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Pero, si Dios creó el Universo
de la nada,
El la Nada
bendita y eterna
donde, divinizados,
dormimos todos
como durmió El.
Entonces... Dios creó la Nada
y estaba antes de ella
y era ella sola
enamorándose de la creación.
Ahora los agujeros negros son los ojos
del Creador;
no hay algo que pueda escapar a su atrayente
mirada inconmensurable:
dos socavones de angustia
porque El, sí, el Ser más triste
del Cosmos;
si parece que no viera hacia afuera
es porque está mirando hacia adentro
con unos pensamientos penosamente estrellados
en su Alma.
Omnivisión:
Al mirarnos detenidamente en el espejo
vemos -¡con terror!- una fila infinita
de lo que somos:
sólo las almas del alma del Alma Única,
que es de Dios,
ubicada en el centro del centro del Universo sideral;
y no es sino el extrañamos de que vivimos, fuera, de
que tenemos algo adentro, el Espíritu,
que se ilumina y estalla.
Dios, cosmógono
infla la vida...
Dios, cosmógono
deshaz la muerte
revienta la burbuja
del espanto;
que podamos todos los seres estelares
beber de tu manantial de hermosura;
porque acaso no recordarás cuando te perpetuabas
en las vaginas del tiempo:
tus seres mamando leche galáctica
dejando de llorar para siempre,
borrándonos en el torbellino del tiempo final.
Dios eres
el Todo;
quizás no nos hemos dado cuenta
que somos todos los Dioses
que, azules o rojos,
vagamos por el cosmos
con las cabezas llenas
de estrellas.
En otras galaxias,
hay seres que arrancan
ramos de Dioses
y los impulsan con el aire espacial
hasta nuestros ojos
convertidos en otros.
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Mas la creación estaría allí
eternamente
re-creándose a sí misma
desde el comienzo sin comienzo
del final sin final.
¿Acaso no creéis en mí?,
musita el cosmos
saliendo de las aguas del infinito
y lanzándonos su cara destellante.
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Dios se pasea desesperado
porque ha perdido el cielo:
ya no podrá volar
de sí a sí
tiritando en el vacío de la luz
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El Hacedor está deshecho
y se marcha rezongando en sollozos
la más triste canción del Adiós.
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Entonces, Dios, muy lejos
murió
solo solo solo
y desde ese tiempo vivimos
en soledad cerca y ¡solitarios!...
El Creador se ha dormido para siempre
ha desaparecido
ya no se reproducirá
nunca más ...
Su muerte nos entregó toda la vida