Por Iris México

He has an absolute lack of prejudice and Therefore of any faith, because Diego accepts -like Montaigne - that "where doubt ends, stupidity begins," (1).

The letters of Frida Kahlo compiled by Martha Zamora.

 

Portada de la revista Time

El México de 1950 estaba habitado por ruinas y recuerdos de recalcitrantes nacionalismos. Diversas autoridades de la cultura oficial seguían venerando la recién concluida etapa, en contraste con personalidades del arte que se referían peyorativamente a los grandes nacionalistas, protagonistas del recién fallecido nacionalismo como "viejitos carcamanes". Este sarcasmo no exento de humor habla de un contexto político y económico cambiante. El ámbito cultural mexicano ya no era nacionalista y todavía no experimentaba el cambio. Los alumnos de los grandes maestros venían haciendo obras que copiaban lo que se les había enseñado y no lograban innovar para marcar una nueva etapa. Por alguna razón esto suena semejante a lo que nos sucede en el 2000-2006, con la caída del PRI, pero sin lograr entrar de lleno al cambio con Fox y con protagonistas de la política que en vez de innovar continúan haciendo lo que décadas atrás aprendieron rebien .

La época de mayor esplendor del muralismo fue de los veinte a los cuarenta, motivado por los artistas y también impulsado por el gobierno en una búsqueda de consolidación de la identidad nacional, del rescate de "lo mexicano" y del "pueblo". Para lo cual se apoyó con estrategias que estimularon la difusión, la distribución y el consumo de obras nacionalistas. Raquel Tibol realizó un amplio trabajo de crítica relacionado con el muralismo. En el Festival Internacional Cervantino 2004 Tibol (2) muestra una parte de su colección de dibujo y gráfica, cuyo origen fueron las relaciones personales que se suscitaron entre la crítica y los artistas de la época. En la pintura los más destacados fueron "Los Tres Grandes": Orozco, Rivera y Siqueiros. Por supuesto, Frida Kahlo, quien ahora ¡hasta es marca registrada!, muy de moda y cinematográficamente famosa, gracias entre otras cosas a algunas feministas que descubrieron su pintura en Europa y Estados Unidos y recientemente al filme producido y protagonizado por Salma Hayek.

Existe la teoría de que la obra nacionalista aparentemente inofensiva (indígenas idealizados, retratos de líderes soviéticos en espacios mexicanos, apologías y odas a la gran madre patria en cuerpos de frondosas mujeres morenas) a la larga se volvió una fuerza peligrosa para el stablishment, en su mayoría formado por personas de tez blanca y ascendencia europea cuyos intereses económicos podían verse afectados por un pueblo demasiado exigente. Consecuentemente tuvo lugar la disminución del apoyo oficial. Sin embargo, es difícil desaparecer a un dinosaurio.

A la fecha Rivera inunda de postales, carteles y botones el mercado. Frida se aparece tanto en las morraletas para el mercado, como en desfiles de moda. Innumerables copias no autorizadas de clásicos cuadros de Rivera circulan en jardines del arte, tiendas de decoración en repujado o cerámica y clases de iniciación artística para niños. La mayoría de los teóricos del arte en México siguen basando sus investigaciones, publicaciones, conferencias, en la obra de los nacionalismos o incluso de periodos anteriores, privilegiándola sobre la obra contemporánea, de la cual existe poco trabajo académico al respecto. Al decir teóricos me refiero tanto a los académicos del Instituto de Investigaciones Estéticas, IIE, UNAM, como del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas, Cenidiap, INBA, entre los de otras instituciones tanto públicas como privadas. ¡Inicios del siglo XXI y seguimos llenos de recuerdos nacionalistas! Si bien estas añoranzas son entendibles para la mayoría de la sociedad de consumo, la cual por al no pertenecer al sistema del arte pero sí al del mercado, accede a las reproducciones y souvenirs del arte del pasado más que a la presencia del arte contemporáneo. Sin embargo, es inaceptable que quienes sí pertenecen al sistema del arte, como los teóricos sociales, historiadores, estetas, y críticos, no actualicen el tema de sus disertaciones y eviten teorizar y con ello difundir el arte vivo. En ocasiones parece que muchos teóricos institucionales se conforman con elaborar una y mil veces el tema de su tesis y con ello justificar " la plaza " y sus honorarios. Es tan cliché como quienes se aferran a la música contemporánea de su adolescencia y conforme envejecen presentan resistencia a las manifestaciones del momento. Creo que esperamos más de los teóricos latinoamericanos, que dejen de acariciar sus recuerdos para avanzar y teorizar con las propuestas de los momentos históricos presentes.

Las galerías atienden un mercado que ha visto crecer de forma impresionante los precios de las obras nacionalistas, mientras las instituciones les dedican numerosos homenajes a "Los Tres Grandes" y sus contemporáneos. Por ejemplo; en el 2004 se conmemoraron los 50 años del fallecimiento de Frida, por lo cual el Instituto de Bellas Artes realizó diversas exposiciones homenaje. Como dato curioso y digno de mención, aún cuando en México tenemos varios museos dedicados a Frida y Diego: la casa donde nació Diego en Guanajuato, la casa en la que vivieron Frida y Diego en México, entre otros, pocas son las obras de Frida que permanecen en México, ya que la mayoría han ido a parar a colecciones internacionales.

Iris México, en el Festival Cervantino, frente al retrato en lápiz grafito que Fanny Rabel realizó en 1954 a Raquel Tibol. Fotografia: Carlos-Blas Galindo, 2004.

Tamayo (3) es uno de los grandes nombres del arte mexicano. Algunos teóricos lo mencionan sin clasificar su obra en movimiento alguno, o bien, se ha mencionado su relación con diversas corrientes y tendencias. La obra de Tamayo transita por diversas expresiones y vertientes a lo largo de su fructífera carrera. El color fue siempre un elemento de gran vitalidad en su obra, tanto así que bautizó a sus colores favoritos, recordemos el ya clásico "rosa Tamayo". Oaxaca le rindió homenaje hace unos años con una magna exposición en el Museo del Ex-Convento de Santo Domingo. Evento en el que pudimos observar la evolución en la firma del artista, obras figurativas y abstractas. Por supuesto que actualmente tenemos desde un Museo Tamayo, que organiza eventos y exposiciones culturales, ¡hasta Tamayo para niños", así como cuentos de "El Sapo" que cuentan a los niños la vida y obra de Rivera. Pero incluso la lectura de estos libros de cuidada y lujosa edición para niños preocupan a algunos padres. ¡no vaya a ser que su hijo cuando crezca quiera volverse artista!

En la época de los nacionalismos la fotografía y el cine retrataban el mundo en blanco y negro. Actualmente su recuerdo es a color. Si bien los nacionalismos fueron en su inicio un testimonio de la presencia indígena, la representación idílica que de ellos se realizó en el arte ha pasado a ser con el tiempo una añoranza que en la reutilización de sus signos ha creado un "fashion" al puritito

mexican stile . Sí, en inglés. Para muestra de ello la revista Time, en su número especial edición Latinoamérica de octubre 2001 (4), muestra a Salma Hayek como Frida Kahlo acompañada del titular: The New Mexico. A gallery of activist, artists, innovators and entrepreneurs who are changing the face of the nation. ¿Y quiénes son esos innovadores artistas? Para Carlos Monsivais los nombres son: Gabriel Orozco, artista visual. Alejandro Soberón, Chairman de C.I.E. la mayor empresa de entretenimiento en América Latina. Ramón Amescua, música electrónica. Julieta Venegas, rock´n'roll. Alejandro González Iñarritu, cineasta. Jorge Volpi, escritor. Ramón Vargas, cantante de opera. Bernardo Gómez-Pimienta, arquitecto.

Dentro del terreno del arte que nos ocupa en este texto, Gabriel Orozco es El artista visual del momento. Aseveración en la que coinciden Carlos Monsivais y Carlos-Blas Galindo. Gabriel Orozco es más cercano a los movimientos conceptuales que a los nacionalismos. En su obra trabaja con autos o motocicletas y otros objetos que son reflejo de múltiples identidades europeas o latinas. En el filme documental que protagoniza, tiene una discusión sobre la identidad mexicana. Muchos artistas contemporáneos reflexionan sobre lo que es actualmente la identidad del arte en tiempos de globalización. Las perspectivas para abordar el tema cambian con la rapidez con la que el mundo se actualiza en materia económica, científica, tecnológica. Uno de los puntos de convergencia de los creadores del momento es el tráfico, la frontera, lo híbrido, los cruces de identidades y discursos.

¿Cómo nos ven los ojos del Time? "Depende de donde estas, el país es premoderno, moderno, postmoderno y antimoderno, y algunas veces es todas esas cosas en el mismo lugar al mismo tiempo." ¡Y uno tratando de entender y reflexionar sobre las etapas históricas del arte en México! ¡Tan fácil! Con leer a Enrique Krauze en el Times uno entiende que México, primitivo-mágico-tercermundista-paraíso escapa de la racionalidad histórica. Ja ja ja.

C'est la tradición elle-même qui vous recommande d'interroger sans cesse la réalite et qui vous défend de vous soumettre àveuglément à aucun matrîe. »

Rodin (5)

Otro de los socorridos reductos de la llamada "Escuela Mexicana " es la apuntalada pero no sostenible "Escuela Oaxaqueña de Pintura". Mito y magia se han convertido en un cliché que los seudo-artistas oaxaqueños defienden a toda costa, pincel en una mano y en la otra polvo de mármol para empanizar los óleos. Enfrentamos un abuso de pitos voladores, estridente arquitectura vernácula y ángeles gordos que platican con lagartijas. Artistas, promotores, autoridades, coleccionistas, comerciantes, tiangueros fomentan en Oaxaca un arte ligado a lo narrativo y el mito, y en caso de que no conozcan las tradiciones y leyendas, pues a inventar ¡que para eso es el realismo mágico de "Cómo agua para chocolate!". En Oaxaca el arte tiende a "la caricatura de sí mismo", debido a una desmedida añoranza y reiteración de la obra de Tamayo, Toledo, y de la Escuela Mexicana. Esta involuntaria burla se alimenta de la ignorancia de la profesión en aras de una supuesta defensa de las tradiciones.

La paradoja es. llegamos al Nuevo México del siglo XXI con copias de las imágenes de la primer mitad del siglo pasado; superficiales, desprovistas de las resistencias e ideologías nacionalistas en que fueron gestadas. ¿Proceso inevitable de presencia, representación, simulación tal como lo menciona con Régis Debray? Una traducción es decirle: creación, copia y pose, ¿falta de cultura artística en la mayoría de la sociedad, victoria del marketing?, o ¿mero romanticismo decorativo que muestra un México idílico-idealizado de indígenas robustos y combativos, México moreno al cual dejamos morir, dejamos pasar, frente a la apatía política contemporánea?

 

1. Él tiene una falta absoluta de prejuicios y por ende de fé, porque Diego acepta - como Montaigne - que "donde termina la duda, comienza la estupidez".

2. Colección Raquel Tibol. Dibujo y gráfica. Catálogo de la exposición presentada en el Festival Internacional Cervantino 2004.

3. Web Link al museo Tamayo: http://www.museotamayo.org/

4. TIME. Latin american edition. Special Sigue. October 15, 2001. Vol. 158. No. 1

5. La tradición misma les recomienda interrogar la realidad sin cesar, y les prohíbe someterse ciegamente a maestro alguno.

 

 

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