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UNA EXPERIENCIA A LOS SENTIDOS.
El Laboratorio Café de Eric.
Por Vicky Larraín
taller2006@terra.cl
Camino en busca de la personalidad jurídica. Entre calles donde hay construidos edificios que no tienen nada a ver con las pocas casas de barrio que quedan. De pronto frente a mi, aparecen plantas verdes y extrañas. Que hacen en el medio de la vereda, me pregunto. Me acerco, veo que no son plantas que es fierro forjado asemejando un jardín. Me detengo, hacia tiempo que no veía algo tan seductor, en el medio del cemento. Medio soñada aquella estructura de fierro, pintado en verde y asemejando la espiral y el impulso. Impulso de fierro forjado salido de la mano del hombre. Diseñado.
Tras el fierro, plantas de verdad, muchas y una mesa grande con flores insertadas bajo un vidrio. Unas
10 personas pueden compartir en ella. Me acerco, para ver de cerca, vislumbro mesitas, botellas de colores. Entro.
Una mesa te atrapa la vista, no es la mesa típica, al medio se plantaron semillas que fueron creciendo hoy transformadas en plantas pequeñas de hojas que se sacan para hacer infusiones. No es solo una mesa hermosa y decorativa, es una mesa que te hace bien, en hierbas mezcladas y aromas diversos.
Así el verde se ve al llegar. Afuera la fuente antigua frente a la Posada del Corregidor, que ha cumplido tantas funciones a lo largo de los años. Si te sientas en las mesitas instaladas en la terraza, para tomar la esencia, puedes escuchar el ruido del agua que vierte la fuente, podrás escuchar los secretos de antaño, los amores, la vida que en esa posada se vivió, cuando era una boite de amantes a la usanza antigua.
Esperas y aparece Eric con mirada tranquila, te ofrece aromas y sabores.
Esta experiencia culinaria se mezcla con el laboratorio instalado en el subterráneo del lugar.
¿Como lo hizo?, hay que ingeniárselas. Ese espacio era un solo escombro.
La imaginación al poder no ha quedado atrás.
Todo en el café laboratorio esta diseñado con materiales de deshecho transformados en originalidad. Es como si el mundo interno de Eric, se expusiera allí con esa amabilidad y energía que entrega a través del trazado.
Los baños a colores mezclados, en cubismo de vidriosrecortados. Algún teléfono antiguo y el tocadiscos, (así se llamaban) las maquinas que usaban nuestros padres o abuelos) para escuchar música, con discos 78, de Ella Fitzgerald sings the blues, o la Piaf.
De pronto el lugar se silencia y emerge desde el subterráneo el sonido percutido en fusión con eco de palabras... Bajamos. Víctor el músico, esta realizando una acción de arte en la maquina construida a base de sensores de presión, perfilada por el mismo.
Hay espacio para bailar y se danza. Cada uno como quiere, sin temor al ridículo. Son los amigos.
Ah y Mariana, cabello colorin trae unos emparedados que dan gusto al paladar.
Trabaja en el café la Mariana, delgada transparente.
La gente entra y sale con la sensación de estar en un espacio diferente y el estimulo de la decoración viva. Mientras, Eric hace una pequeño tour a la gente que disfruta el espacio, a los curiosos que pasaban y se encontraron con algo para ver, algo de verdad. Acá, cada quien podrá hacer el café a su gusto, mezclado con el aroma que desee, también usar el molino.
Las cajonerías instaladas hacia arriba muestran a través de los vidrios los diversos géneros de semilla, hojas ramas. Natural, todo como el ser humano esta intentando encontrar.
¿Donde va esa escalera? Pregunta alguien. Al segundo piso la respuesta de Alejandra Rosas, que atiende con cariño y cuidado.
Y se sube la escala que esta casi empinada y uno se toma de los lados, sin problema. Si porque en el segundo piso, hay una especie de arca de Noe donde las personas se pueden acurrucar al frió de este invierno, o quedarse solas tapadas con el chal que se comparte. Poncho,medio urbano medio indígena. Rojo.
Y el espacio que diseñara como un sillón agrandado pero mucho, a lo largo y ancho caben unas seis personas que conversan y toman un te. Es calido arriba, puedes jugar con los efectos especiales que ha diseñado este hombre que no termino arquitectura, porque el dinero era más de lo que se podía. Jugar o investigar que no es lo mismo pero es igual, con espejos redondos que reflectan el rostro varias veces o provocan ilusiones.
El lugar fue ideado desde esa soledad que te da la creación.
Todo lo que allí, fue imaginado con creatividad. Es un lugar único. En cuanto a todo. Es algo nuevo, no visto.
Lo que mas entretiene el espíritu es que compartes si quieres la mesa de plantas con gente que nunca imaginaste conocery que talvez sea un futuro amigo (a).
Los transeúntes, ven la terraza afuera, luego miran hacia dentro y entran. Serán extranjeros, vecinos, gente que pasa.
Hoy el Laboratorio Café esta en marcha blanca y podemos ir a compartir lo que ofrece.
O simplemente curiosear.
Eric Rodríguez también creador del lugar de Eventos “El Sofá”, esta siempre con la idea de entregar sueños.
Esmeralda 731
Laboratorio en experiencia que contempla un Café, en ámbito culinario y esencias.
DETALLES:
El techo. Frontis. Cuadro.
CojínBanca. Reja.
Logo. Mesa. Pared
En fin vale la pena vale la alegría.
Para ver más detalles VISITALO.