Santiago de Chile.
Revista Virtual. 

Año 6
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 65
Septiembre 2004

EN EL JARDÍN DE ROSAS,
NO TODO ES COLOR DE ROSA

DEL VIAJE A TIERRA FIRME DE BLANQUITA WHITY Y OTRAS HISTORIAS

DESPIERTA, AMÉRICA

Por: Silvia Banfield

La vida es Arte. El Arte es vida. Vivir es un arte. Firmado: El Editor. Arranca por aquí S. B. Esos papelitos naranjas que me pega en algún sitio donde llego a la Redacción. Vagabundeo en la misma atmósfera, siento que las noticias están suspendidas y nos llaman a gritos, piden ayuda. El reflejo de los monitores, las cadenas de televisión, un rumor de olas negras crece este verano le tuerce el cuello al cisne de los sueños. Gotas de sangre, que no son de yodo, ni de ketchup. A veces son rojos o amarillos los papelitos. Un campeón del enigma. Olímpico promotor de la imaginación, de lo que llama el olfato personal, instinto, sexto sentido, talento. El periodismo está en la calle, requiere de ética, compromiso, entrega total frente a la historia que vamos a relatar a quien nada conoce sobre ella y espera confiado la verdad. Es como guiar con espejos a un ciego en un bosque, cazar un sueño con la imaginación, ver como un niño junta el cielo y la tierra en un montoncito de arena, ver a la profesora copiar en un pizarrón de un pueblito lejano, las primeras vocales, letras del abecedario y repetirlas todos los días. Una lección nunca es lo mismo, como una historia y el día se repiten al revés, luz y oscuridad, y esos medio días que traen de todo como las estaciones.

Salí de la redacción con la imagen de El Grito de Edvard Munch en la garganta. Hacía unas horas que se habían robado el patético, profético cuadro expresionista, que pinta con todo realismo el siglo XXI, absolutamente desquiciado, un zeppelín sin destino, manejado por un loco que hace gárgaras con el futuro de la humanidad en un baño público. Dejé correr él, nos vemos S.B., y me hubiese gustado salir con una burka a la calle y no ver más que la realidad de mis ojos y olvidarme por un tiempo de este escenario carcomido por el miedo, disparado por el horror de la fe Occidental y Oriental. Pensé en Nueva York blindada. La Convención del Number One, saturada de miedo, huérfana de verdad, llena de globos de humo, gas con gaseosas palabras que el viento recoge detrás de las calles de Manhattan. Tenía grabada, no diré lo contrario, la imagen de limbo de GWB, el día 11 de septiembre, cuando asistía a una escuelita. Fahrenheit 9/11, la lápida de la Casa Blanca, muestra esos instantes en que el mandatario prefiere leer un libro infantil, cuando se entera que están atacando el país, Las Torres Gemelas en Manhattan. Pasan siete minutos antes que decida partir sin rumbo, para enterarse de lo que está sucediendo en el aire. No hay dudas en manos de quien estamos y qué se debe hacer el dos de noviembre para poner fin a esta pesadilla que se inició con un gran cuento tipo Mil y Una Noche: de nunca acabar.

Cuando esta nota esté ya revisada, despachada, la noticia será la Convención Republicana, pero nada cambiará, la economía sigue dando pasos en falso, los chiítas resisten bajo fuego y sangre, 8 oleoductos en Irak explosionan, matan a periodista italiano, a rehenes turcos, atentan contra dos aviones rusos y los derriban, y la carnicería continúa. Doy vuelta las páginas con más de lo mismo, como si los periódicos se hubiesen quedado pegado con los titulares desde hace meses. Titulares de horror, terror, pavor y dolor. La hoja parece no querer dar vuelta o lo hace en mortal voltereta. Parece un saco de papa la muerte, se desploma y ahí queda regada, inmóvil. ¿Quién socorrerá a los cadáveres que imparten las últimas instrucciones? El Tribunal Supremo de la muerte pareciera decirnos El Number One, con esa risita boba de quien pareciera prometernos el cielo empedrado de infiernos. Antes de hacerme un café negro y ordenar mis puchos, para iniciar esta nota, me pregunto si no hay nada nuevo bajo el sol de este verano que es invierno en la humanidad?

GWB siempre nos trae una novedad. De su mágica cosecha gutural, cerebral, todo es posible. Nos hace girar el mundo y las ideas como una pelota de fútbol en un estadio vacío. El desastre mundial no es tan lineal y si la información viste uniforme oficial, también el scout de la imaginación, cambia de traje y tiene sus propios recursos, un camaleón suele pasar revista a sus tropas, a pleno día, para que vean como cambia de colores. GWB dice ahora en plena campaña presidencial que fue un error de cálculo el escenario posguerra en Irak. El letrero luminoso en Nueva York le recuerda todos los días el error a los estadounidenses sobre qué se podría haber hecho con las decenas de miles de millones que se han gastado en esa inútil guerra y que se seguirán gastando cada día mientras esté Busch en la Casa Blanca. Cada día se suman más voces potentes que dicen: Despierta, América. El Gordo Palma de Oro Michael Moore, sigue poniendo el dedo en la llaga con puntería certera y valentía. Ha enviado una Carta Abierta al presidente GWB:

“Se necesita mucho coraje para desertar de tu puesto y luego acusar a un veterano herido" durante la guerra de Vietnam, le advierte Moore a Busch en su misiva, que es un montón de vergonzosas verdades para un líder de cualquier pueblito. Bush, recuerda el Gordo Moore, sirvió en la Guardia Nacional Aérea de Texas por recomendación de su padre, el ex presidente George Bush, para evitar ser enviado al país asiático y como, a pesar de tener ese destino, "no se presentó al servicio durante al menos un año.”

Entretanto veo a los miles de ciclistas protestar en Nueva York contra el candidato republicano y el saldo son 250 detenidos. La ciudad sigue blindándose. Agosto nos lleva a septiembre y de ahí al túnel en que nos encontramos. Un hoy(o) más profundo que el de una cancha de Golf. La caja de Pandora post Irak de Mr. Busch sigue abriéndose, un espacio de atracción fatal para la realidad. Y ya tenemos el primero informe de la ONU sobre las medidas adoptadas contra la red terrorista Al Qaida y los talibanes, y su eficacia. Una conclusión demoledora: “Las sanciones no están dando los resultados esperados y las acciones punitivas van por detrás de la mutación constante de la organización terrorista en su estructura operativa y en su financiación. El documento, distribuido entre los miembros del Consejo de Seguridad, advierte que Al Qaida va por delante de la acción internacional gracias a “una gran flexibilidad y adaptabilidad” Con sólo 10 mil dólares montaron los terroristas la operación en Madrid, que costó la vida a 191 personas, subraya el documento de la ONU. Lo más significativo, quizás, es que la información que se tiene sobre esos grupos no es confiable ni fidedigna.

Un pucho enciende otro pucho, un padre se enciende como un bonzo al conocer la muerte de su hijo en Irak, quema el carro de quienes le traen la agorera noticia, lo internan grave en un hospital. La guerra continúa. La fe es más explosiva que nunca. Ciudad Gótica sigue blindándose. Guasón hablará este lunes 30 de agosto para toda la nación, el mundo, sus alrededores hasta los oídos del rebelde Al Sadr, confundido entre sus seguidores, la arena del desierto y estos bíblicos ríos de sangre que corren por el Golfo Pérsico. Najaf sonará como una crujiente caja de sorpresas en la Convención Republicana. Y mientras el clérigo chiíta se prepara en su campaña para expulsar las tropas invasoras, Atenas reparte las merecidas ramas de Olivo a los mejores en tiempos de paz. En Oslo, frío, lejano mundo, se anuncia y prepara una aberración sin nombre: George W. Busch y Tony Blaire, fueron postulados para el Premio Nobel de la Paz, que descansa en R.I.P., bajo sus órdenes. ¿Nada nuevo bajo el sol de agosto? ¿Brillará en septiembre? El Sur del mundo también es noticia, aunque se caiga del mapa y no figure en el plano, los planes de América. La Operación Cóndor, avalada por Henry Kissinger, y las cuentas del banco Riggs, de Washington, han obligado a la Corte Suprema de Chile a desaforar al Capitán General del terror, Augusto Pinochet. Paso las páginas del New York Time, Washington Post, y de una decena de periódicos del Sur, que nos reviven los tiempos de la fosa común, ese olor a morgue que propagó el tenebroso miliar chileno, hoy desactivado por su frágil memoria, la cobardía de sus actos, el olvido de la infamia. Posiblemente cuando su eterno cadáver entre al ataúd, saldrá su condena y los gusanos que le acompañen, respiraran en paz.

Pero América latina, oh querido Patio Trasero, es un gran productor de noticias nefastas. El inefable Istmo de Panamá, donde el Comando Sur se instaló durante el siglo XX, sorprende ala cátedra con su huracán, tornado noticioso, boomerang para el nuevo gobierno que se instalará el 1 de septiembre. La presidenta Mireya Moscoso liberó por medio del indulto presidencial a un grupo de terroristas, que ingresó ilegalmente a su país para asesinar al presidente de Cuba, Fidel Castro. Es la noticia que recorre el mundo. Uno de ellos, Guillermo Novo Sampoll, está implicado con el grupo en el asesinato del ex canciller chileno en Washington, vinculado a la Operación Cóndor. Luis Posada Carriles, en la explosión de una nave cubana, con 73 personas abordo. El mar de fondo es mucho mayor que estas escuetas líneas, y el radio de la decisión presidencial llegó a las costas de Miami, Venezuela, Argentina y La Habana, aunque es una medida para medalla olímpica. Busco en el mapa, Panamá, entre dos océanos, la explosiva Colombia, al sur y la pacífica Costa Rica, al norte. País imán para la corrupción, puedo leer en uno de sus periódicos: la mandataria, ha liberado de juicio a decenas de periodistas acusados y en su período pagó un millón 248 mil 929 dólares a periodistas adeptos a su régimen. Panamá se rige una democracia representativa, con libertad de prensa, separación de los poderes del Estado, ha reiterado la presidenta. La libertad de expresión es uno de los mitos mejor conservados en el hemisferio americano.

La hermana de Kerry, entretanto, se mantiene en un largo viaje por América latina, tras el voto de los 5 millones de norteamericanos que viven fuera de casa. Dice, son vitales en una elección tan trascendente para los destinos, de la nación y el mundo. La Florida fue una gran lección, que no debe repetirse.

Soñé que Nueva York paseaba dentro de una limosina blindada tirada por caballos de hierro, mientras caían los globos con el rostro de J. Kerry en la Convención Republicana en medio de un aplauso cerrado, y se iba apoderando del recinto la imagen del Grito de Edvard Munich ( En un largo paréntesis aparecía una página de su Diario: “Estaba caminando por la calle con dos amigos, el sol se ponía en el horizonte y me sobrevino un golpe de melancolía. De repente, el color del cielo cambió a rojo sangre. Me detuve y me apoyé sobre la baranda sintiéndome muerto de cansancio... me quedé temblando de miedo y sentí cómo un grito largo e incesante atravesaba la naturaleza”) y a la salida, Bill Clinton firmaba su libro o me confundía y era en Dublín ese acto. Clintonday. Pero era James Joyce en verdad con sus inconfundibles gafas, su bigotito, el bastón, su corbata de gatito, ese saco con dos botones centrales ajustado como un maniquí y no traía bastillas su pantalón. Sí, era JIM, no Bill. “Nora, mi fiel querida, mi pícara colegiala de ojos dulces, sé mi puta, mi amante, todo lo que quieras (¡mi pequeña pajera amante! ¡mi putita folladora!) eres siempre mi hermosa flor silvestre de los setos, mi flor azul oscuro empapada por la lluvia”. Joyce se presentaba con su artillería pesada, verbo carne, de grosso instinto, sin duda era él. Seguía con su libreto sobre Nora:

“He pensado en ti casi hasta el desfallecimiento al oír mi voz cantando o murmurando para tu alma la tristeza, la pasión y el misterio de la vida y al mismo tiempo he pensado en ti haciéndome gestos sucios con los labios y con la lengua, provocándome con ruidos y caricias obscenas y haciendo delante de mí el más sucio y vergonzoso acto del cuerpo”.

Había música de sexofón, como en los viejos tiempos del Salón Oval. Finalmente unos enanos dibujaban unas frases sobre un pastel de frambuesas en forma de una isla que se iba evaporando sin perder la fecha ni la dirección: 2 de diciembre de 1909, 44 Fontenoy Street, Dublín. Luego se deslizaban por una alfombra roja hasta el Hudson y desparecían en unas burbujas multicolores, entre risas. END. Y ahora no hay final, porque estamos en una Historia sin fin. Munch, pintó su Grito bajo los efectos de un paisaje real alucinado, premonitorio, y realizó diversas versiones en búsqueda de la perfección de ese alarido, quizás, el tono íntimo, la secreta textura de una voz silenciada, el vacío del terror a la nada, al espanto, a lo que multiplica el silencio. Un pintor olvidado, frente a otros grandes que no nombraremos porque están en la mente de todos, cuyo grito ya había sido robado a principio de los noventa y quizás sea otra versión. Es un grito femenino, sobre un puente, las manos cubren los oídos, la boca abierta y el color de la angustia, del horror, el dolor. Un fantasma de Hiroshima. La Madonna es el otro cuadro robado a Munich, que refleja su pasión por el sexo. Esperemos que las dos obras maestras se recuperen y no sean el preludio de un mundo que se aleja de sí mismo.

A unas horas el estadio cubierto Madison Square Garden, será el gran escenario en Manhattan de la Convención Republicana, se concentrará el mayor caudal económico de Estados Unidos. Una lluvia de promesas salpicará Nueva York. Todo lo demás, es mentira.

EPILOGO

Así como las armas químicas y de destrucción masiva nunca se encontraron, Osma bin Laden se esfumó en los desfiladeros interminables, en las montañas de Afganistán, en los pasajes misteriosos, secretos, de la frontera pakistaní. En contrapartida, está detenido su chofer en Guantamo, Cuba: Salim Ahmed Hamdan, un yemenita de 34 años de edad. Soy un peregrino, dijo Salim, como saliendo del limbo, ante sus acusadores.

EN EL JARDÍN DE ROSAS,
NO TODO ES COLOR DE ROSA

Por: Silvia Banfield

Una cosa es hablar desde El Jardín de las Rosas de la Casa Blanca y otra, muy diferente, hacernos creer que el mundo es color de rosa. Rosas fragantes sin espina, rojas, amarillas, blancas, negras. Símbolo del amor, prestigiosa, legendaria flor, cuenta con el respaldo del corazón femenino. Su peso y fragancia cubre los tiempos, espacios, el sitio perfecto es casi siempre para la rosa. A ellas les basta con el rocío de una rosa y a la rosa con sus suspiros y lamentos.

La rosa siempre está sola, nos dice Jorge Luis Borges, pero también en la eternidad, más allá de nuestras palabras. Quiere el autor de El Aleph que se salve una rosa, de todas las que se han perdido por generaciones, y esa es la que Milton se acercó a su cara sin verla.

La rosa es eterna, solo su apariencia puede cambiar, dijo Paracelso ( Heophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim ), según Borges, a su discípulo, que le pedía le enseñara el Arte, el camino a la Piedra que todo lo trueca en oro. El camino es la Piedra. La partida es la Piedra. Cada paso es la meta. Que la convirtiera en polvo y reviviera para creer en sus poderes. El discípulo venía en búsqueda de la fe, y nadie sabía que méritos tenía para exigir esas enseñanzas y ver esos prodigios. Te digo que la rosa es eterna y que sólo su apariencia puede cambiar. Me bastaría una palabra para que la vieras de nuevo , dijo Paracelso, ante la solicitud del incrédulo y ansioso visitante.  -

Frente a su vehemencia del muchacho, Paracelso le respondió que el prodigio que él hiciera no le retornaría la fe y que dejara la rosa.
  -Nadie es incapaz de destruirla- dijo el discípulo.
  -Estás equivocado. ¿Crees, por ventura, que algo puede ser devuelto a la nada? ¿Crees que el primer Adán en el Paraíso pudo haber destruido una sola flor?

El joven la lanzó a las brasas y convirtió la rosa en polvo. Creyó que estaba ante un charlatán y no insistió más, y decidió partir.
Una palabra en voz baja sobre el polvo en su mano cóncava, le bastó a Paracelso, para que reviviera la rosa. En Basilea muchos creen que soy un charlatán, le había comentado a su visitante, poco antes de marcharse.

La rosa, la rosa, la rosa/ que soy yo/ pues soy un hombre nacido de la rosa/ en esta tierra que no es mía , dice el poeta español Leopoldo María Panero. Hay que hacerla florecer en el poema, dijo Vicente Huidobro, y que no sea, digo yo, adorno de floreros y lápidas, o jardín de invierno . Into The-rose garden. My words ech/ Thus, in your mind./But to what puspose/ Disturbing the dust on a bowl of rose-leaves , dijo T. S. Eliot en sus famosos Cuatro Cuartetos , en el poema Burnt Norton. (En el jardín de rosas. Mis palabras resuenan. Así, en tu mente. Mas con qué propósito Remueven el polvo del cuenco de hojas de rosa. Yo no lo sé. Otros ecos ...

En El jardín de las Rosas , pareciera ser, junto al Potomac, que la sabiduría brilla por su ausencia.

El anuncio sobre el nuevo Director de la CIA, Poster Goss, se hizo en El jardín de las Rosas , con todo el poder de sus fragancias, pero el nuevo jefe se ha confesado no contar con la competencia para el momento. Qué momento, qué sabor. Tiempos difíciles, inéditos, raudos, deshojándose como margaritas frente a la acerada metralla de un verano lleno de sorpresas, como si las Mil y una Noche bajaran a Nueva York, en la mágica alfombra de nuestros antepasados.

De rosa (s) tampoco es lo que ocurre con los medios de comunicación, escritos y televisados.

Los mea culpa de los dos más poderosos y prestigiosos periódicos de Estados Unidos The New York Time y TheWashington Post , sobre el tratamiento informativo que dieron a las pruebas para justificar la invasión a Irak sobre las supuestas armas de destrucción masiva, no sólo son tardías, sino débiles, ante el daño irreparable que se le ha hecho a la paz mundial, al pueblo iraquí y norteamericano. Ellos viven en un lecho de rosas informativo, donde todo pareciera ser desmemoria.

Son periódicos con grandes recursos, experiencia centenaria, acostumbrados a estas coberturas, con expertos en cada uno de los temas, por lo que una justificación suele patinar en la imaginación más febril.

CNN, la protagonista de las últimas guerras, también busca consuelo y reconoce que su cadena desinformó. Todo fue una gran mentira. Jim Clancy, reconoce que las informaciones se basaron en frágiles evidencias y mayúsculas mentiras. Viejo presentador de la CNN , J. Clancy, sabe que la película se repite en vivo y en directo. CNN ha formado parte de la guerra. Hay numerosos periodistas y camarógrafos muertos. Una deuda impagable y verguenza para los medios norteamericanos.

Qué podemos pedirle a los periódicos latinos dentro de Estados Unidos e inclusive a los diarios internacionales que se hacen eco de los medios norteamericanos como fuentes primarias de información. Son verdaderas cajas de resonancia, por lo general mal aceitadas, recogen, reciclan, transplantan, multiplican el mismo mensaje en castellano. Noticias como papas fritas con un aceite viejo, frías, abandonadas en alguna mesa de un Mc Donalds. Noticias de tercera y cuarta mano, para electores del tercer mundo, que pisan el cuarto sin disimulo. ¿El lector latino es de segunda, tercera, no lee o lo hace en inglés directamente? El periodismo anglosajón requiere de una fuerte dosis de credibilidad, y el hispano, creatividad, independencia, personalidad propia, identidad, orgullo, una visión basada en el análisis, la confrontación de información, testimonios, hechos. Elementos básicos de un periodismo libre y que promueva el bien común.

La noche promueve la reflexión, decanta el azul oscuro que pierde el cielo detrás del ventanal al gris, a la noche que se deja ver en si misma y se visita en toda la extensión de su silencio y oscuridad. No es soledad lo que siento en sus largos huesos, en su tranco firme, seguro, su piel mate y grandes ojos de luna. Sino, la presencia de su majestad inviolada, y me hace sentir su privilegiada huésped. Es un tamiz oscuro que permite analizar con transparencia y calma la cascada de hechos disímiles pero vinculados entre sí, muchas veces ocultos mensajes lanzados al viento de la ciudadanía, del lector común y corriente. Corren como dados marcados, naipes de dos caras, los hechos a uno y otro lado del mundo, Oriente y Occidente, y no todo es color de rosas en el jardín de rosas, Mr. Number One.

Vemos agitarse en la pantalla, los viejos ramos de olivo en Atenas como hace casi 3 mil años, y sangrar Najaf, en pleno siglo XXI. ¿A quién convencen los muertos? La tragedia no sólo es griega, sino universal. ¿Sólo se me ocurre preguntar por ahora: ¿cuál será el precio de esta guerra sin fin? La economía es el Talón de Aquiles y el Caballo de Troya juntos, de la actual administración, que perderá la Casa Blanca, no por los soldados muertos en Irak, sino por la incertidumbre económica del norteamericano medio. Nos hundimos en un pozo negro, en el barril que asciende a los cielos. No nos hagamos ilusiones, estamos en época de huracanes y durarán hasta noviembre. Escribo esta nota antes que Charley llegue a La Florida y en la cola de este artículo, como en un huracán, tocaré el tema. De su impacto e intensidad, dependerá la maldición de Alá. ¿Charley viene a La Florida como la montaña a Mahoma?

Tocará tierra y los bienes públicos y privados, esperemos que no cause víctimas, aunque estas devastaciones naturales tienen en sus vientos la desgracia casi perfecta, y acarician el mal en una dimensión que sólo se conoce cuando pasan y devastan todo a su paso. Titanes de vientos y aguas, incontenibles movimientos que llevan alas de ruinas, pánico entre ceja y ceja, el ojo del huracán. Ningún saldo es bueno para un huracán. Ya se habla de más de 15 mil millones de dólares en pérdidas. Malos tiempos soplan y con que fuerza maligna, destructiva, llegan alas de muerte a las costas de América.

Otro cero a la izquierda para El Number One , en un estado clave. Sólo pareciera sumar el espanto. Tal es así, que se ha creado el movimiento más novedoso en la historia política norteamericano, una especie de teoría del descarte: Cualquiera, menos Busch . Una frase lapidaria, de terror, que pone a temblar los fantasmas del propio stablishment, tan abandonado de ideas, carismas, de grandes verdades, realizaciones y esperanza. Se dice con tanta facilidad la frase: no es que Busch sea tonto, es que nos está volviendo tontos. La he recogido la ensayista canadiense, Naomi Klein, quien dice haberse sumado a este grupo tan singular, que hará historia en el Guiness Record. "Hay algo en Bush, una combinación de ignorancia, piedad y baladronadas,_ advierte Klein_ que causa en personas progresistas algo parecido a la ceguera. Muchos pierden de vista lo que saben de política y se concentran en las curiosas personalidades de la gente que está en la Casa Blanca".

La suspicaz ensayista canadiense va más a fondo en sus argumentos y planteamientos. Dice que equivocadamente, los progresistas están aliados a J. Kerry, cuando ambos partidos están controlados por las corporaciones. La pregunta correcta es, sostiene Klein, si tenemos una mejor alternativa para combatir la agenda corporativa. En su opinión, "los fanáticos en la Casa Blanca no están ni locos ni son estúpidos. Por el contrario, sirven a los intereses de las corporaciones que los pusieron en sus puestos".

Hasta donde nos ha llevado El jardín de Rosas de la Casa Blanca .

 

DEL VIAJE A TIERRA FIRME DE BLANQUITA WHITY Y OTRAS HISTORIAS

Por: Silvia Banfield

El precio de la libertad no tiene precio, pero cuando se trata de dólares, si lo tiene. Al menos El Number One en turno lo sabe: 417 mil millones de dólares. ¿Se trata de una escalera verde hacia la libertad? No olvidemos que hoy ni siquiera disfrutamos de la Estatua de la Libertad. Veinticinco mil millones del presupuesto total tienen como destino, los inconquistables, díscolos, sangrientos y pantanosos territorios de Irak y Afganistán, que se niegan formar parte de la Unión. Un desierto tan antiguo como los dos ríos que lo cruzan y unos desfiladeros interminables, laberínticos, inhóspitos, cargados de rutas y hazañas guerreras milenarias. Juntamos el tiempo de la nada, como los pozos de petróleo que estallan. Qué lejos hemos ido en el tiempo y las distancias, si Marte ya está a un paso y saturno será nuestro anillo de bodas en el espacio. Se está cocinando un nuevo orden internacional, ha dicho el viejo Henry K., en Asia, y la “díscola” Europa no está en el centro de este nuevo tablero de ajedrez. El centro de gravedad literalmente se está trasladando a Asia y por los pasos que viene dando la gigantesca y productiva China, no necesitamos de un enfoque muy exhaustivo, ni de las palabras de un gurú, en un mundo tan confuso, pero no, al parecer, para Confucio K. A Rusia, China, Japón, China y la India, “los une” a Estados Unidos, sostiene K, una visión geoestratégica (política) del planeta. En su parecer al parecer, Europa no consideraría esa opción en el actual y futuro escenario mundial. El conflicto de Irak será en un futuro como un lunar en el cuerpo de las nuevas relaciones mundiales que hoy se construyen, de acuerdo con Kissinger. Este es el panorama sobre el porvenir probable escenario mundial, si todo evoluciona al ojo de K. Y no ocurren, desde luego, algunos accidentes en el camino, difuso, verdaderamente de terror por el que transita la humanidad. Las ciudades abiertas de Estados Unidos, como Nueva York y Washington, por citar sólo dos, al igual que otras capitales occidentales, viven ese estado del alerta naranja desde el 2001, algo parecido al juego del gato y el ratón, pero sobre un tendido eléctrico. Lo que nos sobra es zozobra, y fafalta más humanidad, solidaridad, empleo y soluciones en al salud, educación, a la gente y con la gente.

Me parece estar viendo, o en uno de esos sueños que se me dejan hacer en el dibujo de la madrugada, como un agridulce rejuego del insomnio, un gran cartel: Todos contra el boss. El Gordo Moore forma parte, es pionero tal vez, en esta avanzada que crece de costa a costa y ahora contará con una gira en octubre, por todo Estados Unidos, del rockero Bruce Springsteen y un grupo de bandas musicales, bajo el lema: Votar por el cambio. Hacía 20 años que Springsteen no participaba en política y GWB, ha tenido la capacidad de sacar a flote hasta los fantasmas y unir al mundo en contra de su reelección. Qué poderoso imán carga El Number One sobre sus magras carnes, para desatar un vendaval de odio germinal, ya legendario, cultivado con esmero, pasión singular, y tanto éxito. Ha construido el más formidable muro contra Norteamérica, con envidiable frenesí, sólo asistido por su lectura y convicciones obtenidas en las Sagradas Escrituras. Todos los caminos parecieran conducir a su salida de la Casa Blanca, él, un pasajero en tránsito el 11 de septiembre del 2001, flanqueado por los fantasmas de Watergate y Viet nam, escogió la ruta de Bagdad. Un lugar con más historias que Las Mil y una Noches, donde en un breve tiempo a un costo altísimo humano y económico, GWB se encargó se transformar en ruinas, esa cuna de la civilización. Madona que es más pop que babel, pidió votar por la paz y el mejor, en su último concierto, y no se requiere mucha lectura para readucir el mensaje.

El audaz dictador, Saddan Hussein, ex socio, prisionero de guerra, ha resultado ser el virtual ganador en esta confrontación del gato y el ratón, cuyas armas de exterminio masivo fueron el queso en esta guerra sin fin, ni destino. Los historiadores hablarán de la guerra circular. Se entraba por una puerta y se salía por la misma. Siempre se encontraba lo mismo, la pista que no conduce a ningún lugar. El mundo comenzó aceleradamente a pisar sus propios paso, caminar al revés, como si entrara a un pozo de petróleo y quisiera salir inmaculado, tan albo como el amanecer. El petróleo ha cerrado con precios alcistas históricos en la bolsa de Nueva York de 44.41 centavos de dólar el barril, y se anunció a los cuatro vientos que con el control de Irak, ocurriría lo contrario. Las nubes negras de lo sabatojes a las plantas y a los pozos, un contaminante en Irak y más allá de sus fronteras, es lo que ha podido percibir el mundo y el público norteamericano. El precio del crudo arrastra las economías y bolsas y hace aún más cruda la situación internacional. Una mancha negra pareciera cubrirnos el espíritu y convertirnos en súbditos de esa oscura criatura tan necesaria para mover el mundo y realmente cotizada. No son lo mismo los clásicos 18 hoyitos en búsqueda de la pelotita, que los pozos de Arabia Saudita, Rusia o Irak, y no sólo es cosa de profundidad. El mundo está envuelto hoy en su densa masa negra, motor de tantas cosas, y paraíso perdido de acaudalados, aunque K, -que suerte tengo yo con esa letra K,- diga que Irak será un detalle para los profundos cambios que vienen al nuevo escenario mundial. Detalle o no, está ardiendo Babilonia y sus alrededores.

El mundo es una tómbola, dijo alguien, una cancha de Golf llena de huequitos para otros. Y una carrera sin contemplaciones en el Open de la Casa Blanca, mientras los estados de la Unión se abocan a buscar un nuevo inquilino que controle el reino del terror y temor. No era mi tema para esta nota e historia, pero el Editor me hizo la salvedad, con ruego y todo: SB, combina actualidad con historias, no te olvides que el circo esta en llamas. Lo tomé tan enserio como no lo hizo Nerón con Roma. Me vine por la avenida cavilando en el tiempo, suspendida en medio de los fuegos artificiales y los reales, que no cesan de estallar. Hay más en el tintero de America y lo seguiremos viendo. Una frase tipo Oeste, resume casi todo: bajen del caballo al Number One. Ya veremos en que consiste, esta literal pérdida de los estribos.

Mi café, mis puchos, el humo sobre el cristal, la Lap Top ya tiene atmósfera y veo sobre la pared mi agenda de mañana: un atentado a mi democrática paz que se combina con la tintorería, consultas en la biblioteca, un par de reuniones, el seguro del automóvil, comprar flores, despachar una carta, retirar correspondencia, diarios, asistir a la media hora de yoga, un café relámpago, cargar baterías con un poco de sol, ciudad, gente, oxígeno, los puentes, el olvido de tanta miseria humana que pasa como un rayo mortal. Después de todo, hay que seguir. La velocidad nos impone cada día más velocidad. Si me filmara me vería como las películas de Charles Chaplin. En el café de la calle, en esos minutos de reflexión, cuando voy componiendo el día, me acuerdo de la Whity, esa historia un día me la contó el Poeta. Mi memoria parece estar de acuerdo con el Editor y el público. Sin estas historias, la monotonía de la guerra, el miedo, la estupidez, la banalidad que nos enseña sus babas como grandes caminos de espuma colectiva, nos convertirían en sus prisioneros definitivos. ¿Somos la crisis inevitable? ¿Debemos pegar la calcomanía del fracaso como especie? Un televisor me quiere desviar de la historia, mientras la gente ríe a mi lado. Es otra de las salidas de El Number One con su gente del Pentágono: “Ellos nunca dejan de pensar en nuevas maneras de hacerle daño a nuestro país y a nuestra gente. Nosotros tampoco”. Se refiere a Al - Qaeda y afirma que su gobierno también le hace daño al norteamericano Es nuestro rey del lapsus. Es un caso ya perdido. La nación requiere un viraje, un nuevo inquilino. Detrás de lapsus, caen en cascada las espantosas cifras del empleo. En este tema, nadie puede hacerse el sordo. El bolsillo es el primero en morder la mano. Una economía que genera escuálidos 32 mil de los 240 mil empleos esperados, es algo más que preocupante, asfixia el futuro. El fantasma del miedo se hace real. GWB, ha puesto en solfa el orden establecido, sin darse cuenta. Bien.

Whity nació en Samoa y tiene ojos y color miel. Samoa, un viejo protectorado alemán, territorio no incorporado y no organizado de Estados Unidos (dice el almanaque mundial), archipiélago integrado por siete islas ubicadas en el Pacífico Sur, de una extensión total de 199 kilómetros cuadrados, habitado por 57 mil personas. Samoa nos recuerda la Polinesia, islas tropicales marcadas por sus dos estaciones: la lluviosa y seca, algunos tifones, un territorio lejano, vinculado más al mar que a la tierra, gente de ojos rasgados. Es un archipiélago ubicado en el mapa, corazón de la Polinesia. Un mapa, lo más cerca, ya veo, de Nueva Zelanda y Australia. Las islas pertenecen más al mar que a la tierra, me decía el Poeta, con algo de razón. Yo diría a los sueños. Una vez me invitó a una isla en el Pacífico americano. Esa es otra historia y que la cuente él. Nacer en alta mar, vivir en alta mar, respirar el mar día y noche. Eso hacía Whity, subía y bajaba escaleras, dormía en cubierta cerca de la red. Las estrellas y un frío agradable trazaban sus noches.

Los Ángeles está a 4.560 millas del aeropuerto de Ofu y Honolulu, casi a mitad de camino, a 2330 millas. Son distancias. Welcome dicen los avisos en su aeropuerto. Una palabra casi en extinción. Casi nadie sonríe en una terminal aérea. El síndrome, la huella del espanto de Manhattan. Una isla es un misterio y un archipiélago la multiplicación de ese secreto. Guardo intactas las palabras del Poeta: “en este tiempo la primera en irse de viaje es la poesía, y no precisamente con la esperanza de Ulises”. El tejido y destejido de Penélope tenía un sentido. Hoy el mundo teje una telaraña que conduce a ningún camino. Me imagino los ojos libres de Whity en alta mar. Sin binoculares, ni edificios, o vecinos haciendo crujir sus fauces con comida chatarra. La veo saliendo alegre, ágil, del puerto Pago- Pago, en uno de sus viajes de mar, cielo y viceversa. No hay derecha ni izquierda, ni alto. Sólo el agua reflejada en el cielo y viceversa. Quizás Whity ignoraba todo esto. O simplemente no era su preocupación. En el mar todo cambia y se relativiza, hasta el tiempo, el espacio, los deseos. No se piensa en cine, peluquería, los abogados desaparecen, los semáforos, las autopistas se esfuman, cero oficina, y el vecino más próximo, es el mar, único territorio visible, real. Ella no estaba en Pago Pago, cuando la Apolo 13, camino a la Luna, tuvo que aterrizar de emergencia al sur de esa isla de Samoa. No había nacido, simplemente. Es sólo un dato. Los Rose viven en Samoa, porque la consideran un paraíso, el Edén perdido. Por historia nadie se queda atrás en Samoa. Allí vivió el mítico autor de La Isla del Tesoro: el escocés Robert Louis Stevenson, quien nos hizo soñar con aventuras que siguen siendo un tesoro en nuestra memoria. Tusitala, el narrador de historia, le llaman los samoanos en su idioma. Es un libro que recomiendo para estas vacaciones a los jóvenes y a sus mamás, porque John Silver, les robará el corazón “Quince marineros quieren el baúl del muerto. Quince, son, quince. Viva el ron” Jim es un personaje admirable y que todo muchacho debe conocer.

Si las islas son una Utopía, como algunas mujeres soñadas por piratas del amor, los tesoros suelen ser encontrados repletos de monedas de todas partes como hojas del otoño. En cinco ríos, ahí en la llamada Finca Vailima de Samoa pasó su últimos días Stevenson y está enterrado. Quería un lugar tranquilo para descansar hasta el final de los tiempos. Waithy no me ha contado esta historia, ella tiene su propia historia. La casa de Stevenson está en la isla Upolu, de madera, blanca, se conserva intacto su escritorio de caoba en el segundo alto. Leía el Quijote de la Mancha y Napoleón, entre otros libros. Joven, de 44 años, murió Stevenson, escupiendo sangre en un camastro de metal cubierto por un largo mosquitero.

Waithy ignora estas historias. Apuesta a la fidelidad, es descomplicada y vive el presente. Cuando dejaba Pago Pago, comenzaba a nostalgear con la mirada la isla, a mirar el infinito del verde oscuro, aunque su mundo real era el mar y el vaivén del barco con las voces portuguesas, americanas y latinas, ya formaban parte de su ruta de viaje, la bitácora de sus días. Las noches venían con estrellas sobre la cubierta o una oscuridad que ningún ojo podría traspasar. De ninguna manera el mar es una apacible y aburrida cancha de Golf. Eso no lo pensó Waithy, sino lo digo yo. Imagino las bolas haciendo glu glú en alta mar. Waithy, por lo que me contó en esa ocasión el Poeta, no estaba para elucubraciones. En cubierta el mundo se ve de otra manera y en especial para Waithy, todo lo era realmente. El olor a atún envolvía su atmósfera, un paisaje de redes, ajetreo, escaleras, camarotes, el ruido de las máquinas, el movimiento permanente de la nave sobre las olas. La mirada absorta, infinita, solitaria del pescador. La fijeza de sus sueños. Una puesta de sol en cubierta, la brisa, las horas en calma con la red a la espera, días, semanas a veces. Ese es un tiempo real, que se va usando y gastando en el día a día. El tiempo no sobra, se acumula, se transforma en el principal actor cuando la red no se carga de peces. El barco, la tripulación cae en hipnosis, la infernal ansiedad de la red vacía. Las carreras sobre la cubierta, bajando, subiendo escaleras, miradas de una insultante monotonía, la fijeza en el horizonte, los recuerdos de la casa, el mar también suma la belleza, los espacios, las circunstancias vividas en tierra. El paisaje es el mar, la ciudad, el pueblo, la casa, la habitación, el vecino real. Waithy recorría con sus ojos de tristeza la quietud de Samoa y sobre el mar, sabe que está su vida junto a la suerte de los pescadores. No se pregunta que diferencia hay entre una Isla y un barco en alta mar. Comparte un destino no buscado. La tierra está anclada también en alta mar. Su padre preñó a su madre en Samoa y ella se embarcó. Prácticamente no lo conoció, al igual que Jennifer, que se quedó en Samoa esperando conocer a su padre, un sastre de San Francisco.

A veces la vida es un hilo delgado que en alguna de sus puntas se corta antes de tiempo. Waithy no se complicaba sus días. Llegaba la noche, y le esperaba la cubierta. La pesca no le deprimiría. Nada al parecer como una noche de estrellas y con brisa. Hasta ahí todo marchaba viento en popa, me dijo el Poeta. Hasta que un día el capitán del barco anunció que Waithy debía abandonarlo. Nadie le consultó. Así había nacido, sin previa consulta. Y seguía recorriendo el mundo en el mar. Un joven pescador, que se llevaba bien con ella, se ofreció para hacerse cargo de Waithy. Una experiencia singular. Debía comprobase su comportamiento en tierra, (earth), porque para ella todo era land, tierra a la vista desde el océano. Una verdadera daughter of the High Seas, hija de alta mar, sin duda. La decisión estaba tomada: a tierra con Waithy, que usaba sus encantos, principalmente su mirada de miel, Honey looking, para conquistar. Hay quienes tienen un destino de perros, pero en esta ocasión se intentaba algo distinto con esta shipwreckeed of destinny, algo así como náufraga de su destino, y lo sería en tierra firme. Llegó a puerto y descendió hábilmente las escaleras. Otro aire, cielo, pero también tropical. Nadie le dijo que viviría con un Poeta. Se debe estar preparado para todo. El mar es un gran poema. ¿Quién lo escribió?

Waithy, contaba el poeta, tuvo que acostumbrarse a la tierra. A una nueva comida, a reconocer por primera vez la grama, a sentir los ruidos de los automóviles. Posiblemente había perdido un paraíso. Pero ella, tan singular, una verdadera perra marinera, había ganado un amigo.


 

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