Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 4
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 38
Abril de 2002

MACCHU PICCHU


Por: Leo Zelada

"Somos hijos del mar,
del sol, de la tierra, de la luna"

Himno al Sol

I

  "amanecer

sin el aroma azul de tu aliento

es ahondar

la soledad marina del deseo

en suaves delirantes extravíos

  como olas de vergel

      negadas por el viento

         toscos galeones

      desvían inciertas

el timonel emblema de los entes

   y yo me pregunto

- tallador de jaguar en mis labios -

      hasta cuándo

he de verme reflejado en los

espejos

¡babilonia de cemento aluminio

y de  neón!"

 

II  

de lejanos y agrestes

parajes vengo

a ofrendar

en culto

mi callada y lenta agonía

        tan latente como el silencio

  asolador ritual de los

  tiempos

en el reino del bronce y del no-ser

    soy la sonrisa  letal de marfil

             ante el cual

        la lógica formal del mundo

se destruye estrepitosa en pedazos

III

  CAPRICORNIO

EN CONJUNCION

CON

SATURNO

 

el ritual se ha iniciado

y sobrias prostitutas

se erectan cáusticas en mi mente

y no sé ahora en realidad

quien soy

si tal vez

un oscuro corsario

azolando algún puerto

desconocido del sur

o

un incógnito amauta

pronunciando alguna oración

oculta hacia el sol

 

IV

 

ESPIRITU DE LA NOCHE

ESPIRITU DE LA NOCHE

guíame sin temor por estas

tierras abruptas

  ESPIRITU DE LA NOCHE

ESPIRITU DE LA NOCHE

condúceme por el sendero del fuego

que todo lo devora y purifica

arrojado estoy al abismo

insondable de la nada

y nada ahora me pertenece

  V

  el viento se estrella

violento en mi rostro

cuarto creciente

la luna marca exacta de mis pasos

los perros han huido

hacia el norte

el trineo ha quedado

hacia el sur

y yo cara a cara

al crepúsculo

¡Macchu Picchu!

voy camino

a la abolición total de mi cuerpo

al fin de mis muertes

o

mi definitiva liberación.

EL ERMITAÑO DE HUANG- HO

Imitación de Chuan Tse

Erase una vez un hombre que vivía sólo en el bosque, le llamaban el Ermitaño de Huang- Ho, solitaria y ascética su existencia transcurría entre tenues amaneceres amarillos y oscuros crepúsculos violeta. El cazar extrañas y exóticas mariposas era el único placer del que gozaba en sus ratos sombríos de ocio.  

Un día vio ante si, la más hermosa y radiante aparición que sus apagados ojos jamas - hasta entonces - habían visto, era diabólicamente bella como un errante cometa vagando sin sentido en el cosmos, ambiguo eclipse irrumpiendo entre bloques intactos de fuego, y extendiendo rápidamente sus redes de plata sobre la arrebatada y tierna figura; la atrapó.  

Más aquella no era una mariposa sino una mujer.  

Pasaron varias lunas y a pesar que en las largas noches azules, tocábale las más hermosas melodías de su caña de bambú, y entregábale los más hermosos frutos extraídos de los más virginales árboles, ella se mostraba callada, pensativa, sumergida en sí misma y sus torres de marfil.  

Acongojado al ver la vanedad de su esfuerzo  por querer alcanzar aquel pedazo de cielo, consumido por el hierro, acerco sus trémulas manos hacia ella y en aquel momento  desvaneciéndose en el aire solo vio un intenso resplandor dorado y un replicar de alas sobre el viento.  

Desde aquel momento, el ermitaño, "El Ermitaño de Huang- Ho" en cada mariposa que atrapaba creía poseer  aquella mariposa que una vez partió.

Braulio Ruben Tupac Amaru Grajeda Fuentes
Seudomino Literario LEO ZELADA

 

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