Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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SIN SANGRE

 

 

Por: Javiera Torres Bacigalupe.

javiera.bacigalupe@gmail.com

 

La obra Sin Sangre es como si fuera creada por extraterrestres evolucionados en el arte de la representación donde no hace falta llegar en nave para estar en otro planeta. El mundo logrado en una sala de teatro consigue el fenómeno del espectáculo en todas sus dimensiones. No es teatro, ni cine, ni plástica, ni música, sino que todas las anteriores al servicio de una historia humana, donde la venganza se encamina al amor, donde el perdón se conmueve a pesar de la sangrienta masacre y donde la guerra pide paz y amor… Sin sangre, de aquella sangre enferma que muere desparramada.

Ciertamente que Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro han otorgado un trascendental lenguaje escénico al teatro nacional y mundial. Desde sus primeras obras con la Compañía La Troppa, “Santo Patrono” (1987), “Salmón Vudú” (1988), “Rap del Quijote” (1989), “Pinoccio” (1991), “Lobo” (1982), “Viaje al Centro de la Tierra” (1995), “Gemelos” (1999) y “Jesús Beth” (2003). Hoy, con el primer montaje como Compañía Cinema Teatro, la sensible precisión de los elementos utilizados en este espectáculo hace que sea una obra de arte universal.

 

Son 11 los realizadores de este montaje.

5 de ellos actúan en escena: Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal, Diego Fontecilla, Etiene Bobenrieth y Ernesto Anacona.

2 de ellos comparten escenario por primera vez con los ex La Troppa.

1 de ellos nos cuenta de esta experiencia...

 

Entrevista a Ernesto Anacona

¿De dónde nace la idea de hacer esta obra de teatro?

 

Hasta donde yo sé, Sagal y Laura después de Jesús Betz tenían la necesidad de hacer un montaje nuevo. Luego de la separación de los ex La Troppa, donde Jaime Lorca tomó un camino distinto, Zagal y Laura empezaron a buscar su próximo proyecto. Entre muchas otras alternativas, eligieron Sin Sangre, una novela de Baricco que anteriormente Laura había leído. Retomaron esta novela y empezaron el proceso de adaptación. Le pidieron a Claudio Di Girólamo que hiciera la traducción del italiano al español y luego, Zagal, Laura, Dauno Totoro y Diego Fontecilla empezaron a darle cuerpo a la construcción del guión de Sin Sangre.

Anteriormente, esta novela había sido traducida al español, pero al “español” de España, con muchas expresiones y términos españoles que se alejaban del estilo neutral que se necesitaba para construir un guión más universal. Cuando uno lee una novela, pareciera que esto no fuera tan importante, pero en una obra de teatro estos estilos de lenguajes crean una diferencia localista.

 

¿De qué se trata la obra?

 

Cuenta la historia de Nina, una mujer que cuando niña sufre una experiencia traumática. Un día llegan tres hombres a su casa y asesinan a su padre y a su hermano. Nina se salva porque uno de los asesinos le perdona la vida. Se produce un encuentro muy especial entre Nina y el asesino, Tito, quién por alguna razón no la mata pero la deja muerta en vida. Todo esto le sucede a Nina a los 9 años. 50 años después, Nina y Tito se encuentran otra vez. Ella, a lo largo de su vida ha empezado a reconstruir una historia de venganza, porque ella se va vengando, va ajusticiando uno a uno a los hombres que llegaron a su casa y, finalmente, con el último que se encuentra, es aquel que le perdonó la vida.

Esta historia es a la vez la historia de un país dividido después de una guerra. Tanto Nina como Tito son de bandos opuestos y todo transcurre en torno a esta lectura. Son personajes muy desfigurados, dañados profundamente y que realizan su vida completa arrastrando estos dolores y otras cosas inconclusas hasta que casi en la vejez, encuentran una manera de resolver esta historia, de un modo distinto al de la violencia.

 

¿Por qué piensas que es relevante crear y presentar una obra así hoy en día?

 

Yo creo que hay dos razones, la primera, de tipo artístico. Me refiero a la forma en que está hecha la obra. Esta forma es el resultado de una búsqueda y un lenguaje que venían desarrollando Zagal y Laura. Este lenguaje escénico tiene un fuerte aporte, entre otras cosas, por la visualidad que tiene la obra, la concepción y el detalle estético que la hace muy llamativa, impactante y sorprendente. Todo esto inyecta un aire nuevo a la escena local y, hasta donde yo sé, mundial. En ninguna otra parte yo he visto un montaje así.

Por otro lado, el potencial más importante que tiene esta obra, tiene que ver con los contenidos. Es la historia reciente de Chile o de cualquier país que haya pasado por una división social profunda donde el odio, la venganza y la muerte han sido elementos arraigados hondamente y que han atravesado la vida de muchas personas. Eso es lo que hace que la obra pareciera estar preconcebida… Tal vez esa pregunta te la debiera responder el director. Si es que concibió la obra así o de otra manera. No sé si es conciente o inconsciente, el hecho está en que cuando la gente la ve, se remece, se conmueve y encuentra un eco en la historia nacional. Ha pasado que ha venido gente que se puede ubicar como de la concertación y otros, de la oposición, y ni los unos ni los otros quedan al margen de conmoverse con el contenido. Hay un gran mérito en que estos contenidos estén puestos de una manera neutral. Finalmente, lo que se muestra en la obra es el conflicto humano, donde en ningún momento se le ha asignado algún color político a estos bandos opuestos. En la obra sólo se sabe que son dos bandos que han estado en disputa, en una guerra horrible y que esos personajes cargan con estos tremendos dolores. La ubicación de la problemática queda en otro lugar cuando el conflicto es universalmente humano, donde da lo mismo el color político o la estructura ideológica. En Sin Sangre hay un tema con los discursos, con los fundamentos ideológicos que se han utilizado históricamente para justificar matanzas, genocidios, guerras, todos estos temas ideológicos que finalmente eran los que sustentaban los ejércitos y los sectores de poder. En esta historia uno ve que el discurso se derrumba porque los personajes se dan cuenta de que lo único que se ha provocado es un profundo daño al ser humano. Entonces basta ser ser humano para conmoverse con el tema, da lo mismo de qué sector uno sea. Todo el mundo tiene en mayor o en menor grado una cierta posición política o ideológica, algunos más concientes que otros. Aquí el mérito está también en la neutralidad como fue planteado el tema. Uno es testigo de una cuestión que es realmente conmovedora y fuerte... Los afectos y las emociones afloran por el dolor ajeno.

 

¿Cómo ha sido para ti compartir una creación y el escenario con Juan Carlos Zagal y con Laura Pizarro?

 

Ha sido una experiencia muy intensa y muy exigente. A momentos muy difícil. De hecho, me costó un poco al principio entender el método, cómo se relacionaban con el texto, con la escena en sí. Esta creación no se parece a ninguna de las experiencias teatrales que yo había vivido antes, con otros actores y con otras compañías de teatro. Ha sido en resumidas cuentas una experiencia interesante, maravillosa y muy enriquecedora para mí.

Agotador, largas jornadas. Muchas horas de trabajo. Por ejemplo, casi los últimos 35 días antes del estreno, trabajamos sin parar. De lunes a domingo. 10 a 12 horas diarias. Había momentos en que estábamos exhaustos y se hacía difícil mantenerse en pie. Estaba todo en un punto muy frágil por que se acercaba el estreno y había mucho en juego, había mucha expectativa por lo que la Compañía iba a hacer. Por un lado los dineros se acababan, había que consolidar todo lo que se había logrado y cerrar bien el proceso. Hubo momentos difíciles, precarios.

 

¿Cómo es el método teatral que practican?

 

Hay dos variables principales que fueron clave en este proceso creativo. Una es el tiempo y la otra, el espacio. Es decir, aquí se trabaja al segundo y al centímetro. Al segundo por que las secuencias y escenas están cronometradas. Se busca una precisión entre la imagen, el sonido, el gesto, la acción y todo lo que esté sucediendo en cada uno de los cuadros. Estábamos trabajando en un espacio muy reducido, Hay escenas en las que estamos tres actores en un espacio de 2 x 3 metros. Al centímetro por que todo está calculado, la gestualidad, el cómo ocupar el espacio y los movimientos exactos. Todo es matemático, científico. Hay una búsqueda en la precisión que es obsesiva y radical, no hay concesiones con eso. Forman parte fundamental de la estructura de la obra y de la técnica escénica. Entonces, esas dos variables eran clave.

 

¿Cómo fue el proceso de creación?

 

La historia es muy fiel a cómo está en la novela. El guión fue estructurado como para cine. Entonces estaba descrito muy bien el plano, cómo iba a ser la imagen, la acción de cada personaje, todo eso... Se hizo también un “story board” que consiste en contar la historia a través de dibujitos, como un cómic. Entonces, las escenas y los personajes estaban bastante claros desde el principio de los ensayos. El espacio para improvisar fue acotado porque estaba muy claro lo que había que hacer. Lo que había que resolver era el cómo hacerlo, cómo interpretar. Eso fue lo más difícil de entender, al menos para mí, porque había ciertos referentes como la actuación cinematográfica que es distinta a la actuación teatral. Había varios referentes a los cuales uno podía echar mano y probar distintos caminos…, Zagal nos iba guiando para encontrar el tono justo de la actuación para cómo está concebida la obra. Cuando la obra estuvo más armada, entendí hacia dónde apuntaban las indicaciones de Zagal.

 

¿Qué hacen ustedes como preparación antes de cada función?

 

Antes de cada función hacemos un rito detrás del escenario. Un rito secreto que lo repetimos siempre. Antes de esto, cada cual se prepara y hace su “training” personal que va de acuerdo a las necesidades que cada uno tiene. Por ejemplo, Diego, durante todo este último tiempo, ha estado desarrollando un trabajo vocal porque su personaje tiene mucho texto. Hace un training largo antes de cada función. Por lo menos 2 horas de preparación vocal. Yo hago yoga, Laura también, pero este entrenamiento lo hacemos de forma individual, en el mismo espacio, pero es individual. Antes del estreno, en el período de los ensayos, hicimos todas las mañanas un trabajo físico todos juntos. Hacíamos una mezcla de yoga, pilates, y otras técnicas corporales dirigidas por Isabel Margarita Pizarro.

 

¿Qué proyecciones tienen con “Sin Sangre” y con otros proyectos?

 

Sé que Sin Sangre es la primera obra de una trilogía. Sé que existen los temas de las otras dos obras, pero como guión no existen aún. No sé cual de las dos se va a hacer primero. Sin Sangre tuvo un tiempo de elaboración de dos años y pienso que ese será el tiempo de creación de la siguiente obra.

 

“Sin Sangre” terminará su temporada en el Teatro de la Universidad Católica el 25 noviembre. Después nos vamos al Teatro Mori del Parque Arauco. También se realizarán 4 funciones en el Teatro Municipal de Valparaíso el 27, 28, 29 de diciembre, en el marco de los Carnavales Culturales. En enero vamos a estar en el Festival Santiago a Mil. Para el 2008 están agendados algunos festivales fuera de Chile. Por lo pronto sé que en marzo está contemplado uno en Bélgica, y luego estaremos en el Festival de Teatro de Bogotá. Después de eso está proyectado hacer una gira por Chile y otros lugares como Corea, Japón, Taiwán, Honk Kong y posiblemente China.

 

 

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Comentarios realizados hasta el 24-12-2010:

 

Increíble

La obra me encantó, los efectos son increíbles, estuve como 20 minutos admirado de como se ven, como funcionan, y de la precisión de los actores. Después de eso me metí en la historia. A diferencia de varios, no me molestó la voz de la actriz, aunque reconozco que fácilmente distrae. Lo entendí como la representación de vivir desconectado de toda emoción. Me encantó, con lagrimón y todo, lo encuentro tremendamente original. Cre que puede ser un nuevo género. Gezilari www.butaca.cl
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chi guena los loquitos tan

chi guena los loquitos tan terrible e bien
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En Valparaíso

Ver "Sin Sangre", es como instalarse ante un bombardeo discursivo-visual, con un texto potente y una visiòn que no sataniza los bandos, sin que màs bien, humaniza los dolores. Còmo no pensar en tu contexto. NIna: ¿usted tiene hijos? Tito: No NIna: POr què? Tito: Porque para tener hijos hay que tener CONFIANZA POtente, notable.
 
 
 
 

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