De
espaldas al mundanal ruido, al drama, a la exuberancia o a cualquier
esnobismo, las telas de Bruna Solari conmueven por una sencillez
auténtica, sentida, que refleja en realidad, un modo de existencia
que encuentra belleza hasta en las más humildes flores de su jardín,
incluso aquellas que poco se diferencian de los pastos, en cualquier
estado de conservación, frescas o a punto de secarse y por cierto,
en cualquier rincón de su casa.
Bruna
Solari es una destacada pintora regional. Casada con el pintor
Gustavo Alvarado, con hijos y nietos. Nos llama la atención que
su trabajo, que hemos conocido centrado en los bodegones, no decae
y aunque pinte los mismos temas, la atmósfera creada siempre es
íntima, diáfana, delicada y poética.
AGUDA
CRÍTICA
No
falta el contenido en su obra. Su propia manera de hacer crítica
también: silenciosa, sin bulla, pero que convertida en tela puede
ser grito de disentimiento más las muñecas. La novedad es la
participación de la figura humana en la muestra que hoy poderoso
que cualquier prosa exclamativa. Un ejemplo son las series de
las camisas y de presenta en Viña del Mar.
En
cuanto a las líneas, se advierte, especialmente en los bodegones,
el rescate formal cézanneano que delimita los objetos con una
línea oscura. Las flores pueden llegar hasta a fundirse sin contornos
en el fondo. La mancha prima. El color, aplicado en transparencias
es de gran belleza y si bien no se advierten toques dramáticos,
se podría hablar, en el conjunto, de un toque melancólico.
INDAGANDO
- ¿Qué significa
el arte para ti Bruna?
- No lo podría
definir.
- Sin embargo son muchos años en la pintura.....
- Más de cincuenta
años. Es parte importante de mi vida.
- ¿Qué te impulsa
a pintar?
- Lo que me rodea. A veces una camisa sirve para sacar a la tela
lo que estoy sintiendo. O unas manzanas vistas al pasar en un
cajón de la frutería que queda cerca de la casa...
- Poco sabemos
de tus estudios de arte...
- En la Escuela de Bellas dibujé academia. La modelo o el modelo
que nos posaba iba por las tardes de seis a ocho y nunca falté
a la cita. Lo necesitaba. Después vino el color.
- ¿Alguna influencia
en particular?
- La forma de aplicarlo
es influencia de Hans Soyka - me refiero a las transparencias - ,
pero el color en sí es fruto de una evolución propia.
- ¿Y en cuanto a los que han quedado en la Historia del Arte
Universal?
- Todo el pasado
puede ser considerado como mi influencia, desde el arte rupestre
hasta nuestros días. Todo se almacena sin que uno se lo proponga.
- Has incorporado la figura humana en esta nueva exposición.
¿Se trata de una nueva incursión plástica?
- Casi siempre
se han visto mis bodegones y mis flores, pero la figura humana
me ha interesado mucho. No había salido a la luz porque los que
elegían los cuadros para exponer los consideraban poco vendibles.
- Tus obras
tienen como un sello de soltura, nada hay rígido en ellas, como
si hacerlas fuera cosa de un suspiro. ¿Es así?
- Las últimas obras son más informales pero detrás de cada una
hay dibujo, un sentido del equilibrio y gran dedicación.
- Hubo un largo silencio en tu pintura.
- Siempre se dice
que dejé la pintura por un largo período. En ese tiempo, los hijos
pequeños, siempre nos reuníamos un grupo de amigos del arte, en
mi casa, a leer los primeros cuentos de Gabriel García Márquez
y Julio Cortázar, a escuchar a la Joan Báez y a mirar libros
de arte. Después algunos partieron al exilio y quedamos solos.
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"Flores
de almendro en azu"
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- ¿Cuándo recomenzaste?
- Al mismo tiempo.
Conseguí el taller al lado de mi casa y comencé de nuevo a pintar.
Eso fue en el año 1979.
- ¿Tiempo perdido?
- En realidad
no fue un tiempo perdido como dice Marcel Proust, sino uno muy
bien aprovechado.
- ¿Cómo sucede
uno de tus días?
- Mi vida transcurre
entre mi casa, mi taller y mi jardín. Pinto sin horas fijas y
llevo mi tela a veces sin acabar, a la sala de estar para observarla
y aclarar el camino a seguir. Puedo estar así tardes completas.
- Tus amores...
- Amo la soledad y el silencio, pero las puertas de mi casa están
siempre abiertas para los amigos o el visitante que se interesa
en mi trabajo y allí, junto a una taza de té y un azucarero artesanal
hecho muchos años atrás en la Escuela de Bellas Artes, conversamos
acerca de los acontecimientos que nos estremecen y sobre la vida.
- ¿Siempre
con la misma serenidad que se te trasluce?
- Hasta que llegan
los visitantes que me hacen perder el ritmo: los nietos.
CURRICULARES
El
mismo año de su retorno a la plástica (1987) y que expuso en el
Goethe Institut de Valparaíso, participó en una colectiva en la
Sala de Arte Moderno de Santiago, codo a codo con los grandes de
la pintura chilena. En el mismo período expuso en El Farol y en
la Sala Universitaria de Concepción. Le siguen la Sala Escuela Moderna
Pío X de Santiago, la Sala Viña del Mar (1993,1996), la Galería
Modigliani (1992 y 1993, 2000, 2002), el Hotel O´Higgins (1995),
el Casino de Viña del Mar, la Casa Sloan's de Miami, Florida, U.S.A.
y la Sala Viña del Mar en el 2002.