Santiago de Chile.
Revista Virtual.
Año 7

Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 72
Mayo 2005



UN EXTRAÑO SONIDO BRITÁNICO LLAMADO JAPAN

Por: Alvaro Oliva

Japan es el nombre de una banda inglesa integrada por David Sylvian (voz, guitarra), Mick Karn (bajo, saxo), Richard Barbieri (teclados), Steve Jansen (batería) y Rob Dean (guitarra).

El grupo se dio a conocer cuando los hermanos Batt (David y Steve) conformaron, junto a Karn y Barbiere, un grupo musical escolar en Lewishan, South London. Desde sus inicios fueron ignorados por la mayoría del público, que en ese entonces ya comenzaba a sucumbir ante la rebeldía del punk.

Alejándose de las nuevas propuestas musicales de la segunda mitad de la década del 70, crearon sus primeros trabajos con una tendencia cercana al glam-rock, donde no solamente las guitarras ocupaban un papel protagónico, sino que también sus exóticas vestimentas que descompensaban a los británicos de finales del siglo XX.

Siguiendo la tendencia de algunos de sus contemporáneos como David Bowie o el grupo Roxy Music, Japan editó tres discos que pasaron prácticamente desapercibidos ante un Reino Unido completamente encandilado por el movimiento Punk y sus variantes. Así , ante estas circunstancias, podemos decir que se encauzaron en un tipo de rock tranquilo con diversos detalles y arreglos que, sin embargo, con el tiempo se modificarían.

La singularidad y cierta psicodelia permite llevar hasta al más extremo melómano por caminos desconocidos, difíciles de comparar con cualquier otro grupo, sustentados en los viejos y maquillados fantasmas del glam-rock, aunque con sobredosis de exquisita originalidad. Porque justamente en eso radica la calidad de Japan, en haber seguido un camino tan extraño, tan alejado de lo que acontecía a finales de los 70, que tuvieron que pagar con el hermetismo del público en sus primeros tres años de vida.

Su primer LP, "Adolescent Sex", es un trabajo sugerente y atmosférico donde los teclados y los violentos acordes de la guitarra libran una verdadera batalla de preponderancia. Mientras la voz de Sylvian se agita entre esta guerra de instrumentos expresando, a través de irónicas letras, la triste realidad de la televisión inglesa.

Elegantes e indiferentes, la agrupación daba vida a temas que hablaban de la ambigüedad sexual, de la experimentación en todos los ámbitos, del consumismo y en fin, de una tonelada de ideas no aptas para el discurso de la sociedad inglesa que veía como los jóvenes absorbían no sólo la información proveniente de la anarquía del punk, sino que también, los desvaríos de esta hipnótica banda.

Así Japan continuo trabajando y más tarde, en 1978, lanzan otro disco que no tiene mayor éxito y que también forma parte de la mal llamada "etapa perdida" de la agrupación, lapso de tiempo, que se caracterizó por crear piezas musicales aún alejadas de los teclados y del circuito comercial que se popularizarían en la década de los 80. El nuevo disco llamado "Obscure Alternatives" estuvo dominado, al igual que el disco anterior, por el sonido de las guitarras, pero además con la inclusión de ritmos reggae.

La extraña dimensión a la que pertenecía David y sus camaradas, conformada por presentaciones carentes de popularidad, se transformó completamente con la aparición del disco "Life in Tokio", en el año 1979. Así, a la par de otras tendencias (Post-Punk y Dark) este single incorpora por completo el uso de teclados y cierta influencia del tecno de la época, que ya comenzaba su masificación con grupos de la estirpe de Kraftwerk y Human League. El nuevo trabajo, producido por Giogio Moroder, obtiene cierto éxito que los saca del bajo perfil en el cual estaban sumidos y los integra a una corriente vanguardista vinculada a las discos europeas.

Siguiendo en este mismo camino lanzan, en 1979, el disco "Quiet Life" que también sustituye el protagonismo de la guitarra por los teclados. El trabajo lleva un total de ocho temas, siete de ellos escritos por David Sylvian y uno (All Tomorrow Party) por el ya legendario Lou Reed.

De esta forma, en la víspera de la nueva década de los ochenta, la agrupación logró fusionar dos elementos esenciales que constituían la fórmula mágica para el éxito: la utilización desenfrenada de los nuevos teclados y la perturbación que provocaba el look de David Sylvian, de acuerdo a la tendencia estética-musical llamada "New Romantic", donde incluso la apariencia física y producción llegó a tener casi la misma importancia que el trabajo musical en si mismo.

Así, dominados completamente por los teclados lanzan, justo en el año 1980, la producción "Gentlemen Take Polaroids", que elimina totalmente las guitarras y en consecuencia al guitarrista Rob Dean, quien se marcha con su instrumento bajo el brazo. En este período, en el que Japan realmente se recicló, su importancia y popularidad aumentó renaciendo como un nuevo producto musical que, sin embargo, no perdió su esencia sugestiva, sino que mantuvo su autenticidad con piezas tales como "Swing", "Methods Of Dance" y "Nightporter".

De esta forma, el grupo sufre una profunda metamorfosis en la cual David Sylvian aparece como el nuevo estereotipo físico de la cultura New Wave, colgando para siempre las plumas del Glam entre los estertores del ya manoseado punk y disponiéndose a interpretar las nuevas creaciones influenciadas por el también reciclado Bowie (quien años atrás se había encargado de deshacerse de su personaje Ziggy Stardust, que tanto problemas les trajo ante la opinión pública inglesa que no veía con buenos ojos a esa criatura asexuada, forma y figura de sus más oscuros delirios esquizoides).

"Gentlemen Take Polaroids" es un trabajo muy bien cuidado en que cada arreglo y detalle está barnizado por adornos del folklore oriental que la banda sutilmente pudo incorporar en la mayoría de los temas, tal vez, como una manera de seguir siendo consecuente con su devota admiración hacia esa cultura (recuérdese su nombre).

Finalmente, después de alcanzar el punto más alto de su carrera la agrupación decidió separarse, no sin antes llenar sus arcas para embarcarse cada uno en proyectos individuales. Por este motivo antes de sacar sus pañuelos para el adiós final volvieron a reunirse con el refuerzo de la guitarra del japonés Masami Tsuchiya (líder de Ippu-Do), para realizar una gira y grabar un doble LP en directo de despedida, a finales del año 1983.

Estereotipados y admirados, no cabe duda que Japan llegó a convertirse en un puñado de músicos ciertamente independientes, debido al sugerente estilo donde los teclados lograron vencer a las guitarras en medio de un concierto donde la identificación de lo que realmente es Japan sólo puede definirla el receptor de sus creaciones. Por lo tanto, sólo resta decir que los propios miembros de Japan otorgan el libre albedrío para que la gente común y corriente los encasille como quiera. Por lo demás, ellos mismos se rindieron ante el mercado aunque por suerte sin perder su esencia, arrojándose con teclados y ambigüedad al enorme torbellino creativo que se produjo en la música de comienzos de los ochenta.


 



Si quiere comunicarse con Alvaro Oliva puede hacerlo a: alvaro_oliva@hotmail.com
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