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UP SIDE AS IF DOWN DE DIANA BELTRAN
Por Ricardo Arcos-Palma
rjarcosp@gmail.com
Diana Beltrán es una joven artista colombiana (Bogotá 1978) que ha incursionado con mucha fuerza en la fotografía y el vídeo. En revelado este mes realizaremos un vistazo crítico a una serie denominada Up side as if down, donde el retrato es la esencia de su búsqueda plástica. Esta serie la realiza la artista durante su estadía en España en el 2008 mientras ella terminaba sus estudios de Master en fotografía. Los personajes emergen de un fondo oscuro, desnudos desde el torso acentúan una mirada singular del retrato.
El tratamiento de la imagen nos hace pensar en la pintura del tenebrismo español y del barroco donde la figura emerge de un fondo oscuro. Existe también otro referente: las fotografías de alienados mentales recluidos en el Hospital de la Salpetrière en París a comienzos del siglo XX; imágenes médicas que tanto sedujo a los surrealistas; pero estos personajes no son alienados mentales aunque su expresión nos sorprenda. Cuando nos detenemos de cerca en sus rostros, vemos una cierta presión en la expresión, la cual genera una extrañeza en algo que en principio debería ser natural y familiar: las venas brotadas, la mirada compulsiva o la boca apretada o semi abierta hacen del rostro un lugar de la extrañeza.
Estos personajes parecen comprimir una cierta ira, contener una pulsión que parece que va a estallar en cualquier momento. Estos retratos parecen desdibujar toda identidad, como insiste la artista: “Son retratos sin identidad. Son retratos comprometedores visualmente…” Quizá lo comprometedor radica aquí, en que esto retratos se realizan a partir de unos cuerpos que están en situación, que asumen una postura, incomoda por cierto, pero logran anudar una serie de interrogantes sobre lo que significa la naturalidad en la expresión.
Estos rostros están atravesados por una cierta tensión que nos impide mirarlos confortablemente desde nuestra perspectiva tranquila de espectadores. Nuestra mirada se confronta a unos personajes que parecen contener una energía lista a salir por cada poro de la piel. Por más apacible que intente permanecer la expresión del fotografiado, la tensión arterial los delata: todo está concentrado en la cabeza o cabeza abajo.
Beltrán con esta serie reflexiona sobre lo que significa hacer fotografía hoy: “La fotografía contemporánea acostumbrada a la ilusión y a la invención, elimina pistas y contextos, marcos de referencia, dejando al espectador menos margen visual para entender la función y el significado de las imágenes que observa. El poder y encanto de lo que está frente a él radica en la incertidumbre, fascina el enigma del “¿qué pasa?”. Mis imágenes traicionan al espectador, que lo hacen entrar en un rol de un desorden de sensaciones, una incomodidad psicológica o una emoción visual.”
Al respecto, podemos afirmar que los retratos que estamos viendo nos llevan hacia una trampa visual donde la mirada, nuestra mirada, es engañada mediante un artificio. ¿Cuál es el artificio? Poco importa saberlo, pues lo que está en juego es ese alto grado de artificialidad que estas imágenes que no dejan de sorprendernos, pero al mismo tiempo tal grado de hiperrealidad nos hace pensar que lo artificioso está aquí presente pero sutilmente.
Diana Beltrán se perfila como una artista importante que utiliza la fotografía como técnica de expresión de lo contemporáneo y hace parte de esa generación que he denominado los alterrealistas donde la realidad es cuestionada pero al mismo tiempo reafirmada. Realidad en este caso corporal, es cuestionada desde un género artistico tan antiguo como el mismo arte: el retrato. Para consultar algo más de su trabajo ingrese en el siguiente vínculo: http://www.dianabeltran.com/
Bogotá, agosto del 2011.