Santiago de Chile.
Revista Virtual.

Año 6
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 58
Enero - Febrero 2004

 

ALIENACIÓN AL PODER SUBYACENTE
O A LA CULTURA DOMINANTE

Por: José REPISO MOYANO

Si un ciudadano de a pie comete una falta grave contra la sociedad o de comportamiento al instante es reprobado y "condenado" porque ha sobrepasado unos límites, porque no puede recurrir a justificación alguna para que los sobrepase. Entonces, por esta razón, no puede hacer lo que le dé la gana, ya que está sujeto a las leyes y a un interés convenido socialmente.

En cambio, el poder político o la cultura dominante subyacente en el mundo actual sí pueden justificarlo todo con unos recursos de libertad -sobre todo para ellos- y de seguridad. Esta actividad no controlada que se apoya en el intervencionismo económico sin que nada, nada, contrarreste su acelerado poder se deprava en "el pensamiento único", en el capitalismo loco de especulación, en el más y más de una acumulación de bienes o de asociacionismo despótico situando al bien a su favor -porque dan siempre un tanto muy por ciento de regalía o de soborno para que los otros se resignen-.

En hechos, el caso es que la distribución de la riqueza -para que puedan vivir todos los seres humanos- está peor que nunca; y se acelera sencillamente porque, donde hay más y más acumulado, sigue y seguirá la acumalación por inferencia, emplazándose la justicia social -digamos- al ano del mejor postor.

Por ello, en consecuencia, es razonablemente posible que la inmigración se multiplique hasta puntos que desaten xenofobias y nacionalismos que desconecten de cualquier moderación, que los fanatismos sean la disidencia más recurrrida contra la seudomoral impuesta, que aumenten los terrorismos de Estado o de pueblo "fatidiado" porque no puede competir al momento de defenderse con el otro armado hasta los dientes, que niños sigan muriéndose de hambre -y, si no de hambre, de lo más imprescindible para sobrevivir- hayan o no hayan ONGs que puedan dar lo que el sistema al fin logrará que vuelvan a perder, guste o no guste, con simpatía o sin simpatía.

Y es que, cuando no haya nadie para esta mayeútica y todos vayan hacia delante corriendo, estos problemas luego se encontrarán, y puede que se diga "es demasiado tarde"; al igual que advertí lo que ocurriría en Oriente Próximo e Iraq -en bastantes artículos- quemándome el alma. Y...nada. Lo que se puede demostrar con hechos nunca es mentira, con detractores o con censuradores -que hay demasiados-.

Por eso,  advierto que los excesos de la cultura dominante conseguirán un sentimiento de inferioridad, abandono, marginalidad, humillación en los pueblos a ella supeditados; y será -muy probablemente- la causa de los conflictos del presente siglo.

 

EL MÉTODO SUCIO

Por: José REPISO MOYANO

No reconocer algo siempre está en la base de cualquier método sucio para ocultar la razón(*) -la realidad- y, además, ayudándose de un poder seudo- intelectual o mediático.

No reconocer supone para ese "depravado" que recurre al método sucio la censura y la humillación -dar de lado a la humildad, porque no reconoce, del que demuestra- en vez de inclinarse por la integridad de aceptar nada más ni menos que la argumentación o... un "juego limpio".

Ya cuando nacemos hay muchos intereses creados y líneas de pensar cerrado que se ven obligadas a defender unos privilegios sociales, lo que conduce a justificar todo lo posible lo injustificable, a insistir y fundamentar en cualquier medio de comunicación una serie de seudo-razones que velarán por los privilegios aludidos y por un orgullo social en concreto.

Así, siendo una dictadura algo injustificable, los que de ella se benefician atienden siempre a una deuda el resto de sus días, la de justificarla, buscando pretextos, puntos bonitos -toda dictadura defiende algo muy bonito-, por lo que para ellos lo injustificable no es algún problema y sí los que luego le pondrán la contra pidiéndoles las responsabilidades que negaron a sus acciones, una explicación a los derechos básicos humillados de los demás.

Una intervención bélica también la justifican esos o una intervención económica -siempre que no sea en su propio país o negocio-, o un fusilamiento o un prisionero de guerra al margen de la justicia o una pena de muerte que igualmente atenta contra los derechos humanos. Para no ser menos, algunos medios de comunicación por cada dos o tres causas injustas que defienden incorporan una espléndida y justa causa con mucha difusión para que no se noten las otras.

En realidad, las medidas políticas actuales en el mundo ya justifican por sí mismas la pobreza, algo injustificable; pero se justifica con el "hemos dado" en vez de erradicar los elementos que la crean.

Para reflexionar: a una persona encarcelada injustamente, ¿para qué regalarle algo si injustamente no puede salir de unas cuatro paredes?

Los medios de comunicación cierran puertas a los que no están alineados, los gobiernos eliminan poco a poco derechos a los que no están por su labor, las instituciones intelectuales quieren ver simpáticos al seudo-pensamiento de moda o a la bondad de moda o al negocio de los culebrones literarios de moda.

Y es que los intereses creados son así;  poco cambia en ayudar verdaderamente a los que aclaran o desenturbian, muy poco.

(*) Gracias a la razón y a la ética de la razón un ser humano sabe que no debe matar, que debe respetar la naturaleza, que debe respetar su medio social, que debe respetar derechos humanos.

LA ESPAÑA BURBUJEANTE

Por: José REPISO MOYANO

En España ha conseguido el gobierno de Aznar lo que el liberalismo consiguió en el siglo XIX, que el libre mercado -los que lo poseen, es decir las grandes compañías económicas- se liberalice del Estado. Y así ha sido hasta cuando se dé probablemente con las puertas en las narices.

Sin ir más lejos el precio de la vivienda se ha multiplicado por encima de los salarios; pero el gobierno español -que es muy fino- alega lo mismo que alegan las sociedades inmobiliarias, que los jóvenes comprarán vivienda, que eso se ve, y otros para que éstos las compren, que también se ve; porque todo este tinglado negociador les da muchos beneficios y es muy importante, como les da beneficios la venta de armas.

Sin embargo, el bienestar es algo más sencillo: Desde que España dejó de no progresar se está situando en su correspondiente lugar; pero ahora al todo negocio válido, sin escrúpulos, con una fiscalidad aventajando a los grandes inversores o a cualquier economía transpuesta a los sectores de producción coyunturales, "forzados", temporales o limitados, caracterizados por el contrato temporal o "contrato basura" y por la incitación a que se adquiera un producto caro que se venda a doble precio y se vuelva a vender al triple precio, algo que sólo hace engordar a los intermediarios o a los especuladores.

Por eso, no es erróneo decir que , cuando el turismo y la construcción inmobiliaria tengan su crisis, los españoles se acordarán del pensamiento único, del mercado libre y hasta de su madre en minifalda. Pero... no pasa nada, Aznar ya se habrá ido de la política y que Dios responda.

Porque, entre otras cosas, su política ha enriquecido demasiado a unos y se ha gastado en protección familiar o en integración de los inmigrantes lo que Francisco Umbral en revistas del corazón; porque la pesca y la agricultura casi se las ha "cargado", y la investigación -rumbo al extranjero- la protege en torno a lo militar, a lo armamentístico.

Pero pensemos bien: en el superávit. Es cierto, hay un superávit como cualquiera lo acreditaría limitando gastos. Aunque a veces el superávit se manipula o se provoca para exponerlo antes de unas elecciones. Además, el superávit les incitará a la relajación o a un estado amnésico porque existen miles de familias que no sobreviven tan bien o que no llegan a fin de mes.

También habría que decir algo más: cuando Aznar pague la deuda que debe a RTVE y al gobierno andaluz -una suma substanciosa- ya le quedará menos y gastará menos en viajes, sin contar los que le debe a los miles de trabajadores de la agricultura, de la pesca y de los astilleros que ha empobrecido o que no han progresado a un mismo nivel; mejor que vendiera hasta los calzoncillos, sí, para pagarles, que se acuerde de la buena voluntad.

 

LA PALABRA

Por: José REPISO MOYANO

La palabra es una manera de organizar el conocimiento y, además, de comunicarlo a otro que comparte -la acepta- esa manera.

Cuando intentamos conocer el cuerpo humano le ponemos un nombre(*) a cada uno de sus órganos -son guías para no perderse- y los clasificamos funcionalmente; así nos ayudamos de las palabras
para conocer más y comunicarlo, pero aspirando siempre a no confundir, a que un fémur no sea para un ser humano una cosa y para otro otra cosa distinta. Por eso, proponerse el conocimiento
es aceptar una objetividad para no perderse una orientación y no confundir.
Claro está que cada uno tiene su lenguaje subjetivo, su sentir diferente, sus gustos diferentes para también intentar ser uno mismo consecuente con ellos y explicándoselos a los demas en
lo posible. Aunque, cuando se hable de China, se debe tener en cuenta de que se habla de un país, no de un planeta.

La sociedad ha tenido el desmedido problema de atiborrarse de todo tipo de mensajes -de placeres por encima de los medios-, de convalidar juntos el deseo y lo que es algo, de delegar los hechos
al "me parece" o a la dedocracia del parecer por cierto poder, y extralimitándose por ello de lo que ya se delimitó: un derecho, la existencia de cada elemento de la realidad, o de necesidades que requieren o nos obligan a una responsabilidad.

En verdad, muchos hay que actúan en función de su egoísmo: una mujer tiene los mismos derechos sociales, pero no los respeta; un niño debe ser educado de diferente foma a un adulto, pero
no lo respeta; un político debe escuchar a los ciudadanos que gobierna, pero no lo respeta.

Ante esto, los intelectuales y los medios de comunicación tienen en su poder la gestión de una mayor defensa de la dilucidación contra esos que manipulan diariamente con incentivar o con proponer programas educativos a favor de la difusión de cada derecho, es decir pueden hacerlo, pueden determinar en lo posible que un derecho no sea tan infravalorado en la mente de un maltratador por ejemplo (penas impuestas por los jueces en rehabilitar con conocimientos de lo que significan valores éticos y situaciones de los demás resuelve más que otros castigos, porque es realmente posible, porque ya existe la palabra que aclara y declara la realidad para conseguirlo).

(*) Podríamos ponerle un número y entendernos con números,
por lo que la finalidad no cambiaría.

 

José Repiso MoyanoNOTA BIOGRÁFICA José REPISO MOYANO:

Pensador, poeta, narrador, ensayista español, nacido en Cuevas de San Marcos (Málaga). Ha publica- do:CANTOS DE SANGRE, Ediciones Rondas,Barcelona, 1984; LA MUERTE MÁS DIFÍCIL, Ediciones Torre Tavira, Cádiz, 1994.
Ha ganado los premios: "Ángel Martínez Baigorri" de Navarra;"Encina de la Cañada"de Madrid. Es asesor literario de la colección Torre Tavira de Cádiz.

Ha colaborado en las revistas electrónicas MECENAS, CONTRA-TIEMPO, EVERBA, POELITERATURA, EL GATO DE HANK, DESTINO-X(donde tiene una columna fija de expresión indepen diente), LA TECLA, etc.

Ha publicado en periódicos de todo el mundo; y últimamente destacan ADELANTE, EL DIARIO INTERNACIONAL, EL MENSAJERO, EL OJO CRÍTICO, ANALÍTICA, LA GRILLA (donde tiene una columna), VISIÓNMX (donde tiene una columna), EL CIBERPERIÓDICO y REBELIÓN.
Ha colaborado también en revistas de investigación.

 

 

Si desea comunicarse con José REPISO MOYANO puede hacerlo a : joserepisomoyano@hotmail.com
Esperamos Su Opinión.  
¿No está suscrito? Suscribase aquí. 

[Volver a la Portada] - [Visita la Comunidad Escáner Cultural]


Las opiniones vertidas en Escáner Cultural son responsabilidad de quien las emite, no representando necesariamente el pensar de la revista.