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Santiago de Chile. |
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Número 78 Noviembre 2005 |
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2DO. CICLO DE PERFORMANCES DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO
Entre el 7 y 8 de Octubre, Uruguay vivió su fiesta del arte de la acción o performance en el Museo Blanes organizada por Seminarios III de la Escuela Nacional de Bellas Artes, dirigido por el Prof. Fernando Martínez. La atracción principal del evento fue la presencia de los artistas japoneses que, en plena gira por nuestro continente, visitaron Chile, Argentina y Uruguay invitados por el performer chileno Alexander del Re quien no pudo estar presente en nuestro país aunque, sí, Alejandra Herrera, co-fundadora de Perfopuerto, la organización que dirigen desde Valparaíso, una de las pioneras en la difusión el arte de la acción en nuestros países.
La delegación nipona: Seiji Shimoda, Osamu Kuroda, Masayo Yocota, Noriko Ohashi, Midori Kadokura y Makoto Maruyama junto al performer taiwanés Watan Wuma, exhibieron su arte en Chile, en el Centro Cultural Matucana 100 de la ciudad de Santiago y, en Valparaíso, en la Galería Puntangeles y en Escena al Borde. Allí, también participaron los artistas chilenos Alejandra Herrera, Jonathan Vivanco, Leonardo González y Alexander del Re.
En la Argentina, la delegación participó en el evento "Intercambio Japonés Argentino de Performance" en el IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte) y en la Galería Arcimboldo junto a artistas locales: Gabriela Alonso, Nelda Ramos, Verónica Allocatti, Mónica García, Miguel Buenaventura, Marcos Luczkow, Claudio Braier, Carina Ferrari, Norberto J. Martínez, Cecilia Nazar, María Hellemeyer, Silvio de Gracia, Vanesa Genlote, Jacqueline Millar, Martín Molinaro, Anabel Vanoni, Guadalupe Neves, Anahí Cáceres y Javier Sobrino Los organizadores del evento fueron Mónica García, Guadalupe Neves y Javier Sobrino.
En el Museo Blanes de Montevideo participaron, junto a la delegación japonesa, los artistas argentinos Gabriela Alonso, Nelda Ramos, Gabriel Sasiambarrena, Silvio de Gracia, Leticia Santa Cruz y Calixto Saucedo; la performer chilena, Alejandra Herrera y, por Uruguay, el Grupo Solo, Sebastián Marroco, Fernando Martínez (también curador del evento) y Clemente Padín.
El Museo Blanes que depende del Municipio de la ciudad, es dirigido por el crítico de arte Prof. Gabriel Peluffo y está situado en una de las zonas privilegiadas por la naturaleza de Montevideo. Situado en uno de los ángulos del Prado, el más grande parque recreacional de la ciudad, es una hermosa casa-quinta de fines de 1900 acondicionada para exponer y realizar eventos artísticos. Posee además una inestimable colección de obras de nuestros maestros, sobre todo, del clásico Juan Manuel de Blanes. En lo que fuera su jardín con estanque de agua y monumentaria clásica greco-latina se instaló un escenario en donde se realizó el grueso del programa. También se utilizó el Espacio Barradas, conjunto aledaño al Museo, y la sala del claustro, dentro del edificio central.
Sin duda, una de los mayores atractivos del evento fue el trabajo artístico de Seiji Shimoda, importante figura en esta rama del arte contemporáneo. Fundador y Director de NIPAF, el evento de mayor relevancia en el mundo para este género del arte, a partir de 1993 en la ciudad de Nagano, Japón, también ha organizado innumerables seminarios, encuentros, festivales en casi todo el mundo habiendo sido, además, invitado a más de 150 eventos internacionales en 37 países incluyendo Europa, Norte y Central y Sudamérica, Asia y Extremo Oriente. La performance que llevo a cabo en el estanque demostró su talento y sus dotes inusuales para esta actividad en una conjunción de danza y comunión con el medio realizando arriesgadas maniobras sobre una mesa.
También fue aplaudida la participación de Osamu Kuroda, maestro de la danza y del movimiento, quien recreó las vicisitudes de un religioso zen en el seno de su comunidad en una performance llena de alegría y comicidad combinando el canto, la danza, el gesto y la representación. Masayo Yokota nos sorprendió con una performance llena de sugerencias y concentración, valiéndose de su pelo como instrumento artístico y del agua como elemento expresivo dibujó un mandala sobre cuyo centro se instaló finalmente. Noriko Ohashi nos deleitó con una performance interactiva realizada con un espectador tomando como pretexto la higiene dental. Makoto Maruyama realiza una performance, a pesar de estar enfermo, en donde confronta su cuerpo a instancias de movimientos inusuales en el espacio. El artista taiwanés Watan Wuma realiza una performance con sentido social-político al proponernos, a través de su acción, junto a Alejandra Herrera y Calixto Saucedo, la unión de las dos Chinas (o, por lo menos, la abolición de fronteras), con un lenguaje simbólico de fuerte raíz cartártica que culmina con un corte en su frente cubierto con un cintillo en donde se lee la palabra "JUSTICIA".
La artista chilena, Alejandra Herrera, nos trajo una experiencia simbólica de vida-muerte en donde confronta las vicisitudes del ser humano entre la creación y desaparición, valiéndose diestramente de los espacios que le ofreció el Museo en una conjunción poética de acción y simbolismos. El trabajo de los artistas argentinos lució como siempre, variado, riguroso y con algunas excelencias: Calixto Saucedo, corriendo y chocando reiterativamente contra una pared en donde había pegado una camiseta y la interrogante " ¿i? " en una suerte de lucha utópica ante la contingencia y la imposibilidad de hallar respuestas; Leticia Santa Cruz con su apelación por una cultura ecológica de protección real de los animales, sobre todo, los peces y la flora-fauna de los ríos, sobre todo del Río Paraná en donde se asienta su ciudad de origen, Rosario; Gabriel Sasiambarrena quien a través de la representación de un juego de pelota exterioriza sus dudas y perplejidades frente a un mundo que no se deja asir; Silvio de Gracia inserto en la contundencia expresiva de los elementos, la tierra, el metal, el fuego, el agua, en instancias extremas y de sumo riesgo; Gabriela Alonso con su apelación a la comunicación directa y entrañable tomando como excusa el beso intermediado por una manzana con cada uno de los espectadores y Nelda Ramos con un trabajo excelente en torno a su identidad y la posible situación de no poder superar su adolescencia, entre sus recuerdos infantiles y su deseo de encontrarse como persona.
De parte de la delegación uruguaya señalemos el trabajo de Sebastián Marroco en torno a los desaparecidos políticos en instancias de improvisación y de sumo riesgo pues cegó sus ojos, oídos y boca con huesos vacunos sangrantes culminando en el estanque en donde queda flotando, como muda interrogación, la foto de un desaparecido; el Grupo Solo, que desplegó un fresco exhaustivo de los problemas que les aquejan en tanto miembros de una sociedad; Fernando Martínez, pescador de ilusiones que termina ofreciéndose él mismo a los espectadores a los que convoca con sus lances, culminando la performance con un juego de espejos en donde se replantea la vigencia del espectador como co-autor de la obra, en plena estética participacional y, el autor de esta nota, que continúa desarrollando la temática de los desaparecidos políticos.
Sin duda, un evento excepcional que se inserta en el firme desarrollo de la performance o arte de la acción en nuestros países cuyo inicio habría que rastrear en aquel recordado Primer Encuentro Latinoamericano de Arte en la Calle, llevado a cabo en la Plaza Fabini de la ciudad de Montevideo, en Octubre de 1990 con la destacada participación de artistas de nuestro continente y, si quisiéramos ser más estrictos, en aquellos encuentros que, con el nombre de Arte de Sistemas I y II, organizó el Centro de Arte y Comunicación, en la Plaza Roberto Alt de Buenos Aires bajo la dirección de Jorge Glusberg, en 1970 y 1971.
Sitio Web: www.escaner.cl/padin
E-mail: clementepadin@gmail.com
C. Correo Central 1211, 11000 Montevideo - URUGUAY
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