Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 4
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 38
Abril de 2002

JACARANDA, CONSTANTE MÁS ALLÁ

Por Antonieta Villamil

De Quevedo a García
Márquez a Paz,
prosema en cuatro
cuasi sonetos.

I

Amor, constante más allá de la muerte.

Mora en muerte amor-a-muerte.

Muerte, constante mas allá del amor.

Polvo a firme tumba apresurado amor.

Y más allá, Jacarandas entretejen

el viento en esta ciudad de muerte.

Jacarandas anidan el viento

en esta ciudad de amor. 

Bajo tus orquestales ramas un raído

árbol cosecha el hongo de mi hueso.

Adentro de ese hueso retumba el eco

de tu promesa. Ni el viento, ni el

aire que respiramos, a lo largo

del camino las Jacarandas lamentan.

II

Ni el viento, ni el agua que bebemos,

Jacarandas transforman el oscuro

camino en lágrimas moradas de verano.

 

Constante más allá de la muerte, amor.

Enamorado para anidar en muerte.

Constante mas allá del amor, muerte.

Tumba amoramuerte obsesionado amor.

Y más allá, teje este llanto por mí,

inquebrantable más que amor y muerte.

Jacaranda, refresca mis ojos, perfora mis

oídos. Inunda mis narices en tu bálsamo

púrpura. Deja que el violeta vino de tus

noches desborde desaguadas consonantes,

que se agrietan en mi lengua.

III

Deja que mis manos te alcancen,

oh tu aterciopelado roce venda

mi sueño, ay tu desértica caricia

apunta arriba sus raíces

y sin embargo, mi agua no sacia

tu sed y todavía, tu fuego

no fermenta tu tierra en mis manos.


Moras, constante más allá del amor.

Muerteamor amor-en-muerte. Mueres,

constante mas allá de la jornada. Ser

de asfalto amor-a-muerte raudo amor.


Y más allá al ritmo de este viento

que restriega tus hojas voy rondando.

Al ritmo de tus hojas yo perezco.

IV

Jacaranda llora por mí

que yo nunca quise saber como.

Yo lamentaré por ti

en el desierto de mi ojo.

Jacarandas sacuden el viento

en esta ciudad de muerte.

Jacarandas mitigan el viento

en esta ciudad de amor.

A lo largo del camino las Jacarandas

lamentan: Habito amor-a-muerte

y láudano en vestigio de sarcófago.

Jacaranda entre ceniza, laja apresurada,

constante y más allá del bosque,

firme Jacaranda y más allá memoria.


Jacaranda, constante más allá fue publicado en versión inicial en el libro "Traigo como arena en los ojos un poema inmenso" de Antonieta Villamil, por Trilce Editores de Bogotá en 1998.  Esta versión del poema acaba de recibir en Los Angeles el premio al mejor poema filosófico "La Ciudad Al Borde" auspiciado por la ciudad de Venice California.


Casa Virtual de Antonieta Villamil: http://pages.prodigy.net/moradalsur

Si quieres comunicarte con: Antonieta Villamil puedes hacerlo a: moradalsur@prodigy.net
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