Nos une el arte pero y como no: Nos une la posición anti dictadura militar. Entremedio de mis clases me llama la atención este joven que se acerca sin acercarse demasiado, que observa, y que es parte de los talleres que allí imparte Oscar Stuardo, dramaturgo y director de teatro chileno. Asimismo imparte talleres de teatro.  No recuerdo bien como comenzamos a trabajar con Rodrigo, quizás porque como creadores nos interesamos en el trabajo del otro, quizás porque al juntarse todos los días frente a una taza de café, pudimos escucharnos y sabernos. Quizás porque cuando eres parte de un movimiento mas grande que uno mismo, tiendes a mirar a los demás.  


Así fue en un día cualquiera quizás de otoño, invito a Rodrigo Vidal a realizar experiencias creativas en el que era entonces el Grupo Calle que formamos casi juntos.  Y dentro de ese misterio que son  las relaciones humanas nos encontramos trabajando todos los días, 8 horas diarias sin dinero pero llenos de deseos y voluntades. Al grupo se incorporan Miguel Stuardo como actor,  Monserrat Badtke bailarina, Verónica Soto, e invitados ocasionales  como Mario Bugueño coreógrafo, Salvador Soto actor, Francisca Álvarez bailarina, Luis Eduardo Araneda bailarin.. Me atrevo a decir que a pesar de todas las circunstancias adversas, hacíamos teatro, danza-teatro, performances, en otras palabras nos expresamos a traves de diversas obras que creamos en colectivo y que representaban en su mayoría lo que sucedía a nuestro alrededor. Sin embargo dichos trabajos no eran panfletarios por el contrario se encontraban llenos de metáforas y símbolos. Como olvidar a Rodrigo en ese extracto del monologo de la obra "El  Diario de un loco" de Gogol… el rostro expresivo, la voz calmada, fuerte: "Dios mío que estás haciendo conmigo" esa voz tiene eco, se extiende por encima de los techos de la ciudad.


Tampoco olvidare la imaginaria estación de tren que diseñamos en la obra "Intensidades" de mi creación y donde Rodrigo comunica todo el dolor del exilio, parado bajo un paraguas  en el medio del escenario, sacando cartas y papeles desde el fondo de una vieja maleta. Mujeres de rojo y negro lo rodean.  Lo veo con su performance en defensa de los animales, en el Festival Off Bellavista. Lo veo junto a su mujer Fernanda Abarzua actriz, en el montaje que hiciera sobre poemas de Nicanor Parra. Lo veo.
Este verano del 2014, tuve la oportunidad de entrevistarlo y probablemente me faltaron preguntas, ya que Rodrigo ha trabajado en Pichidangui  y los Vilos desde 1994 a la actualidad,  formando niños y adolescentes como profesor de talleres de teatro en escuelas primarias, como tambien realizando montajes, escribiendo cuentos, y por sobretodo en su rol durante cuatro años como Director de Cultura de la Municipalidad de Los Vilos y hoy como coordinador del Centro Cultural El Bodegón de esa misma ciudad, se ha preocupado de gestar un espacio artístico tanto para los habitantes del norte como para los artistas de Valparaíso y Santiago.  En ese espacio ha producido infinidad de eventos, desde conciertos de jazz y rock, hasta el Homenaje a Nicanor Parra. Sus obras "El Niño Dios de Sotaqui o las desventuras de la virtud" y la adaptación que hiciera en el 2013, de La Casa de Bernarda Alba de García Lorca, son espectáculos que  han llenado el gimnasio de Los Vilos. Extraña circunstancia ya que el teatro en el último tiempo no cuenta con la cantidad de  público como desearía,  por consiguiente podemos deducir que si el creador realiza un trabajo profundo y atractivo, la gente asiste y "No se la pierde"


Falta poco para que el lanzamiento de su libro "Tres piezas negras" (obras teatrales) tenga lugar el 11 de abril en Los Vilos y esperemos para interés nuestro, sea presentado tambien en la Feria Internacional del Libro de Santiago en este año 2014.
En fin podría seguir con muchas y tantas anécdotas, pero lo que me interesa hoy es invitarlos a descubrir  a este creador que decidió vivir en el norte, para desde allí seguir con esta su  vocación: el teatro.

 

 

  


1- ¿Quien es Rodrigo Vidal?
Soy actor-Director-Profesor de Teatro. Nacido en la ciudad de Santiago y radicado hace 18 años  en el balneario de Pichidangui, comuna de Los Vilos, región de Coquimbo. Estudios de Teatro en la Universidad de Chile y Universidad Católica. Seminarios diversos con destacados directores nacionales y extranjeros. Participó en compañías teatrales dirigidas por Ramón Griffero, Oscar Stuardo, Andrés Pérez, Vicky Larraín,  entre otros. Gestor y animador cultural, creador del “Festival Off-Bellavista”, director artístico del “Primer Encuentro Nacional de Arte y Cultura Enart 90”, Director de la Escuela de Teatro Contemporáneo, entre otros.  Encargado de Cultura Municipalidad de Los Vilos (2010-2012). Tallerista y colaborador artístico permanente de la Corporación Bodegón Cultural de Los Vilos.


2-Sabemos que en el Santiago de los ochenta organizaste diversos festivales y  fundaste una escuela de teatro. ¿Cómo te resulta esa experiencia?

El vigor de la generación de los 80 es incuestionable. La dictadura  de Pinochet en todo su apogeo no fue obstáculo para que los hacedores culturales nos propusiésemos indagar en nuevos lenguajes, espacios alternativos, la calle, el café, el bar, la población, emergentes centros culturales, para dar testimonio del tiempo que nos ocurría vivir. La creatividad, originalidad y valentía de esos años no la he vuelto a sentir en las nuevas generaciones. Frente al poder del miedo levantamos el escudo de la “contracultura” y esta debía contener todo aquello que se había borrado o que no estaba “permitido”, de modo tal comenzaron a funcionar “talleres, clubes, escuelas, garajes, galerías, etc.”, donde los alumnos-profesores pudieran encontrarse en libertad de iniciar procesos creativos sin la censura de la institucionalidad. La experiencia de la Escuela de Teatro Contemporáneo fue excepcional por sus logros y la repercusión que tuvo en su momento. Con respecto a los “encuentros, veladas, tocatas, jornadas y festivales” de aquellos años, sin duda el “Off-Bellavista 88” marcó una huella que aún perdura en el recuerdo de muchos.

3-Ya que te  trasladas al norte de nuestro país, ¿como consideras el hecho de descentralizar tu vida artística y que satisfacciones le ha brindado vivir en provincia en comparación  a Santiago?

El cambio ciertamente violenta ciertas “costumbres culturales”, pero por otra parte es tremendamente compensatorio. Encontrarse en medio de una realidad precaria estimula nuevamente la creatividad y vuelves, como en los comienzos a trabajar “con lo que tienes”; lejos del ruido de los egos, la telaraña de los conceptos, la imaginería burguesa, la fatamorgana del éxito. Tal vez las necesidades expresivas sean más simples o urgentes, pero en definitiva parece que te conducen a los inicios del teatro, donde el propósito era entretener en su dimensión más cabal, auténticamente popular y participativo. Desde ya esta oportunidad es altamente enriquecedora y se complementa con el hecho de que la vida transcurre simplemente como vida.

4- ¿Como  relacionas tu vida  con tu profesión? ¿Diría que esta directamente ligada? y si es así ¿puede explicarnos el porqué?

Desde que opté cambiar el área  de las ciencias sociales por el del teatro, de alguna manera definí mi futuro. Creo que podría decir que ciertamente no puedo concebir prescindir del teatro. También estoy muy conforme con la gestión cultural realizada, tanto en Santiago y ahora en regiones. Ambas actividades alimentan el alma y de paso también el bolsillo.


5- En el área teatral has sido actor y Director escogiendo finalmente  la Dirección ¿Cuales son los elementos o circunstancias que lo llevan a tomar esta decisión?

El fenómeno de la actuación es una experiencia personal alucinante, sin embargo con el tiempo me motivó más la dirección, entendiendo esta como la construcción escénica de mundos posibles. El trabajo conjunto con actores, escenógrafos, vestuaristas, músicos, etc., complementa otros intereses  particulares, como la literatura,  filosofía, artes visuales, definen puntos de vista que constituyen tu propio andamiaje, en definitiva tu ideología, tú política de acción, la denominada “cierta mirada” que buscas  poner en escena.


6- ¿Con que compañías y directores  has trabajado como actor y que te han aportado estas?

 Debo empezar por Oscar Stuardo, mi maestro, quién fracturó todos mis convencionalismos y me abrió un universo paralelo alucinante. Con Andrés Pérez la solidaridad y compromiso con el quehacer artístico. Ramón Griffero a pesar su enrevesado discurso me maravilló con la poética del espacio, y por último Vicky Larraín quién me aportó la conciencia del cuerpo y la importancia del  género abstracto en las artes escénicas.

7¿En que genero calificas tu trabajo tanto de escritor como de director?

De manera humorística pudiera contestar “género humano”; en serio ahora, creo estar en la frontera  de lo paratrágico, la parodia, la “divina comedia humana”.

8- Sabemos que trabajaste  en el ex Centro Cultural Mapocho que dirigiera Mónica Echeverría, ¿Como fue esa experiencia? ¿Alguna anécdota?

 Como a muchos seguramente el haber estado en “esos años” en el Centro Cultural Mapocho, fue un privilegio, entendiendo esto por la posibilidad de que en Dictadura, existiera un espacio democrático, participativo, como dice la canción “un oasis en medio del camino”. La gestión de Mónica Echeverría fue notable, así también de la todos los equipos multidisciplinarios que allí se conformaron. Se respiró, se pensó y se proyectó un país posible en medio de la oscuridad y la represión. Hay una falta de memoria y respeto increíble en este país y el Mapocho es una de ellas, pareciese que todos los procesos artístico-culturales hubiesen  ocurrido en Chile a partir de loa años 90. Por eso mismo guardo como un tesoro las miles de anécdotas que nos sucedieron y no pienso darles afrecho a los chanchos.


9- ¿Que te inspira para escribir el libro Tres piezas negras?

Fundamentalmente la necesidad de construir una propuesta dramatúrgica, a partir de las realidades específicas de los  grupos que he dirigido. También buscar aquellos acentos identificatorios con el espacio en el que nos toca vivir (regional) Ser de región, implica habitar un espacio incierto, códigos muy diferentes a los de las grandes urbes, carencias y riquezas que te obligan a indagar en la particularidad de ellas e intentar a lo menos un boceto que dé cuenta de estas existencias.


10-El nombre de este libro, llama la atención ¿Qué correspondencia hay entre  el titulo y el estilo de tu obra dramática?

En ellos relatos predomina la ironía, el humor negro, un dejo de nostalgia por aquello que pudo ser, se intentó y no se consiguió. Son historias mínimas que relevan, valga la redundancia, nuestras vidas mínimas. Por cierto tuvimos una conversación “creativa” con mi amigo prologuista, Hugo Espinoza, en relación al carácter de ellas, yo postulaba “Tres Comedias Negras” por el tono, me convenció que lo apropiado y lo explica en su presentación era denominarlas “piezas negras”. Estoy totalmente de acuerdo.

11- ¿Como consideras el tiempo en que vivimos, y que diferencia  ves con la época de los ochenta?

 Vivimos tiempos de emergencia y con esto quiero decir que las nuevas generaciones se aburrieron de esperar sentados en la vereda. El cosmos social se despliega y lanza sus petitorios a la mesa. La autoridad tendrá que resolver, mientras tanto discursos y relatos discurren caóticos e inmediatistas ¿búsquedas? tal vez, hallazgos pocos. Pensando en la diferencia, hay una y evidente, la Dictadura, sobrevivimos y eso ya es mucho.


Rodrigo Vidal Baeza
Pichidangui
Marzo 2014

Video:

excelente---hay que agregar su experiencia de actor de cine: susy, y protagonico en TAKILLEITOR (el taxista que acompaña a lUis dimas.) excelente

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